"Un Ramito de Violetas" (pt 2)

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Fresaconmiel
EvelinCanseco9

Steven llevaba el ramo de violetas en sus manos cuando llegó al edificio donde Jake y tu vivían. Se aseguró de mantener su rostro oculto bajo una de las gorras que sacó de Marc y mantuvo la cabeza agachada todo el tiempo dejándolas con el conserje y luego salió.

Sin embargo justo en el momento que bajaba las escaleras del edificio, tu bajaste del elevador y viste al conserje caminando hacia ti con el ramo de flores.

–¡Señorita T/N! Justo iba a—

–¿Las acaban de dejar?–Le preguntaste viéndole algo afligida.

–Si, de hecho se acaba de ir, era un muchacho con chaqueta gris y una gorra negr—. Ni siquiera alcanzó a terminar de hablar cuando corriste por su lado para salir del edificio.

Saliste y viste hacia ambos lados  y cuando miraste hacia tu izquierda notaste a un hombre quitándose una gorra negra y con chaqueta gris puesta.

–¡Espera!–Le gritaste provocando que el hombre se tensara y tratara de caminar más rápido volviendo a ponerse la gorra al oír tu voz.

Corriste detrás de él y le tomaste del brazo para llevarlo a un callejón donde él trató de apartar su rostro de ti manteniendo la cabeza agachada jugando nervioso con sus manos.

–Eres tú... tú eres quien me trae esas flores, ¿verdad? ¿Eres "S"?–Le preguntaste acelerada recuperando el aire perdido y conteniendo la emoción y nervios que sentías.

–N-no yo no— n-nunca, no—

–¡Acabas de dejar las flores! ¡Al menos debes saber quien las envía!–Le dijiste sintiendo tu corazón latir con fuerza en tu pecho.–Por favor necesito saber, necesito saber quien escribe esas cartas y quien me envía esas flores...

Steven inhaló profundamente viéndote de reojo al no querer levantar la vista, mientras jugaba con sus manos.

Pasaron unos segundos que se sintieron eternos, y luego soltó un suspiro antes de quitarse la gorra y levantar la cabeza hacia ti.

Frunciste el ceño fundida, y diste un ligero paso hacia atrás mientras Steven te veía entre maravillado y asustado. Nunca había estado en control en tu presencia, sin embargo debía admitir que era mil veces mejor que solo verte a través de los ojos de Jake.

–¿Jake...? ¿Eres tú quien—

–No soy Jake...–Respondió jugando con la gorra en sus manos.–Sé que suena confuso y raro, pero no soy él, n-no soy tu esposo, a-aunque ojalá fuera así...

Te le quedaste viendo con el ceño fruncido y extremadamente confundida sin realmente entender nada de lo que estaba sucediendo.

–T-T/N... querida yo... b-bueno, e-es algo difícil de explicar y aún más de entender, p-pero hay cosas de Jake que no sabes...–Te dijo en voz baja y notándose el nerviosismo en su voz.–Lo que sucede es... J-jake tiene... tiene esto llamado Trastorno de Identidad Disociativo... tiene dos identidades más, o-o más bien Jake y yo somos otras dos identidades de Marc, quien sería algo así como "el dueño del cuerpo". E-él nos creó cuando era muy pequeño por traumas de su infancia... y-y bueno, no se supone que ni Marc ni yo sepamos de él... ni mucho menos de ti...

Frunciste aún más el ceño viéndole hablar frente a ti tratando de procesar toda esa información.

–A-así que no soy Jake... s-soy Steven Grant... ¿c-con V? Trabajo en la tienda de regalos del museo Nacional de aquí de Londres...

Tiempo atrás habías escuchado algo sobre este trastorno, sin embargo no tenías mucha información de él más que una persona podía crear (por decirlo de alguna manera) a más identidades para poder lidiar mejor con traumas. Y ahora que veías bien a Steven, pues la verdad es que parecía hasta otra persona totalmente distinta de Jake a pesar de verse físicamente iguales.

Steven parecía encorvarse más y tratar de ocupar la menor cantidad de espacio posible a su alrededor, tenía un acento británico, su mirada era más suave y tierna, su forma de hablar y expresarse era diferente, parecía ser más nervioso y menos intenso e impulsivo que tu esposo.

–¿J-jake no... n-no sabe que tu sabes de él ni de mi?–Le preguntaste algo confundida soltando una risita nerviosa.

–Noup...–Respondió negando con la cabeza y bajando la mirada a sus manos que jugaban con la gorra.–Lamento si no es lo que esperabas, tampoco se suponía que debías saber porque es peligroso, digo... porque Jake se mantiene oculto por alguna razón... es solo... e-es solo que desde que lo descubrí y empecé a estar co-conciente cuando él tenía el control y veía que no era agradable contigo, yo... quería hacerte sentir bien y especial...

Eres una mujer muy hermosa, increíble, maravillosa, e-eres perfecta y yo... a veces desearía haberte conocido antes que Jake...–Dijo soltando una risita avergonzado sin poder levantar la vista para verte a la cara.

Tragaste saliva inhalando profundamente y luego dejaste ir el aire en un pesado suspiro antes de acercarte a él para tomar sus manos.

Steven sintió como si el aire se le quedara atrapado en los pulmones y luego levantó la vista hacia ti algo nervioso mientras te observaba con un brillo en sus ojos.

–Tienes razón en que no es lo que esperaba, jamás se me habría cruzado por la mente todo esto... pero también es verdad que eres aún mejor de lo que me imaginaba.–Le dijiste con una sonrisa llevando tus manos a sus mejillas mientras observabas cada detalle de su rostro como si fuera la primera vez que lo vieras, lo cual en cierta forma era así.–Te ves exactamente igual a él, pero a la vez eres totalmente distinto a Jake...

El británico se te quedó viendo maravillado y sentía como si estuviera soñando, nunca se había sentido de esa manera, y el hecho de estar sintiendo tus manos en sus mejillas y viéndote frente a él como Steven y no a través de los ojos de Jake era lo mejor que le había pasado.

–¿E-entonces no estás... n-no estás molesta o enojada?–Te preguntó en voz baja sin aún poder creerse lo que estaba sucediendo.

–Para nada... me encantaría conocerte, Steven Grant con V.–Le dijiste con una sonrisa acariciando sus mejillas.

Steven sonrió embobado viendo tus ojos, y por un milisegundo vio hacia tu boca antes de volver a fijar su mirada en la tuya.

–O-okey... si... p-puedo llamar a mi trabajo y decir que estoy enfermo para que podamos salir, s-si te parece bien...–Te dijo sin poder apartar su mirada de ti.

–No quiero meterte en problemas...–Le dijiste con una pequeña risita alejando tus manos de él dando un paso hacia atrás, y Steven inmediatamente sintió la necesidad de volver a ponerlas en sus mejillas, sin embargo se resistió a ese impulso.

–No es problema para nada querida, enserio quiero estar conrigo— ¡p-pasar! Pasar el día contigo...–Se corrigió algo avergonzado con las mejillas coloradas sacando su teléfono, y tú soltaste una pequeña risita.

Steven sonrió embobado viéndote, antes de llamar a su trabajo para fingir estar enfermo y así poder pasar el día contigo como siempre lo había querido.

Moon Knight VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora