Cap. 29:

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Me desperté bastante temprano emocionada ya que en este día nos esperaba el viaje a California, terminamos de guardar todo lo que habíamos utilizado en los bolsos y descansamos el resto del día. Mathias vino a visitarnos un momento para despedirse, almorzamos juntos y con Susan emprendimos viaje en un taxi al aeropuerto. Claro que antes de irnos para allí nos fuimos a despedirnos de la familia de Mathias, y para agradecerles todo lo que habían hecho por nosotros. Junto con esto llegaron promesas de no perder la comunicación y volver a visitar Paris.

En todo el camino hacia el aeropuerto mire por la ventanilla, observando con nostalgia las calles por la que había caminado esta semana. Estos días habían sido increíbles, y me termine dividiendo en dos deseos, quería quedarme en Paris pero también quería ir a California a ver que nos esperaba allí. Una vez que llegamos deje a Susan sentada, mientras que ésta leía una revista, y comencé a recorrer el enorme lugar que abarcaba este aeropuerto. También mire con curiosidad a toda la gente que había allí, tantas culturas, distintos países, creencias todo en un solo lugar, en cierto modo era fascinante escuchar todos esos distintos idiomas.

Si bien faltaba bastante para que nuestro avión saliera, decidí volver por mis pasos hacia donde había dejado a Susan. Me dolían ligeramente los pies y quería ya sentarme, pero antes me decidí a pasar al baño ya que odiaba los baños que tenían los aviones y quería utilizarlos lo menos posible. Y cuando salía del baño de mujeres me pareció ver de reojo a una persona conocida, me voltee a mirar indiscretamente y me encontré con un hombre castaño que me miraba fijamente. No me di cuenta de donde lo conocía entonces, y no lo recordé hasta que estuve a solo unos pasos de Susan. Era el hombre que me había estado mirando cuando fuimos a visitar la Catedral de Notre Dame, ¿o no lo era? No estaba muy segura en realidad, quizás solo era alguien parecido. Estaba muy perseguida, seguramente no era nada, decidí dejar el tema de lado ya que no era realmente importante…

Para este viaje mi cuerpo parecía haberse acostumbrado un poco más al movimiento del avión, ya que fueron muy pocas las veces en que me mareé. Pero de lo que sufría ahora era de aburrimiento, faltaban varias horas antes de llegar a California. Y Susan había estado durmiendo todo el viaje mientras que yo no había podido pegar ojo en ningún momento, me era imposible. Y las películas que estaban pasando en la pequeña televisión que colgaba del techo eran completamente aburridas, y me emocione cuando la que pasaban en este momento termino.

Espere a que pusieran algo interesante, mas comenzaron a pasar unos anuncios de niños y jóvenes extraviados, como no tenía nada más que hacer me quede observando las fotos. Debajo de éstas pasaba un breve texto en varios idiomas, “Si usted ha visto a este niño o sabe algo de él, llame a este número. Sera recompensada cualquier información” y debajo de cada diferente foto aparecía un numero diferente que pertenecía a los padres o tutores de ese niño. Y mientras las fotos iban pasando me encontré con una en la que aparecía una niña y sus padres, me sorprendí al reconocer a Sophie Abbott, mi escritora preferida, como la mujer que aparecía. Según decía la información, su hija ahora tendría alrededor de 16 años, si mis cuentas no fallaban. Estaba tan concentrada en la pantalla que no me di cuenta de que Susan se había despertado, hasta que me empezó a hablar sobre donde nos hospedaríamos.

            – ¿Y qué haremos en California? –dije aprovechando el pequeño silencio que se había formado para preguntar.

            –Bueno, en estos días iremos solamente a spa. Luego de esta semana ajetreada nos merecemos un descanso, bueno, luego de toda la vida difícil que te hice pasar… –ella desvió la mirada arrepentida.

            –Es cierto que no me hiciste la vida fácil, pero esta semana ha sido la mejor de mi vida y lo que importa es que ahora estas tratando de ser mejor. Te quiero mucho tía, gracias por este maravilloso viaje.

Ella sonrió feliz y luego seguimos hablando…

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Bueno, espero que les haya gustado este capítulo n.n gracias por leer

De una manera u otraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora