María José Garzón siempre ha tenido dos cosas muy claras en su vida:
1- Está locamente enamorada de su mejor amiga.
2- Ella no le corresponde.
¿Qué pasaría si un día su gran secreto sale a la luz?
¿Daniela le corresponderá?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
5 años después.
El tiempo pasa volando cuando se es feliz. Muchos dirían que la felicidad no existe, pero es difícil dejar de creer en ella cuando tienes la oportunidad de vivirla.
Calle y Poché habían cumplido su sueño de formar una familia feliz junto a su pequeña Marta, y, poco después de que Poché recuperará la memoria, con el nacimiento de Ryan, su segundo tesoro.
Calle no podía dejar de agradecer cada día por haber tenido la suerte de amar a aquella dulce mujer que le enseñó que valía la pena vivir. Ahora no cambiaría ni un solo segundo a su lado.
Poché, tras recuperar la memoria, le pidió perdón a Calle por todo lo que había dicho, por sus constantes rechazos, y le agradeció por su fortaleza y por nunca haberse rendido con ella.
La pequeña Marta, ahora con 8 años, era la viva imagen de Poché, aunque los ojos eran avellana como los de Calle, al contrario que el pequeño Ryan, de 5 años, que era completamente igual a Calle, incluyendo los ojos.
Nadie que las viera diría que hubo un tiempo en el que no estuvieran juntas.
Abi, por su parte, era feliz junto a Laura, Leith y las gemelas Leeza y Leena. En su casa sólo se podía sentir la felicidad y dedicación.
Mari, tras recuperarse del accidente, decidió cambiar su vida para siempre. Había asistido a un centro de rehabilitación, y enfrentó sus miedo con Calle, confesando su sentimiento de culpa. Calle le aseguró que nadie tenía la culpa, y que lo mejor era mirar hacia el futuro. Poché le aseguró que todo era parte del pasado. Ahora Mari se dedicaba a su hijo en totalidad. Este se había apegado mucho a ella.
Lauren vivía en paz con Lucy, Camilita y el pequeño Lorence. Camila era aún un dolor constante en su alma, pero esto no le había impedido rehacer su vida. Lauren había aprendido a vivir con el peso de haber perdido al amor de su vida, y, a pesar de que amaba a Lucy, nunca volvería a sentir lo mismo que con Camila.
-Ayúdame mi amor- Se escuchó la voz de Calle.
-Mamá no te va a ayudar esta vez mami- Alegó Marta sonriendo con malicia. Calle se entretenía jugando con los niños.
-¿Que sucede aquí?- Se escuchó la voz de Poché.
-¡Estamos vengándonos mamá!- Espetó Ryan antes de lanzarse sobre su madre. Calle se quejó por el impacto.
-¡La vas a matar más bien loquito!- Informó Poché.
-¡Amor! ¡Ayúdame!- Pidió Calle- ¡No voy a conseguir que se bañen nunca!- divertida.
-Está bien- Resignada. Poché colocó el móvil en la mesa, procurando que siguiera grabando.
Los cuatro se llenaron de cosquillas. Las risas se podían escuchar por doquier.
-¿Qué haces mi cielo?- Calle acababa de encontrar a su esposa sola en el salón tras dejar a los niños durmiendo. Poché apagó la tele antes de invitar a Calle a sentarse junto a ella.
-Miraba viejos vídeos caseros- Apoyando la cabeza en su hombro.
-¿Más que nuestras sesiones privadas de películas?- Con burla. Calle le robó un beso.
-No podría elegir- Sonriente. Observaron por un largo rato los vídeos, en silencio, acurrucadas en el sofá- Gordi, lo hemos conseguido.
-¿Qué hemos conseguido Dani?- Confusa.
-Tener una familia feliz, estar juntas- Sonriente- No cambiaría un solo segundo a tu lado, eres mi pilar, siempre lo fuiste, lo eres, y lo seguirás siendo.
-Nunca lo dudes mi amor- Juntando sus frentes- Te he amado desde antes de conocerte, y lo haré más haya de la muerte.
Un beso apasionado las condujo a la cama, la cual, cada noche, era testigo del amor que se profesaban la una a la otra.
En aquella cama, el mundo no existía, sólo se pertenecían la una a la otra, como siempre debió ser, como siempre será, porque un amor tan grande, no podía quedarse guardado en su pecho, tenía que salir, darse a conocer.
Poché jamás imaginó que aquella niña castaña con la sonrisa deslumbrante aceptaría amarla como a ninguna otra.
Calle nunca imaginó amar a alguien de aquella manera tan profunda.
Tras 5 años de felicidad plena, el futuro se veía claro.
Nunca dejarían de amarse, porque estaba escrito que:
Daniela Calle amaría a Poché Garzón
y
Poché Garzón amaría a Daniela Calle
Por Siempre
Fin.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Gracias por acompañarme en esta historia! Espero que haya sido de su agrado. 🤍
