La última imagen que recordaba era la del cielo y parte del faro, desdeentonces todo había sido oscuridad absoluta. Una oscuridad de vez en cuandoacompañada por voces que se sentían y escuchaban lejanas y cercanas a la vez,no tenía idea de lo que estaba pasando, solo era consciente de una sensaciónmuy rara en todo mi cuerpo. Hasta hacía un momento me encontraba envuelta en esa extraña oscuridad, pero luegode sentir una presión incrementándose en mi pecho todo tomó forma. Agradecíapoder ver algo, aunque la verdad era que el aspecto no había mejoradodemasiado, la visión de mí alrededor era limitada por culpa de una espesaniebla que llenaba el lugar.
Por lo que lograba ver, éste lugar parecía como un bosque totalmenteseco, sin vida, con árboles grises que se combinaban en la espesura. Trato demirar hacia donde debería estar el cielo pero la niebla parecía habérselo tragado, por lo tanto no podía saber si era de día ode noche. Las cosas fueron diferentes cuando mire hacia el suelo, éste era unatierra, al igual que todo lo demás, seca y con un singular tono rojizo,cubierto por rocas y ramas.
Cuando ya no pude ver más que eso me decidí a comenzar a caminar,tratando de encontrar algo. El camino era largo y parecía no tener fin, hastaque un árbol se me apareció justo frente a mí; frené justo antes de golpearmeel rostro contra su corteza. Me alejé apenas unos centímetros para descubriruna flecha grabada en rojo sobre la piel del árbol, justo a la altura de misojos. La curiosidad me llevó a acercar mi mano y tocar esa marca, al segundodespués un viento repentino y fuerteapareció, llevándose toda la niebla consigo. Para cuando el viento también hubodesaparecido pude encontrarme en un paisaje totalmente diferente al anterior,más allá de la ausencia de la niebla, ahora el bosque estaba cubierto de verdey árboles llenos de vida, frutos y flores. Quería quedarme mirando, pero algodentro de mí me obligó a volver la vista sobre la marca de la flecha, entoncessupe que debía seguir el camino que me indicaba.
Seguí caminando, repentinamente había perdido total interés en disfrutardel nuevo y hermoso paisaje, y ahora solo me importaba una cosa, llegar alfinal del camino para poder descubrir de que se trataba todo esto.
El camino volvía a parecer interminable, hasta comenzaba a sospechar queen realidad no había dado más que cientos de vueltas. Pero entonces me encontrédentro de un claro abriéndose en medio del bosque, y justo en su centro de éstehabía un tronco de árbol cortado. Pero lo que en realidad llamó mi atención fueel cielo nocturno que era una mezcla de violeta, azul y negro; además, casi nohabía espacios libres de estrellas. Era realmente hermoso, de una forma extrañame hacía sentir llena de paz y no quería dejar de mirar hacia arriba. Pero uncarraspeo me obligó a bajar la mirada, para descubrir que ahora una mujerestaba sentada en el tronco cortado. Al mirarla ella sonrió de una maneraextraña, era una mueca que dedicaba dulzura pero a la vez era muy siniestra.Sus dientes eran tan blancos como su largo vestido, o incluso tanto como lasestrellas que brillaban en el cielo.
–Alexa, me preguntabacuándo llegarías. Es bueno verte, parece ser que ya es tiempo... –ella no dejabade sonreír, haciendo que unos hoyuelos se marcaran a los costados de lacomisura de sus labios. Su rostro mostraba a una joven que, tanto por lo tersay blanca de su piel, no parecía mayor de veinte años; sin embargo algo en sumirada me hacía pensar que ella era mucho más grande que eso. Y entonces unpensamiento nuevo llego a mi mente haciendo que dejara de fijarme en su casiangelical rostro.
–Disculpa, pero... ¿cómoes que sabes mi nombre? –en ese exacto momento su sonrisa pareció hacerse másgrande, de una manera que parecía estar burlándose de mi ingenuidad.
–Se el nombre de cadapersona en el mundo, cómo no habría de saber el tuyo, sería una mejor pregunta.
–No lo entiendo...
–Ya lo harás –ella selevantó, dejando ver cuán largo era su cabello negro y se acercó hasta quedarfrente a mí. Entonces tomó mi mano, y en cuanto comenzó a hablar el bosque yella desaparecieron. Por mis ojos pasaban imágenes de un hospital, veía a mispadres, a Andrew y a Daniel, esas voces que había escuchado cuando todo eranegro comenzaban a tener sentido– Yo soy a quien llaman "La Muerte", y tú,ahora mismo, estas en ese estado que los humanos llaman "coma". Y por esa mismarazón es que ahora estás conmigo, estas en el limbo, entre la vida y la muerte.Y en este mismo momento te toca decidir, vivir o morir. Ambas opciones tienensu lado positivo y negativo, si escuchas lo que tengo que decir te será más fácil decidir, o al menos asísucede en la mayoría de los casos. Pero también puedes elegir no escuchar laverdad de la vida y la muerte, y decidir con tu pleno conocimiento –entonces mesoltó la mano y volví al lugar en donde ella estaba– ¿Qué quieres hacer?
– ¿Seré feliz si decidovivir? Es que... estoy cansada de todo este sufrimiento y dolor por el que heestado pasando, ya no quiero más de eso, quiero ser feliz y poder estartranquila...
–Y tienes miedo de queal volver a tu vida nada cambie, que el dolor siga presente –asentí con un nudoen la garganta, ella tenía razón, yo tenía miedo– Seré totalmente sinceracontigo Alexa, solo al morir podrás conseguir la total paz, calma y felicidadque deseas, y no lo digo porque yo sea La Muerte, es así. Sin embargo, tendrástambién momentos de pena y nostalgia, porque no podrás ver a quienes amas hastaque ellos mueran también. Y si decidieras vivir... mira, seguirás sintiendo dolory sufrirás más de una vez, pero así es la vida con todos; y sin embargo éstatienes cientos de momentos hermosos por entregarte, si te atreves a vivirla.Solo podrás tener amor cuando mueras si tienes amor cuando vives, si decidesmorir ahora, no tendrás amor por un largo tiempo, y sin embargo serás feliz...
– ¿Y se supone queluego de esa explicación me sería más fácil elegir? –Ella rió apenas dije eso,parecía como si ella ya supiera que diría aquello– ¿qué es lo que tengo quehacer para demostrar cuál es mi decisión?
–Estas confundida porquetu mente quiere una cosa mientras que tu corazón otra... Ese tronco en el queestaba sentada, siéntate allí y lo que tu alma necesite se transformará en tudecisión –ella dio unos pasos hacia un costado dejándome ver nuevamente eltronco de árbol cortado, e inmediatamente me vi caminando hacia éste. En cuantollegué y me volteé para sentarme, noté que ella había desaparecido.
Me senté, y mis ojos se cerraron automáticamente, entonces sentí como sialgo tirara de mi pecho. Cuando volví a abrir los ojos vi blanco, una luzblanca que de cierto modo me reconfortaba...
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Por fin esta historia está a un capítulo del final, gracias a todos losque leyeron, siguieron y esperaron cada capítulo. Me disculpo por no habersubido nada en estas dos semanas, pero bueno, acá está, el que creo que es elcapítulo más largo de "De una manera u otra". Besos :3
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De una manera u otra
Teen FictionEsta es la historia de Alexa, una chica a la que le ha tocado una vida difícil y por lo tanto cree que debe estar sola, para no herir a nadie. Pero con el tiempo descubrirá que uno no elige cuando enamorarse, y que el amor es para todos, que nadie e...