Un nuevo sentimiento (MARC)

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Prólogo: Marc nunca antes había pensado en ti de otra forma más que su mejor amiga, hasta que un día ese pensamiento cambia.

Cactusloverr

Después de haberse divorciado de Layla, Marc realmente no pensaba que podría volver a enamorarse, aunque tampoco se creía merecedor de ser amado después de todo lo que le hizo sufrir a ella y los problemas de confianza que tenía, sin mencionar su mente fragmentada y sus propios tormentos.

Prácticamente a la única persona que tenía (dejando de lado a Steven y Jake que siempre iban a estar para él), eras tú. Estuviste ahí desde que se conocieron en el ejército, y eras la única que sabía todos sus traumas y con quien realmente había llegado a abrirse respecto de sus más profundos secretos y traumas. Y seguías ahí todavía.

Aquel día Marc había amanecido sintiéndose por el suelo, su cuerpo lo sentía mil veces más pesado, su garganta dolía, tenía un fuerte dolor de cabeza y sentía que estaba hirviendo en fiebre.

Como pudo fue hasta la cocina y sacó el termómetro del cajón que Jake había designado para las medicinas o sólo "por sí las moscas", lo cual Marc creía que no debería estar en la cocina, pero ahí estaba y cada vez que había intentado cambiarlo, Jake volvía a ordenarlo en ese lugar.

Volvió a la cama y se dejó caer por completo antes de ponerse el termómetro bajo el brazo y apoyó la espalda en el respaldo cerrando los ojos mientras escuchaba la lluvia fuera del departamento.

En ese momento su teléfono sonó en la mesita de noche y lo alcanzó sintiendo como si ese hubiese sido el mayor esfuerzo del día, y vio tu nombre en la pantalla.

–¿Hola?

Uy pero Marc... ¿qué es esa voz?–Le dijiste al momento de escucharlo por el teléfono.–Llamaba para preguntarte si aún íbamos a ir a ver esa película que me dijiste pero parece que no se va a poder... ¿te sientes bien?

–Estoy un poco enfermo y creo que tengo fiebre así que la película tendrá que ser para otro día, lo siento.–Se disculpó apoyando la cabeza atrás y cerrando los ojos.

No pasa nada, no te preocupes. Quédate en cama, ¿si? No quiero que te sientas más mal de lo que ya estás, te veo en un rato.

–T/N no tienes que—. Ni siquiera alcanzó a terminar de hablar cuando ya habías colgado la llamada.

Marc soltó un suspiro rodando los ojos lo cual solo le hizo aumentar el dolor de su cabeza.

Se quitó el termómetro que solo confirmó sus sospechas y sin ya ánimos de nada más por el día, dejó el objeto en la mesita junto con su teléfono y se volvió a recostar arropándose con las frazadas volviendo a dormir.

(.....)

–Marc...–Escuchó un susurro a lo lejos que le hizo fruncir el ceño, y pronto abrió lentamente los ojos para verte agachada junto a él en la cama, y al notar qur había despertado le sonreíste.–Hola.

Marc abrió los ojos por completo y se sentó en la cama mientras tu te ponías de pie, y pronto pudo notar bien que estabas empapada de pies a cabeza, tu cabello estaba mojado por completo, te habías quitado tus zapatos y andabas trayendo puesta tu chaqueta de cuero negra que él mismo te había obsequiado, aunque mojada.

–¿Qué haces aquí y por qué estás tan mojada?–Te preguntó sintiendo su garganta doler.–¿Por qué viniste?

–Ah es que había un viento horrible y se rompió mi paraguas, pero eso no importa, lo que si importa es que fui a la farmacia y te traje algunas cosas y también compré otras para prepararte una sopa y té para el resfriado.–Le explicaste sacando las cosas de tu mochila que dejaste a los pies de su cama.–Me tomó tiempo encontrar miel pero lo logré así que voy a—

–No, T/N, ¿por qué viniste?–Insistió viéndote a los pies de su cama provocando que levantaras la vista.

–Porque estás enfermo, ya no te pongas bobo Marc, no empieces con tus estupideces de que no debería haber venido, que no vale la pena ni que tampoco te lo mereces.–Le dijiste molesta acercándote a él y empujándolo para que se volviera a recostar y arropándolo en el proceso.–Ahora duérmete otro rato mientras preparo la sopa para que te puedas tomar la medicina, ya vi que el super cajón de Jake "por si las moscas" lo único que tiene son los cadáveres porque no hay nada útil y de paso está todo malo.

Marc soltó una risita viéndote moverte alrededor de su habitación buscando algo de ropa seca para ponerte, y en ese momento sintió una calidez en su corazón y una sensación que nunca había sentido antes. Algo así como si por primera vez en su vida pudiera sentir ese lugar como su hogar, más aún viendo que te movías alrededor del departamento como si fuera el tuyo también.

Si era sincero nunca se le había cruzado por la mente verte de esa manera, pero ahora que lo pensaba mejor tu siempre habías estado ahí para él de forma incondicional sin importar el qué ni lo que hubiese hecho, en cualquier lugar, y aún mejor, sin juzgarlo por sus decisiones y/o acciones.

–Okey, me voy a poner esta playera con estos pantalones que se ven medianamente decentes y...–Le ibas diciendo antes de acercar la playera a tu nariz para olerla.–Y que parece estar limpia, y luego preparo las cosas, ¿si? Tu duerme otro rato que ya vengo.

–Bien...–Dijo con una pequeña risita.

–Genial, ya vuelvo.–Le dijiste antes de encerrarte en el baño.

Marc soltó una pequeña risita pasando ambas manos por su rostro, y luego las dejó sobre su abdomen viendo hacia el techo, sintiendo un cosquilleo en su estómago de tan solo saber que estabas ahí con él, y más importante aún, para él.

Moon Knight VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora