Una vez que llegamos al aeropuerto, dejé a mi tía quien se dirigió a unos asientos a esperar nuestro vuelo mientras que yo iba a pasear por ahí un rato. Luego de unos minutos caminando me topé con unos ventanales gigantes, éstos daban a la pista de aterrizaje así que me quede allí mirando como aviones iban y venían de distintos lugares del mundo. No estaba realmente concentrada en esto, así que enseguida note como mi celular vibraba en el pantalón de gimnasia que tenia puesto. Saque mi celular y mire la pantalla en donde aparecía el nombre de Daniel, él me estaba llamando así que enseguida atendí. Él se precipitó a hablar primero por lo cual no pude siquiera saludarlo, él parecía estar apurado
– ¿Alexa? ¿Eres tú? ¿Dónde estás?
–Hola Daniel, si soy yo ¿Te sientes bien? Te noto algo… nervioso, supongo que podría decir.
–Si, sí, estoy bien –no había parecido prestar mucha atención a mis preguntas– ¿Estás bien?
–Si Kendall, estoy en el aeropuerto con Susan. Estamos esperando para subir al avión que nos llevara a Grecia, así que por ahora todo está bien, siempre y cuando el vuelo no se atrase.
–No subas a ese avión, quédate donde estás… –una voz de mujer sonó por el altavoz anunciando los vuelos que ya debían ser abordados, el que yo tenía que abordar estaba en esa lista.
–No te entiendo Daniel –comencé a caminar hacia donde había dejado a mi tía– en fin, ya me tengo que ir acaban de llamar a los pasajeros del vuelo que tengo que tomar – ¿tanto había caminado que ahora no encontraba a Susan?
– ¿No escuchaste lo que acabo de decir?
–Si, pero no voy a perder este vuelo solo porque quieres seguir hablando conmigo. Ya te llamaré cuando llegue a Grecia…
–No es por eso, Alexa ¿podrías siquiera escucharme? – suspiré girando los ojos cansada.
–Bueno, ¿qué es lo tan importante que tienes que decirme ahora?
–Necesito que te quedes dónde estás, no tomes el vuelo y aléjate lo más que puedas de Susan. Ella es peligrosa…
– ¡Daniel! –Dije a modo de reprimenda– Ya hablamos de esto, ya te he dicho que ahora la relación con mi tía es completamente diferente. Tuvimos nuestras discusiones pero no es como para decir que es peligrosa.
– ¡Eso es lo que no entiendes!, Alexa, ella no es…
Alguien me tomó del brazo haciéndome voltear, solté el celular asustada para luego tranquilizarme al encontrar el sonriente rostro de Susan. Ella llevaba todos los bolsos, los suyos y los míos.
–Te estuve buscando por todos lados, llamaron a los pasajeros de nuestro vuelo ¿no lo has escuchado?
–Si, tía, pero es que yo también te buscaba a ti y no te veía.
–Está bien, vamos –Tomé mis maletas y el celular que seguía en el suelo, para mi sorpresa la llamada no se había cortado así que mientras comenzamos a caminar seguí hablando con Daniel.
– ¿Hola?
– ¡Alexa! ¿Qué fue todo eso?
–Me asuste y se me cayó el teléfono al suelo, pero no fue nada. En fin, luego hablamos Daniel.
–Alexa, espera… –no le escuché, estaba cansada así que simplemente terminé la llamada y apagué el celular.
– ¿Era Daniel? ¿Qué decía?
–Si, él simplemente me deseaba que todo en Grecia estuviera lindo –le mentí por el hecho de que no quería que a mi tía le cayera mal Daniel– Estoy tan emocionada por llegar, este era el viaje de mis sueños.
–Que bueno que te guste tanto, yo también estoy emocionada. Siento que van a pasar grandes cosas allí.
–La verdad es que tengo el mismo presentimiento –dije agregando una sonrisa– solo espero que encontremos a alguien como Mathias para que nos haga de guía turístico.
–Eso en verdad estaría genial, por cierto ¿has hablado con él?
A partir de ahí comenzamos a hablar de temas irrelevantes pero que nos hacían reír, me preguntaba si así seria una relación con una madre. Supongo que Susan era casi como eso para mí. Charlando se nos paso el tiempo más rápido, y en seguida ya estábamos abordando nuestro avión. Solo esperaba que en este vuelo no me mareara, estaba cansada de vomitar en esos pequeños baños por el constante movimiento al cual todavía no me acostumbraba con totalidad.
En el comienzo del vuelo todo estuvo bien, pero en medio hubo una turbulencia con la cual tuve que salir corriendo al, por suerte, desocupado baño. Rato más tarde, cuando por fin salí, entre los pasajeros me encontré con el rostro de aquel señor que ya había visto en varios lugares en este tiempo. Agache mi cabeza y me dirigí caminando rápido a mi asiento, ahora estaba segura de que era él, no podía ser otra coincidencia. Esto era realmente raro, y me asustaba un poco, más aún luego de todas las advertencias de Daniel para que me quedara en el aeropuerto…
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De una manera u otra
Teen FictionEsta es la historia de Alexa, una chica a la que le ha tocado una vida difícil y por lo tanto cree que debe estar sola, para no herir a nadie. Pero con el tiempo descubrirá que uno no elige cuando enamorarse, y que el amor es para todos, que nadie e...