Cap. 21:

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Susan me miraba del otro lado de la puerta, en cierto modo su mirada era la misma, pero también había algo diferente en ella hoy. Apenas abrí la puerta, ella aparto la mirada pero no con desprecio, si no con… no lo sé, ¿vergüenza? Lo dudaba en ella, pero respire hondo y la deje pasar. La guie hasta el sillón y ambas nos sentamos, la verdad es que no me sentía enojada con ella. Dicen que para que uno pueda seguir adelante y vivir una vida feliz debe perdonar los errores de sus seres queridos, para así no cometerlos uno mismo. Y supongo que inconscientemente lo hice, por lo que ahora la miraba con curiosidad sin recelo esperando a que hablara.

Mientras que esperaba a que ella dijera algo, la observe. Ella miraba al suelo como ausente y tenía sus manos apoyadas sobre su regazo apretadas con fuerza. Vi como cerro y luego abrió los ojos con lentitud, entonces se volteo y me dedico una mirada llena de culpa.

            –Alexa –suspiro– quiero disculparme por todo lo que te he hecho y lo que te he dicho. Sé que hice mal, y tarde todos estos años en darme cuenta que en realidad te quiero. Y quería que supieras que, aunque estuvo mal, la culpa que yo sentía por no haber pasado el tiempo suficiente con mi enferma hermana no la quise asumir; y en vez de eso te culpe a ti cuando tu no tenias la culpa en lo absoluto. Sé que será difícil para ti, pero quisiera que pudieras perdonarme por todo, ya son varios días los que no duermo por la culpa que siento… –su voz se acallo con un sollozo que escapo de sus labios. Aparto su mirada y no pudo seguir hablando porque si no lloraría. Nunca había visto a Susan así, tan mal, y supe entenderla.

            –Susa… tía –me corregí, ella me volvió a mirar– Aunque ha sido poco tiempo, en estos días descubrí mucho mas de la persona que soy y de la quiero ser. Y no quiero pasar el resto de mi vida con rencor hacia la una familia que me queda, ya te he perdonado, incluso sin saberlo.

Sonrió… verla sonreír, era realmente extraño. Era un gesto que desconocía en ella, y enseguida su sonrisa me contagio y me vi a mi misma sonriendo también. Ella me tomo de la manos, tenía algunas lagrimas cayendo por sus mejillas.

            –Gracias… en serio, muchísimas gracias. Luego de todo lo que te había hecho, creí que… creí que no me perdonarías.

            –Supongo que eso hace la familia, se perdonan, aunque no tengo mucha experiencia en eso… –ella miro hacia otro lado apenada y enseguida volvió a mirarme, sonriendo.

            –Se de algo que podemos hacer para arreglar eso.

            – ¿Qué cosa?

            –Ahora en poco tiempo comienzan las vacaciones, y se me ha ocurrido que tendríamos que hacer un viaje juntas. Para poder, ambas, conocer lo que hace una familia y formar, a partir de ahora, hermosos recuerdos –me quede literalmente sin habla ¿irnos de vacaciones? Desconocía totalmente como seria aquello, pero sonaba agradable– Se que esto es algo repentino, y no tienes que contestarme ahora. Pero en serio quiero que hagamos esto juntas, creo que será una gran experiencia para poder empezar a reconstruir la confianza perdida –ella desvió su mirada hacia el reloj que tenía en su muñeca y luego volvió a mirarme– ahora tengo que irme, pero piénsalo. Ya sabes mi teléfono y donde vivo, que por cierto me gustaría que volvieras a casa, así que cuando te sientas preparada dime lo que has decidido.

Y al igual de rápido que entro, se marcho. Todo esto había sido tan repentino que hasta dudaba que hubiera ocurrido, pero era real. Me quede sentada en el sillón el resto de la tarde, quería decirle que si quería ir ya, pero preferí darme tiempo a pensar todo por lo que la llamaría en unos días para darle mi respuesta. La verdad estaba bastante emocionada por esto…

No me había dado cuenta del tiempo que había pasado hasta que vi a Daniel abrir la puerta, dejándome ver que era de noche, y entrar. Una vez que cerró la puerta se volteo y se me quedo mirando, luego de dejar las llaves colgadas se sentó a mi lado y paso su brazo por sobre mis hombros.

            – ¿Te aburriste mucho sin mi compañía? –dijo en broma.

            –La verdad es que ha sido un día interesante.

            – ¿Te pudiste comprar algún libro que te interesara?

            –Si, y compre uno de Sophie Abbott.

            – ¿El libro que lees siempre no es de esa escritora?

            –Si, pero como es mi escritora preferida decidí darle una oportunidad a otro algún otro libro de ella.

            – ¿Y de qué trata?

            –La verdad, no lo sé, no lo pude leer –él me miro confundido.

            – ¿Entonces qué fue lo que hizo tu día “interesante?

            –Mas bien fue un “quién” –su gesto cambio enseguida y note como se ponía “algo” celoso.

            – ¿Saliste con un chico? –me reí.

            –No, ésta persona vino aquí.

            – ¿Así que trajiste a otro chico a MI casa? Eso es aun peor Alexa –me reí y él solo pareció enojarse más.

            –No, fue mi tía la que vino –su gesto volvió a cambiar repentinamente. Frunció el ceño.

            –Hubiera preferido que viniera un chico, ¿a qué vino ella? ¿Te insulto o algo por el estilo?

            –No, no. Nada de eso, de hecho a cambiado bastante, me pidió disculpas por todo y… y me invito a que pasemos las vacaciones juntas, quiere que vayamos de viaje a algún lado.

            – ¿Y crees que en serio ha cambiado? Quiero decir, las personas generalmente no cambian, y si lo hacen, tardan bastante más que unos días –suspire y lo mire, ya había pensado en eso.

            –Lo sé, a mí también me resulta extraño. Pero tendrías que haberle visto la cara, con solo su mirada me demostraba lo arrepentida que estaba. La he perdonado, de todos modos creo que es importante para poder seguir adelante y poder vivir mejor conmigo misma.

            –Y con respecto al viaje, ¿qué le dijiste?

            –Nada, estoy pensando en ello. Susan me dijo que me dejaba para que lo considerara, pero me pidió que luego la llamara o que la fuera a visitar para darle mi respuesta definitiva. ¿Qué crees que tengo que hacer?

            –Lo que yo opine respecto a esto creo que no debe cambiar tu decisión, eres tú la que hará o no este viaje con tu tía.

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Bueno, como ayer no subí capitulo porque estaba cansadísima, hoy subiré dos n.n espero que les guste el capitulo, besos.

De una manera u otraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora