Poché seguía en el mismo sitio donde había recibido la noticia de Laura, aún intentando lidiar con el incesante dolor.
La morena había llamado a Abi y Mari para informarles de lo ocurrido. La pareja fue a toda velocidad a casa de Poché, para encontrársela aún en el mismo lugar donde Laura la había dejado, pero en un mar de lágrimas. Mari la abrazó con fraternidad mientras Abi intentaba limpiar su rostro.
-Tranquila Pochas- Con calma- Háblame.
-Respira- Intervino Abi- Por favor.
-N,no puedo, no sé qué voy a...hacer- Decía Poché sin apartarse de Mari- No sé que voy a hacer.
-Primero calmarte ¿Okay?- Poché asintió ante la petición de Abi.
-No puedo- Alegó Poché- De verdad no puedo.
-Tienes que poder ¿Me oyes?- Mari sujetó el rostro de Poché entre sus manos- Tienes que poder porque ya es tiempo de tomes las riendas del asunto María José- La morena la observó confusa- Tienes que ir tras Calle, pero esta vez en serio. ¿Quieres recuperarla?
-¿Estoy a tiempo?- Mari sonrió.
-Siempre has estado en tiempo de arreglar las cosas- Emocionada- Una vez, Calle entendió que había cometido un error, así que fue tras de ti, nada le aseguraba que iba a detenerte en aquel aeropuerto, pero ella no se detuvo. Ella quería recuperarte. Es el momento de que tú hagas lo mismo- Ahora Poché lo veía muy claro. Estaba dispuesta a todo con tal de recuperar a Calle. No lo pensó dos veces, salió en dirección al aeropuerto mientras Ani y Mari la animaban dese atrás.
-¿Crees que lo consiga?- Preguntó Mari cuando perdieron el coche de vista.
-No tengo la menor duda- Sonriente.
-Gracias Abi- la morena la observó sorprendida- Por enseñarme a quererme tal como soy, eres lo mejor que me ha pasado en la vida- Abi sonrió emociononada antes de robarle un beso apasionado.
Poché llegó a Roma esa misma tarde, sin una dirección a la que ir, sin, siquiera, una pista del paradero de Calle. No importaba, estaba dispuesta a recorrer toda Roma si hacía falta hasta encontrarla.
Tras haber pasado toda la tarde en una búsqueda sin sentido, llegó a una calle poco concurrida por turistas.
Empezaba a darse por vencida, aquella era una ciudad muy grande. Por lo que hacer el idiota no le iba a servir de nada.
Vio en la esquina a un hombre de avanzada edad con un cartel que rezaba "Pascal El Adivino". Más que un "Adivino" el hombre parecía un vagabundo, así que Poché le echó en el jarrito más monedas que llevaba en el bolsillo.
-Acércate muchacha- Pidió el hombre- ¿No quieres saber tu futuro?
-No creo mucho en esto señor, lo siento- Alegó con amabilidad.
ESTÁS LEYENDO
How You Get The Girl
FanficMaría José Garzón siempre ha tenido dos cosas muy claras en su vida: 1- Está locamente enamorada de su mejor amiga. 2- Ella no le corresponde. ¿Qué pasaría si un día su gran secreto sale a la luz? ¿Daniela le corresponderá?