Capítulo 45: Preparativos y Preocupaciones

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Al amanecer, Alastor se fue a una reunión con algunos overlords del anillo de la pereza. Mientras tanto, Lucifer se preparaba para su reunión con Rosie, decidiendo que sería en el jardín para disfrutar un poco de aire fresco.

_ Majestad _  un imp entró educadamente en la habitación después de haber tocado la puerta, _ la señora Rosie ya lo espera en el jardín

_ Iré de inmediato _  respondió Lucifer, terminándose de preparar con calma.

Caminó tranquilamente por los pasillos hasta llegar al exterior.

_ Buenos días, su majestad _ saludó Rosie con elegancia, haciendo una leve reverencia.

_ Rosie, buen día. Empecemos ya_ respondió Lucifer.

_ Veo que está emocionado_  rió Rosie suavemente.

Rosie y Lucifer se sentaron uno al lado del otro en una mesa redonda. Rosie sacó un libro bastante grande y lleno de hojas.

_ Aquí tengo varias opciones de todo tipo, desde flores hasta el color y diseños de los manteles. Cada pequeño detalle será elegido por usted _ explicó Rosie.

Pasaron el día hablando y eligiendo varias cosas, descartando algunas opciones como colores que Lucifer jamás permitiría que se usaran ese día.

_ Fue un día largo, ¿no lo cree, su majestad?_comentó Rosie al final del día.

_ Sí, lo fue _  respondió Lucifer.

_ Bien, ¿qué le parece si en unos días más nos reunimos para ver los demás preparativos?_ propuso Rosie.

_ Por supuesto _ aceptó Lucifer.

Los días pasaron y con ellos, una semana se completó.

_ Bien, entonces, ¿estas opciones de flores le gustan más?_ preguntó Rosie.

_ Sí, está bien_ respondió Lucifer, aunque Rosie notó que estaba distraído.

_ ¿Le pasa algo, su majestad?_ preguntó Rosie, preocupada.

_ No es nada, Rosie. Podemos terminar por hoy_  respondió Lucifer, evitando su mirada.

_ Por supuesto, su majestad_aceptó Rosie, aunque no estaba convencida.

Ambos se levantaron de la mesa y comenzaron a caminar. Rosie notó que algo no estaba bien con el gobernante.

_ Rosie_  llamó Lucifer, deteniéndose.

_ Sí, su majestad _ respondió Rosie, volviéndose hacia él.

_ Sabes, al principio no tenía una buena impresión de ti, pero estas semanas has sido una buena compañía y he tomado una nueva perspectiva de ti_ admitió Lucifer.

_ Me alegro de que ya no me vea como una intrusa_  rió Rosie entre dientes.

_ Sí, lo siento por eso_ se disculpó Lucifer.

_ No tiene por qué disculparse, pero eso no es lo que le inquieta, ¿verdad?_  preguntó Rosie, mirándolo con preocupación.

_ No, estoy un poco preocupado_ admitió Lucifer.

_ ¿Por qué? ¿Es por Alastor?_ preguntó Rosie, preocupada.

_ Sí, es por Alastor. Tenía que volver ayer, pero no lo hizo y no me ha comunicado por qué_ explicó Lucifer.

_ Bueno, yo tampoco sé el motivo, pero de lo que estoy segura es que Alastor está bien_ aseguró Rosie.

_ Eso espero_  suspiró Lucifer.

_ ¿Qué le parece si le preparo un rico pastel de manzana?_  propuso Rosie, intentando animarlo.

_ Eso me encantaría, con un poco de helado de vainilla_ respondió Lucifer, sus ojos brillando de emoción. Últimamente tenía muchos antojos y había descubierto que Rosie era una excelente cocinera.

Lucifer rió un poco al recordar que, aunque sabía que Rosie usaba ciertos ingredientes como carne de otros demonios, siempre pensó que le resultaría repugnante. Sin embargo, cuando lo probó, le encantó. También sabía que Alastor y Rosie eran caníbales, y pensó que tal vez su manzanita también tenía ciertos gustos de su padre. Al principio no le gustaba la idea, pero ya lo estaba aceptando.

Llegaron a la cocina y Rosie se puso en marcha.

- Su Majestad - dijo Rosie.

- Puede llamarme Lucifer, Rosie - respondió él.

- Bien, Lucí, encantada. Prepararé esto en un instante - dijo Rosie.

- De acuerdo, Rosie - asintió Lucifer.

- ¿Sí? ¿Qué pasa? - preguntó Rosie

- Bueno, preguntaba si podíamos ir a visitar a Husk - dijo Lucifer.

- ¿A quién? - preguntó Rosie confundida.

- Oh, él es un viejo amigo de Alastor. Sabes que él no habla de la misma persona más de una vez si no es importante y tiene alguna relación mínimamente cercana - explicó Lucifer.

- Ah, ya entiendo. Pero sería riesgoso ir a visitarlo en tu estado, Lucí - dijo Rosie preocupada.

- Tienes razón - admitió Lucifer.

- Pero podemos decirle que venga, no creo que se niegue - sugirió Rosie.

- Sí, de acuerdo. Enviaré una invitación - decidió Lucifer.

- Bueno, el pastel ya está en el horno. Solo esperemos - dijo Rosie.

Ambos continuaron hablando mientras Lucifer pidió que enviaran a Llamas a Husk, el demonio de juego.
















El segundo gobernante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora