María José Garzón siempre ha tenido dos cosas muy claras en su vida:
1- Está locamente enamorada de su mejor amiga.
2- Ella no le corresponde.
¿Qué pasaría si un día su gran secreto sale a la luz?
¿Daniela le corresponderá?
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Tres semanas habían pasado desde la última vez que Lauren vio a Camila, por lo que empezaba a pensar que, finalmente, la chica había decidido darse por vencida.
Abi y Mari habían vuelto de su Luna de miel completamente felices.
Todo parecía ir tranquilo en aquel primer mes de embarazo de Calle. Poché la consentía más de lo normal. La castaña estaba encantada a pesar de los mareos y vómitos.
Aquella mañana, Calle despertó en los brazos de su esposa. Apagó el incesante despertador con rapidez. Quería disfrutar unos segundos de la imagen más hermosa de su esposa, la que le brindaba cuando dormía. Calle besó su frente, provocando que por fin se despertara. Poché sonrió nada más encontrarse con los ojos azules de la chica.
-Buenos días preciosa- Susurró Calle cerca de su oreja. Poché sonrió.
-Buenos días mi amor- Bostezando- ¿Que haces despierta tan temprano?
-Me he propuesto llegar a tiempo al aeropuerto por una vez en la vida- Dejando escapar una carcajada.
Poché la observó confusa, hasta que recordó que día era aquel.
-Cierto- Exclamó. Aquella mañana tomarían un vuelo a Andorra junto a Abi y Mari. Pasarían una semana por allí, esquiando en Grandvalira, conociendo Andorra La Vieja... sería fantástico.
Se prepararon con tranquilidad, sin duda, Calle iba a cumplir lo dicho. Aquella sería, increíblemente, una de las pocas veces que llegarían a tiempo.
Andorra La Vieja era una ciudad preciosa, las había dejado impresionadas aquella tarde que dedicaron a caminar por sus calles de piedra llenas de historia.
La mañana siguiente decidieron dedicarla a esquiar. A pesar de las bajas temperaturas, el sol brillaba sobre ellas. Esquían por un par de horas, hasta que Calle empieza a sentirse un poco mareada.
-¿Estás bien amor?- Poché soltó los palos de esquiar para sujetar a Calle, la cual asentía para restarle importancia.
-Tranquila Gorda, estoy bien- Apoyándose en ella.
-Deberías descansar Calle- Alegó Abi al instante.
-Vayamos un rato a la cafetería- Sugirió Mari al ver la escena- Por mi parte, también estoy agotada.