Capitulo 67

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Dimitri

12 días de cautiverio.

Debo admitir que la chica tiene cojones , podría decir que los tiene mas puestos que todo mi ejército de mercenarios , lleva desde el día uno que la trajimos a Rusia resistiendo a las torturas físicas y emocionales que se le han implementado , no ha dado su brazo a torcer en ningún momento y se mantiene firme resistiendo a todo.

Hoy ha aguardado un día completo encadenada bajo el sol con los brazos colgados de extremo a extremo , sin tomar agua y sin nada de comer , es poco lo que ha comido desde que la trajimos aquí, se niega y se resiste a toda costa. Lo poco que come lo vomita de una vez.

Las cadenas en sus brazos están de extremo a extremo en dos columnas , pierde el conocimiento por momentos pero luego se recompone , usa la punta de sus pies como soporte para poder resistir al dolor que le causan los grilletes de las cadenas en su muñeca , nadie juega conmigo y se queda sin consecuencias y ella no es la excepción , le dije que era paciente pero mi paciencia también tiene un límite.

No quiso colaborar por mas que le pregunte acerca del chip ese que estoy seguro está en manos de Cárter Johnson y es solicitado por medio mundo criminal , ese chip es el detonante de algo grande , cuando digo detonante no hablo del detonador de una bomba pero se que lo que se puede hacer con ese chip es mucho más letal que usar una bomba , se dice que es como tener el control del mundo , y estoy seguro que ella tiene esa información de dónde está ubicada esa fortaleza pero no ha querido colaborar con nada de lo que se le pregunta.

Se le ha sometido a breves interrogatorios pero no me ha dado respuestas a mis preguntas , prefiere recibir las torturas que hablar pero tarde o temprano terminará hablando , no quería ser violento , no quería lastimarla pero ella no me ha dejado opción.

Estamos a la deriva en la parte trasera del club , aquí no hay más que polvo y esas dos columnas a las que está atada ella tratando de no desfallecer , este lugar ni la CIA puede localizarlo ya que está fuera de su radar.

No ha rogado por agua pero estoy seguro que lo terminará haciendo , el sol le da directamente a la cara y su pecho sube y baja con cada respiro que da.

Ya veo que el entrenamiento que recibió en Australia no fue en vano.

Estar encadenada no le quita lo bien que se ve , su carácter y resiliencia es lo que más me prende.

Aguardo en uno de los buggy que usamos para movilizarnos mientras me fumo un puro a unos metros de ella y veo como se sacude y mueve la cabeza de un lado a otro por la molestia del sol en su cara , noto lo rojo que están la plantilla de sus pies pero ella no da su brazo a torcer.

Silvana llega en otro buggy y se detiene a mi lado.

¿Está despierta?—me pregunta ella.

Asentí.

Debo admitir que es una mujer fuerte , otra en su lugar ya hubiera flaqueado y ella se ha mantenido firme, ¿porque no la matas de una vez y terminas con esto ya?

Sabes lo mucho que odio que me digan que hacer , no la quiero matar solo la estoy moldeando.

¿Moldeándola para que?—se baja del buggy y observa hacia donde esta la chica encadenada , su escolta se para a su lado y la cubre del sol con un paraguas.

El ave fénix de la mafia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora