capitulo 50: Nacimiento de una Manzanita

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Era medianoche en el infierno. Mientras algunas secciones de este lugar de pecadores recién despertaban, otras ya dormían.

Lucifer se movió un poco incómodo, despertando con calma. Su vientre le dolía, su pequeña manzanita había estado muy inquieta desde hace no menos de una semana, pues la fecha del nacimiento ya se acercaba. Sintió las almohadas moverse, colocándose alrededor de su vientre para mayor comodidad.

_ Qué atento eres_ le habló a la sombra de Alastor, que había descubierto que tenía vida propia. Fue sorprendente al enterarse, pues nunca había escuchado ni mucho menos visto algo igual.

La sombra tembló un poco avergonzada y se retiró a la oscuridad rápidamente.

_ Es un encanto _  murmuró para luego abrazar a su prometido sin presionar su vientre.

El cuerpo de Alastor se movió ligeramente, despertándose.

_ ¿Sucede algo, Lucifer?_preguntó con la voz un poco soñolienta.

_ Todo bien, solo un poquito de malestar_  respondió Lucifer.

_ No debí estimularte tanto_ dijo Alastor.

_Tranquilo, cariño... Además, a mí..._ un sonrojo tiñó sus mejillas_ me gustó

_ De cualquier forma, debí haberme contenido. No quiero lastimar a nuestra manzanita_ dijo Alastor.

_ Al, cariño, estoy bien_ respondió Lucifer.

Con eso, Alastor no dijo nada más y solo acunó a Lucifer entre sus brazos con cuidado y ambos se quedaron dormidos.

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El ambiente estaba caluroso, claro que era el clima normal en el infierno y Lucifer se había acostumbrado a eso desde hace mucho, pero peculiarmente ahora estaba que no podía soportar el clima.

_ ¿Y cómo va todo, Luci?_  preguntó Rosie. Se habían reunido en el jardín del palacio esa tarde.

_ Todo bien, Rosie, todo marchando bien_  respondió Lucifer.

_ Eso me alegra, dime, ¿cómo ha estado Alastor últimamente?_ preguntó Rosie inocentemente.

Las mejillas de Lucifer se encendieron en un bajo rosa al recordar que últimamente, después de haber sido complacido con los dedos de Alastor, este mismo había estado muy... apasionado.

_ Todo bien, Rosie_ habló un poco nervioso pero ocultándolo muy bien.

_ Jeje, espero que guarden un poco para su noche de bodas_ le dijo Rosie con una sonrisa pícara, _ pero tengan en cuenta al pequeño pastelito que todavía está en el horno

_ Lo sabemos, Rosie, por eso solo ha sido superficial_  suspiró pero regresó la vista a la mujer sentada enfrente de él que poseía una sonrisa aún más grande y pícara que la anterior, dándose cuenta de las palabras que había dicho, se sonrojó de manera rápida y con un poco de vergüenza.

Iba a decir algo, pero una fuerte punzada en el abdomen lo hizo quejarse de dolor. Sintió cómo sus pantalones se mojaban y con los ojos totalmente abiertos miró a Rosie sin poder pronunciar palabra.

_ Rosie, yo..._ no pudo terminar de hablar ya que la mencionada se levantó y se colocó a su lado, viendo el pequeño charco que había.

_ Rompiste fuente_ concluyó y su sonrisa se desvaneció por un instante antes de ordenar a un sirviente que le consiguiera agua tibia, unas toallas limpias y las llevaran a la habitación de Lucifer y Alastor.

_ Vamos, con cuidado_ le dijo mientras lo ayudaba a ponerse de pie y a caminar lentamente.

Cuando llegaron a la habitación, todo estaba listo. Las ventanas abiertas dejaban entrar la luz, dos mujeres imp se encontraban allí también y ayudaron al soberano a sentarse en la cama para luego acostarlo con cuidado.

Lucifer sintió que era despojado de sus pantalones y cubierto con una sábana. Vio cómo Rosie se colocó frente a él, entre sus piernas abiertas y flexionadas.

El dolor que sintió no se podía comparar con nada que hubiera experimentado antes. Las contracciones y los fuertes dolores hicieron que por un instante pensara que iba a morir.

Solo podía escuchar la voz de Rosie que lo alentaba a seguir pujando. En un instante, usó toda su fuerza y sintió que su cuerpo ya no podría con tanto dolor. Su mente se puso en blanco, no escuchaba nada y todo lo que veía era borroso, hasta que sus oídos captaron el pequeño llanto de un bebé.

Vio a Rosie sonreír tiernamente con un pequeño bulto en sus brazos, envuelto en una toalla blanca. Se acercó a él y le entregó a su recién nacida.

_Es una hermosa niña_  le habló suavemente para dejarla en sus brazos. Lucifer no pudo sentirse más feliz que nunca.

Todo el dolor se esfumó y no tenía importancia. Solo se perdió admirando a su pequeña en sus brazos.

Era tan linda y adorable que causó un sentimiento tan fuerte de amor se instalara en él.






















Ya nació!!!!!

Y dónde está alastor ??

Buenoooo ya sale el siguiente capítulo hoy mismo así que esperen porqueee

YA SE VIENE LA BODAAA

El segundo gobernante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora