– ¿No vas a decir nada?
–Es que se que no te va a gustar saber lo que estoy pensando… –él me volteo e hizo que lo mirara. Al voltearme soltó mis manos y dejo caer los bordes de mi buzo, tal como había hecho ya antes.
–No puedes decir que te sientes a gusto aun dándote cuenta de cómo está tu cuerpo.
–Pues entonces no lo diré…
–Alexa –dijo sorprendido– ¡esto no es saludable! Si sigues así te puedes morir, y sinceramente no puedo creer que todavía no te haya ocurrido nada. Pero eso significa que aun estas a tiempo de recuperarte.
–Quizás no quiera recuperarme… –aparte la mirada, me era extraño ser tan sincera con alguien más sobre cómo me siento con mi misma.
–Alexa… –él me tomo con la mano del mentón obligándome a mirarlo directo a sus ojos… –deja de apartar la mirada, por favor, eso no evitara que alguna vez te tengas que enfrentar a tus problemas.
–Tienes unos ojos muy bonitos ¿sabías? –la verdad es que no había sido un intento para apartarme del tema, simplemente me había quedado embelesada con sus ojos marrones.
–No, la verdad no lo sabía –se rio– ¿a qué vino eso?
– ¿Qué? ¿Es un delito que me gusten tus ojos?
–No –se me quedo mirando sonriendo– tus ojos también son muy bonitos… ¿te lo habían dicho?
–Créeme cuando te digo que nunca nadie siquiera se fijo en mis ojos, o en nada de mí.
–Bueno, en cierto modo me gusta saber que soy el primero en adularte –era inevitable sonreír con sus tonterías, él me miro curioso– ¿sabes algo?
–Si no me lo dices no voy a saber que es ese algo.
–Me gustan tus sonrisas, pero me encanta cuando mis tonterías son la razón de ellas.
–Y tus tonterías son tuyas… así que, eres tú directamente el que me hace sonreír. Gracias por hacerme pasar buenos momentos.
–Un gusto alegrarte… –suspiro– ¿vas a tratar de cuidarte? –instintivamente deje de sonreír ¿por qué tenía que retomar ese tema? –Por mi –hizo una gesto raro que me hizo pensar en un cachorrito ¿cómo puede lograr que sonría cada segundo? Hace solo una semana hubiera odiado esto.
–Te prometo que hare lo posible… aunque ya es una parte de mí, es tan común en mi vida esto que a veces me cuesta darme cuenta de lo que hago…
–Bueno, pero ahora no tienes que hacerlo sola. Es decir, yo estaré para ti, incluso cuando tú no me quieras cerca.
–Siendo sincera, contigo y conmigo misma, tu compañía me gusta mucho y dudo que ya no te quiera cerca alguna vez. Solo te pido una cosa…
–Me gusta eso de que te sinceres, y que expreses lo que sientes. Dime.
–No siempre voy a querer cooperar con esto, mis cambios de humor son impredecibles y por eso puede ser que más de una vez te diga algo de lo que luego me voy a arrepentir. Y lo que quiero pedirte es que me tengas paciencia, no voy a ser fácil de tratar cuando este de malas.
–De todos modos no pensaba irme a ningún lado. Soy una persona que cumple con sus promesas.
Ya no quedaba más por decir, por parte de ninguno de los dos al parecer, así que simplemente nos tomamos de la mano y bajamos las escaleras para sentarnos en el sillón a mirar televisión.
Estaba algo cansada, así que no prestaba atención a lo que pasaban en la televisión, incluso mis ojos se me cerraban un poco. Pero mi mente seguía trabajando, pensando en Daniel y yo. No estaba segura de lo que éramos, es decir, nunca había tenido amigos pero no creía que los amigos fueran tan… íntimos, si se pudiera decir. Nos adulábamos el uno al otro, nos tomábamos de la mano, nos abrazábamos, ahora estaba sentada a su lado con la cabeza apoyada en su hombro y el pasaba su brazo por sobre los míos, hasta incluso nos habíamos besado una vez… Ahora que recordaba eso, que vergüenza, ¿cómo pude salir corriendo de esa manera?
Y con ese recuerdo no solo vino la vergüenza, sino también las ganas de probar sus labios. No me di cuenta de que lo estaba mirando tan obviamente hasta que él se volteo a mirarme.
–Por favor, no me digas que tengo un moco en la nariz…
– ¿Qué? –la risa salió de mi incontenida.
–Es que te me quedaste mirando muy fijamente, y se me ocurrió que quizás eso pudo pasar.
–Bueno, no era exactamente por eso pero no importa –me voltee a mirar la televisión fingiendo que prestaba atención al programa o película o lo que fuere que estaba pasando, pero mi mente seguía en aquel pensamiento. Mierda, odio no poder controlar lo que siento.
–Alexa –me voltee a mirarlo enseguida, él sonrió y yo me sonroje ya que descubrió que no estaba prestando atención al televisor– Si te besara ahora ¿saldrías corriendo como lo hiciste la ultima vez?
–La verdad es que no, ¿por qué lo preguntas?
– ¿Por qué crees? –el entorno los ojos divertido– a veces eres muy poco perceptiva Alexa.
Me puse algo nerviosa cuando él comenzó a acercarse a mí, pero ¿no era eso lo que hasta hacia un rato había querido? ¿Entonces por qué ahora estaba tan nerviosa? Lo tenía a centímetros de mi rostro y al mirar sus labios todo rastro de vergüenza desapareció y elimine el espacio que quedaba entre nosotros. Cerré mis ojos para besarlo y…
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Bueno, al igual que hice con LHG, voy a hacer un “especial de capítulos” por así decirlo pero esta vez por el cumpleaños de mi mejor amiga de toda la vida <3 Como hice en la otra novela, subiré capitulo desde hoy hasta el Domingo. Espero que te guste Julii <3
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De una manera u otra
Novela JuvenilEsta es la historia de Alexa, una chica a la que le ha tocado una vida difícil y por lo tanto cree que debe estar sola, para no herir a nadie. Pero con el tiempo descubrirá que uno no elige cuando enamorarse, y que el amor es para todos, que nadie e...