Capitulo 25

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Xiana

Una fiesta al estilo Auretta

He estado todo el día de un lado a otro , mi abuelo organiza su fiesta la cual será en el jardín y desde que amaneció han estado los empleados del servicio moviéndose de un lado a otro presionados por mi abuelo , el equipo encargado del catering está dirigido por un escocés que es el chef personal de mi abuelo.

Así es mi abuelo , le gusta hacer todo a lo grande y más cuando se trata de honrarse así mismo , es tan tal que en las invitaciones colocó una foto de él , su foto abarca todo el espacio del papel de la invitación y además de eso puso de encabezado "Fiesta en honor al gran Maximiliano Auretta , solo para la crema y nata" , cualquiera que no lo conoce cree que eso de "solo para la crema y nata " , es una broma , pero no es una broma .

Incluso puso un protocolo de vestimenta para todos los invitados y ordenó poner las mesas depende el nivel económico de los invitados, la clase alta como dice él va en las primeras mesas y cada mesa lleva el nombre de los invitados que la ocuparán , la clase media va después y la clase baja es la última y las mesas no llevan identificaciones . Según él es una pequeña fiesta pero todo el personal que contrató y todo lo que mandó a preparar dice todo lo contrarío.

Aún ni siquiera es la hora de la fiesta y los meseros ya andan con las bandejas con los tragos de un lado a otro , me tomo una copa de champaña mientras observo todo desde el balcón que da hacia el jardín por el área de la piscina y desde aquí arriba veo como se prepara todo .

—No voy a cantar.—llega Spencer y se me para al lado.

Ese es un detalle que se me había olvidado .

—Yo tampoco quiero cantar.—me bebo todo el contenido de mi copa.

—Mi abuelo a mi no me escucha así que miras a ver qué te inventas tu.

—¿Yo?

—Si tu.—se cruza de brazos.—Ve pensando que le vas a decir para que desista de esa idea loca.

Claro que no me imagino haciendo él ridículo delante de todas esas personas , en el vocabulario de mi abuelo una pequeña fiesta significa tirar la casa por la ventana, es lo mismo , una música aburrida y la gente viniendo con sus trajes y vestido de galas pero mi abuelo pone sus reglas.

—¿Pero que quieres que haga?

—Maximiliano te cree todo a ti.—se encogió de hombros.—Invéntate lo que sea.

—Está bien.—dejo la copa sobre una mesita .—Voy a ir a hablar con él.

Me echo a andar.

—Suerte.—me dice .

Me adentro en la casa y me muevo de un lado a otro tratando de ubicar a mi abuelo , voy a todas y cada unas de las salas pero mi abuelo no está , voy a la cocina y tampoco está , busco en cada parte de la casa hasta venir a parar en la sala de ocio y allí si está el jugando villar con mi papá .

—Abuelo necesito hablarte.—le digo, finjo ronquera.

—Dime.—responde el , se acerca y se queda parado frente a mi con el palo de villar en su mano .

Mi papá sigue con el juego , golpea las bolas , una entra al hueco y las otras se dispersan en la mesa.

—¿Que le pasó a tu voz?—me pregunta.

—Es que estoy un poco afónica.—hago todo lo posible porque mi voz salga ronca .

Sonríe divertido , es obvio que no se la cree.

El ave fénix de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora