Xiana
Múltiples razones.
—¿Un tercer latido?—repito confundida.
Siento que se me baja la presión con la noticia que me acaba de dar la doctora , me quedo contra la pared tratando de asimilar lo que acabo de escuchar "tres" , un tercer latido significa que son...
—¿Te encuentras bien?—me pregunta la doctora y empieza a palpar mi frente con los ojos abiertos de par en par.
—¿Un tercer latido?—repito en un hilo de voz , la noticia me pone feliz en extremo pero Dios , no sé si pueda ser una buena madre para ellos , no quiero luego reflejar mis traumas familiares en ellos.
—No había salido en la ecografía antes , es algo normal pero hoy cuando te desmayaste que te realice la ecografía entonces me di cuenta que no eran dos si no tres...
—Mis pequeños.—me paso la mano en el vientre y de la nada las lagrimas ruedan por mis mejillas.—Serán mis trillizos , mis bebés.
La doctora asiente con una amplia sonrisa.
Joder tengo miedo. Tengo mucho miedo y no lo puedo explicar con palabras pero me da mucho miedo.
Tengo muchas razones para ser feliz , mis lagrimas son lagrimas de felicidad y de nervios , me siento la mujer más feliz del mundo , la vida me ha golpeado fuerte pero esto me da mil motivos para seguir.
Tengo miedo pero pelearé con uñas y dientes , cuidare de ellos.
—Estás un poco ida , ¿quieres un poco de agua?
—No doctora.—me recompongo y me paro firme frente a ella.—No le diga a nadie más acerca de esto.
—De acuerdo.
—¿Cuando podré saber el sexo de mis bebés?
—Creo que en uno o dos meses más.—me sonríe.—Si son igual de tercos y testarudos que el papá y la mamá creo que durarán mucho para dejar ver su sexo.
No puedo explicar con palabras la felicidad que estoy sintiendo pero estoy en shock , estaba aferrada a la idea de que eran dos y ahora resulta que voy a ser mamá de tres pequeñas vidas que voy a amamantar, a cargar y a cantarles todas las noches...
Tengo miedo de no ser la madre que ellos se merecen.
—Creo que deberías irte a descansar , ¿ya te tomaste las vitaminas y tus medicamentos?
Niego con la cabeza.
—Hazlo y vete a dormir.—me hace una leve caricia en el hombro.
La doctora se va y yo aún sigo parada en el pasillo con mil preguntas a las que no consigo respuesta. Me hecho a andar hacia la habitación en la que se está quedando mi papá. La puerta está medio abierta , la empujó despacio y asomo la cabeza , las luces están apagadas y decido que es mejor irme ya que parece estar durmiendo...
—Xiana.—lo escuchó llamarme cuando me doy la vuelta para irme , volteo a verlo y el enciende la lámpara de una de las mesitas de noche.—¿Que paso hija?
—Quería ver si ya estabas dormido pero ya me voy.—me doy la vuelta para irme.
—¿Quieres hablarlo?—me pregunta desde donde está en la cama.
—¿Que?—volteó a verlo.
—Se que quieres hablar de algo.—se sienta en la cama con la espalda apoyada del espaldar de la cama.—Ven y dime que es.
Cierro la puerta y entro a la habitación, me acerco a la cama quedándome parada al frente.
—¿Porque supones que tengo algo que decirte papá?
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El ave fénix de la mafia
CasualeAquí no existe el punto medio o lo es todo o no es nada .