Boletos de cine

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Prólogo: Jake te conoce cuando descubre tu pastelería y comienza a frecuentarla más porque le empiezas a gustar.

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Advertencia: Aquí la rayis es dueña de una pastelería.


Nos va a terminar dando diabetes de tanto pastel y cosas que nos traes a comer.–Le dijo Marc desde el espacio mental mientras Jake aparcaba su taxi fuera de tu pastelería.

Al menos va a valer la pena.–Dijo Steven, y Jake prácticamente podía imaginarse su sonrisa embobado.

Mi compadre el pendejo británico tiene razón, ¿qué importa si nos da diabetes? Va a haber sido por una buena causa.–Les dijo quitándose la boina para acomodar su cabello viéndose en el espejo del techo del auto, y luego se la volvió a poner acomodando su ropa antes de cerrar el espejo y bajarse.

Hacía un par de meses Jake había encontrado tu pastelería cuando estaba trabajando en su taxi durante el día. Desde ese momento no pudo dejar de ir no solo por lo deliciosos que eran los pasteles y todo lo que vendías ahí, si no que también porque te iba a ver a ti.

Marc y Steven al principio no tenían nada que ver en eso, sin embargo con el paso del tiempo comenzaron a estar co-conscientes cuando Jake iba porque también empezaron a sentir cosas por ti, aunque no te hubiesen conocido formalmente.

Jake entró en el lugar y te vio charlando con una señora mayor que había pagado recién, y una sonrisa se formó en su rostro con simplemente verte.

La mujer se despidió de ti y se fue, por lo que Jake se acercó sin poder borrar la sonrisa de su rostro.

Bonita mañana dama, pero no tan bonita como uste'.–Te dijo guiñándote un ojo y haciéndote reír.

–Buen día para ti también Jake, aquí tengo listo tu desayuno.–Le dijiste tomando una pequeña bolsa de papel y un vaso caliente de café con tapa para entregárselo.

Uste' si que me conoce dama. Le puso un pastelito, ¿verda'?

–Sip, es una nueva receta que hice y quiero ver si sería bueno venderla aquí en la tienda para que la pruebes y me digas qué tal.–Le dijiste con una sonrisa.

Espero que el pastel sea tan dulce como la mujer que lo hizo.–Dijo levantando la vista de la bolsa hacia ti para ver que reías ligeramente y te sonrojabas un poco mientras te entregaba el dinero de su usal pedido.–¿A qué hora cierra hoy?

–A las cuatro, cerraré antes porque voy a ir al cine, hace unos días me gané dos entradas exclusivas para una nueva película que quiero ver y no me la puedo perder.–Le dijiste con una sonrisa limpiando el mesón.

La sonrisa de Jake desapareció y frunció ligeramente el ceño tratando de que no se notara tanto su disgusto.

¿Ah si? ¿Dos entradas? ¿Y qué... con quien va a ir? ¿Tendrá una cita con alguien?–Te preguntó quitando la tapa de su café para revolverlo viendo hacia él.

–Eso espero, aún no le he preguntado a la persona, ¿tu crees que me dirá que si?–Le preguntaste jugando con el paño en tus manos algo nerviosa.

Sería un tonto si le dice que no, pero tiene que ir y decirle nada más.–Respondió encogiéndose de hombros y bebiendo un sorbo de su café.

–Si... tienes razón... bueno, ¿quieres ir al cine conmigo?–Le preguntaste viéndole con una sonrisa.

Exactamente, así le tiene que preguntar. Nada más esperemos que le digan que si.–Respondió aún algo molesto con el brazo apoyado en el mesón y viendo hacia cualquier otra parte mientras bebía café intentado ocultar su molestia.

Tu soltaste una risita y Jake frunció el ceño para ver que limpiabas un poco el mesón frente a ti.

Es que a ti para ser tonro no te pagan y aún así vives de eso.–Murmuró Marc molesto desde el espacio mental donde casi que se lo podía imaginar pasando ambas manos por tu rostro.

Yo creo que te está preguntando a ti si quieres ir con ella, Jake...

Dama uste'... ¿uste' me está invitando a una cita?–Te preguntó con una pequeña sonrisita parándose derecho y volteándose hacia ti.

–Puede ser...–Respondiste encogiéndote de hombros.

Poco a poco una gran sonrisa se formó en el rostro de Jake y bajó la vista a su café antes de volver a verte a ti.

Acepto. ¿La paso a buscar a las cuatro? Así tenemos tiempo de llegar.–Te dijo sintiendo su corazón acelerarse y mariposas en el estómago.

–Me parece bien, la función es a las cinco.–Le dijiste también sonriendo, y al ver que llegaban clientes a sentarse en una mesa tomaste a Jake de la corbata y lo acercaste para besar su mejilla inclinándote sobre el mesón, y luego te alejaste.–Te veo más tarde.

Tomaste dos menús y fuiste hacia la mesa sin dejar de sonreír mientras Jake se quedó inmóvil unos segundos, y luego se enderezó arreglando su corbata con una gran sonrisa y tomó su café con la bolsita caminando hacia la puerta dándote una última mirada antes de irse emocionado y ansioso por su cita.

Moon Knight VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora