Calle continuaba observando a través del cristal a Poché, esta dormía plácidamente.
La respiración de la castaña era cada vez más pesada, marcando el paso a las lágrimas. ¿Era aquello verdad?
No, se negaba a creerlo. Aquello no podía estar pasando. Desde que había escuchado aquellas sutiles palabras que destruyeron su mundo, se había mantenido observando a través de aquel cristal, intentando entender que había hecho para merecer tal castigo.
Quizás el no haber sido capaz de descubrir sus sentimientos hacia Poché antes, o el echo de haberla engañado, o simplemente aquello era otra jugarreta del destino en su contra.
Los sollozos empezaban a hacerse incontrolables, se llevó una mano a la frente intentando ocultar su llanto, pero su mano también temblaba, todo su cuerpo lo hacía. Tuvo que recargarse en la pared cuando su cuerpo ya ni era capaz de sostenerla.
Juan Carlos, preocupado por su nuera y su nieta, fue rápidamente a sostenerla.
-Calle- La sostuvo- Por favor, relájate, ¿Si?- Guiándola hasta una silla.
-No, no me, no me interesa, nada me interesa- llorando con fuerza- Quiero a Poché de vuelta.
-Yo también- Llorando, la abraza- Yo también.
-Hay posibilidades de que recupere la memoria Sra. Calle- Calle observó al doctor con atención- Pero llevará tiempo- Una pausa- Entiendo su dolor Sra. pero no hay otra opción.
-¿Mi dolor?- Respirando con enfado- ¿¡Mi dolor?!- Se levanta de la silla- ¡No sabes nada de mi dolor!- La cara empezó a ponérsele roja de la rabia- ¡Ahí adentro esta mi esposa! ¡MI esposa!- Haciendo hincapié en la palabra "Mi"- ¡La persona que amo! ¡La madre de mi hija! Con quien supuestamente debo pasar el resto de mi vida- Calmándose- Pero no me recuerda, no sabe mi nombre, no recuerda la primera vez que me robó un beso, no recuerda la primera vez que me sonrió con esa expresión única suya, no recuerda nuetra boda, no recuerda que estamos esperando una hija- se limpia las lágrimas con rabia- no me diga que entiende mi dolor, porque mi hija va a nacer sin su madre, porque Poché se va a perder el momento más especial de nuestras vida, nadie entiende mi dolor.
-Tranquila Dani, por favor- Rogó Juan Carlos sujetando su hombro. Calle se soltó del agarre y volvió a acercarse al cristal, Poché seguía plácidamente dormida.
Su cabeza no era capaz de entender porque aquella chica que descansaba no era su esposa si seguía igual que la última vez que la vio, alejándose de aquella maldita cafetería.
Calle suspiró, empañando el cristal marcado con sus huellas digitales.
Tras varias horas en silencio, observando a Poché dormir profundamente, la muchacha despertó. El corazón de la castaña se aceleró, se separó del cristal rápidamente.
-¿Qué pasa Daniela?- Intervino Juan Carlos rápidamente, Calle negó con la cabeza.
-Poché está despierta- Juan Carlos lanzó una mirada rápida.
-Por favor Calle, toma las cosas con calma, ponerte mal le hará daño a Marta, y cometer una tontería podría empeorar la situación de Poché.
-¿Qué se supone que debo hacer entonces?- Indignada- ¿Dejarla ir? ¿No decirle que este bebé es tan mío como suyo?- Juan Carlos negó con la cabeza rápidamente.
-N-no, no es eso, intent....- Una pausa- Sólo quiero que vayas lento, debemos decirle las cosas poco a poco.
-Yo no tengo tanto tiempo, ni Marta tampoco- Juan Carlos la observó confuso- Si Poché quiere estar presente en el parto...
-Calle, no sabemos lo que pue...
-No me digas que no sabemos lo que vaya a pasar en ese tiempo- interrumpió- Esta bebé es su hija, tiene derecho a verla nacer tanto como yo, tiene derecho a disfrutarla tanto como yo, y sólo quedan 4 meses para que Marta nazca.
-No estás pensando en Poché- soltó Juan Carlos entre dientes.
-¿Perdona?- Sorprendida- ¿Yo soy la que no estoy pensando en Poché?
-No, no lo estás haciendo, no estás pensando en su bienestar, en su salud...
-¿Yo no estoy pensando en Poché? ¿¡Yo?!- completamente momesta- Si mal no recuerdo lo único que quería mi esposa era ver nacer a su hija.
-Ese es el problema Daniela- Intervino Juan Carlos por fin- Ahora mismo, Poché no es tu esposa, no recuerda haberlo sido, no te recuerda, no recuerda a Marta, ahora mismo Poché es aquella adolescente de hace años.
-No es mi esposa, pero si es tu hija- Recalcó Calle, Juan Carlos asintió- Es injusto ¿Cierto?- Juan Carlos la observó confuso mientras las lágrimas se apostaban de la castaña una vez más- Es injusto que tu recuerdes a tu hija, pero le niegues el derecho a recordar a la suya- Se quedó en silencio- Pero no importa, supongo que soy yo quien está equivocada.
Calle no dijo una palabra más, ni dejo que nadie más hablará, observó a su esposa a través del cristal una vez más antes de encaminarse hacia la salida.
La castaña sentió su mundo derrumbarse una vez más, tuvo que sostenerse en la pared para no caer al suelo, sus piernas temblaban y las ganas de vomitar se apoderaban de su garganta, se sentía débil, vulnerable, mareada, todo empezaba a tornarse negro cuando sintió sus rodillas impactando contra el suelo antes de perder el conocimiento.
Calle estaba perdida, lo supo en cuanto abrió los ojos en aquella sala de emergencias. No era la primera vez que se descubría a si misma en un lugar así, pero aquella vez, por desgracia, no podría correr a los brazos de su esposa para sentirse mejor.
La castaña sentía pocas ganas de seguir viviendo, aquel medico que tenía en frente le decía cosas que no podía escuchar, y que tampoco le importaban, sólo podía pensar en su vida sin Poché.
Su mirada se cruzó con la de Abi, que había ido al hospital en cuanto supo que la castaña había sido hospitalizada, y al parecer, ella tambien había descubierto la noticia que había arruinado su vida, o más bien, todas las vidas de las personas que querían a Poché Garzón.
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How You Get The Girl
FanfictionMaría José Garzón siempre ha tenido dos cosas muy claras en su vida: 1- Está locamente enamorada de su mejor amiga. 2- Ella no le corresponde. ¿Qué pasaría si un día su gran secreto sale a la luz? ¿Daniela le corresponderá?