Aves de amor (STEVEN)

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Prólogo: Steven y tu de conocen un día que van a observar aves, y desde ese momento sienten una gran conexión entre ambos.

DowBaStan

Desde hacía mucho tiempo que participabas en excursiones para observar aves ya que era de las cosas que más te gustaba hacer, tenías libros acerca del tema, siempre que ibas tomabas notas en tus libretas, etc.

Aquel día se había unido un hombre que nunca antes habías visto (bastante atractivo si debías ser honesta), y que en más de alguna ocasión le atrapaste observándote con una sonrisa boba, sin embargo cuando se daba cuenta que lo descubriste se volteaba con las mejillas sonrojadas.

En un momento finalmente decidiste acercarte y presentarte, y después de unos momentos donde él no sabía qué hacer con su existencia de lo nervioso que se puso, te dijo que se llamaba Steven.

Después de presentarse siguieron recorriendo juntos y siguiendo al guía, hasta que llegaron a una zona donde podrían ver unas aves que llevabas tiempo queriendo apreciar en persona.

–¿Crees que podamos verlas?–Te preguntó Steven mientras veía a su alrededor hacia los árboles con sus binoculares.

–Eso espero... llevo tiempo buscándolas.–Le dijiste levantando la vista hacia él, y una sonrisita se formó en tu rostro al ver que una de las aves que tanto querías ver estaba sobre la cabeza de Steven, sin embargo este no se había dado cuenta.

Tomaste tus binoculares para verla mejor sin acercarte para no espantarla, mientras el británico seguía sin darse cuenta.

–Necesito una foto de esto...–Murmuraste buscando tu teléfono en el pequeño bolso que llevabas alrededor tuyo, y cuando volviste a levantar la vista, te encontraste con Steven que tenía aves en sus hombros y brazos.–Veo que encontraste nuevos amigos.

–¡T/N ayúdame!–Dijo algo alarmado pero intentando hablar lo más bajo posible viendo a las aves encima suyo.

Esta definitivamente no era como se había imaginado Steven su primera experiencia yendo a ver aves a su hábitat natural.

–Tranquilo, no te van a hacer nada.–Reíste después de haber tomado unas fotos, y te acercaste para ahuyentarlas con cuidado.

Una vez las aves estuvieron lejos, pasaste tus manos por sus hombros y brazos quitando unas plumas, mientras que Steven se quitaba las que tenía en su cabeza.

–Creo que les caigo bien...–Dijo con una pequeña risita cuando diste un paso hacia atrás riendo ligeramente.

–Parece ser que si... ¿no las quieres alimentar?–Le preguntaste sacando una pequeña bolsita con alimento para aves que el guía les dio al inicio.

Ambos comenzaron a repartirle comida a las aves mientras iban conversando y riendo.

Si bien se habían conocido recién ese día, los dos pudieron sentir una conexión muy especial.

Cuando el día llegó a su fin, ambos no pudieron evitar sentirse decepcionados pero intercambiaron sus números de teléfono, y no sabías de dónde sacaste el valor para hacerlo, pero le preguntaste a Steven si le gustaría salir contigo algún día, a lo que él respondió muy emocionado que si.

TRES LUNAS (UN AÑO) DESPUÉS...

Steven y tu ya llevaban un año siendo novios, y las cosas habían estado yendo de maravilla. El haberse conocido aquel día durante ese recorrido fue lo mejor que les pudo haber pasado.

Aquel día era su aniversario de un año, sin embargo ambos habían tenido que trabajar por lo que no pudieron pasarlo juntos, hasta que salieran de sus trabajos.

Tu habías salido un poco antes por lo que fuiste a recoger a Steven al museo, y luego él te invitó a cenar en un restaurante vegano que a ambos les gustaba mucho, y se sentaron los dos juntos lado a lado en el cómodo asiento en la pared.

–Steven te tengo un regalo.–Le dijiste con una sonrisa sacando de debajo de la mesa una pequeña bolsa de regalo con diseños de pirámides.

–¡Oh querida! No tenías que molestarte...–Murmuró con las mejillas sonrojadas.–Aunque yo también te traje algo, ¿p-podrías abrirlo tu primero?

Steven dejó encima de la mesa una caja pequeña en forma de cuadrado que tomaste con cuidado, y al abrirla encontraste un collar con un pendiente de dos aves posadas en la luna abrazadas.

–Somos tú y yo.–Te dijo con una sonrisa boba mientras tu observabas el collar.

–¡Mon cher es hermoso!–Le dijiste con una gran sonrisa tomando el collar en tus manos.–Es precioso... me encanta...

–Déjame ayudarte.–Te dijo tomando la pequeña joya.

Te volteaste apartando un poco de cabello y Steven te puso el collar antes de que te voltearas y se te quedara viendo como si fueras la octava maravilla del mundo.

–Me encanta Steven, muchas gracias.–Le dijiste tomando su rostro con ambas manos para besarlo.

–Me alegra que te gustara querida...

–Ahora abre el tuyo.–Le dijiste emocionada y nerviosa a la vez acercando la bolsa hacia él.

Steven abrió con cuidado el regalo, y primero sacó una playera con un diseño de su ave favorita posada en una rama en el lado izquierdo en su pecho con su nombre bajo esta.

–¡Wow querida me encanta! Es... e-es muy... ¡es muy WOW! ¡La amo! ¡Muchas gracias!–Exclamó emocionado acercándose para abrazarte.

–Yo también tengo una.–Le dijiste sacando la tuya de tu pequeña mochila y se la mostraste, solo que la tuya tenía tu propia ave favorita y tu nombre.

–¡Vamos a estar combinados! ¡Me encanta!

–Si pero hay algo más en el fondo.–Le dijiste señalando la bolsa.

–¿Algo más en el...?–Murmuró frunciendo el ceño confundido metiendo la mano en la bolsa hasta sentir dos papeles.

Steven sacó los dos tickets y los sostuvo algo lejos para poder enfocar bien la vista y leer lo que decía, hasta que finalmente lo logró y soltó un sonido de sorpresa.

Eran dos boletos para ir a un santuario muy exclusivo y protegido que tenía muchas especies de aves especiales donde siempre había querido ir, sin embargo no tenía el dinero suficiente para permitírselo. Lo que él no sabía es que habías estado ahorrando para poder llevarlo.

–¿Esto... e-esto es real, querida? ¿D-de verdad...?–Dijo tratando de formar una frase coherente, sin embargo la emoción no se lo permitía.

–Sip, muy real. Esas entradas son para mañana, aprovechando que ninguno de los dos tiene que—. Ni siquiera alcanzaste a terminar de hablar, cuando Steven te abrazó con fuerza acercándote a él haciéndote sonreír.

–¡Querida gracias, gracias, gracias! ¡Es el mejor regalo de todos! Después de nuestra ropa combinada, claro.–Te dijo con una gran sonrisa dejando sus manos en tus brazos haciéndote reír, antes de besarte.

Soltaste una risita contra sus labios y dejaste tus manos en sus mejillas antes de alejarte, a la vez que él te veía con una sonrisa boba.

–Feliz aniversario mon cher.–Le dijiste con una sonrisa acariciando sus mejillas, y Steven juntó su frente con la tuya cerrando los ojos.

–Te amo más que a nada en el mundo, mon amour. Feliz aniversario.–Te susurró como si fuera el mayor secreto de la historia, y luego dejó un tierno beso en tu mejilla antes de acomodarse sentándose imposiblemente más cerca de ti tomando tu mano bajo la mesa para él alimentarte con el postre que habían pedido hace un rato.

Moon Knight VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora