Moon Knight V

Una situación difícil (JAKE)

Prólogo: Marc y Steven no saben que estás con Jake ni que él existe, por lo que hay una pequeña confusión cuando lo ves besando a Layla en la calle.

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Advertencia: Aquí ni Marc ni Steven saben de Jake, además de que ellos dos son novios de nuestra patrona Layla🛐

Tu sabías acerca de Marc y Steven, Jake ya te había contado todo lo que debías de saber, llevaban juntos ya casi tres años y lo conocías mejor que nadie, merecías saber acerca de eso.

Sin embargo a pesar de saber acerca de ellos dos, nunca realmente habías interactuado con ellos, ni mucho menos sabías que ahora estaban saliendo con la ex esposa de Marc con quien aparentemente estaban intentando las cosas.

Era algo muy reciente, y tú no habías visto a Jake en dos semanas, por lo que no tenías cómo saberlo.

Un día habías salido a hacer algunas compras para tu hogar, cuando le viste tomado de la mano con Layla y bastante juntos, incluso dándose un beso en medio de la calle.

En ese momento tu mente quedó totalmente en blanco, no podías pensar en nada, ni siquiera podías recordar el hecho de que tu novio compartía su cuerpo y mente con otras dos identidades. Te quedaste paralizada observando cómo se besaban con el corazón apretado en tu pecho, y luego le viste pasar su brazo alrededor de la guapa mujer de cabello rizado para seguir caminando tranquilos y felices.

Tragaste el fuerte nudo en tu garganta y secaste rápidamente una lágrima que cayó por tu mejilla para luego dar media vuelta y volver a tu departamento lo más rápido posible olvidando las demás cosas que debías comprar.

Para cuando llegaste a tu hogar comenzaste poco a poco a volver a ti misma pensando y tratando de convencerte que quizás era alguno de los otros dos... ¿pero qué pasaba si no lo era?

¿Qué pasaba si realmente era Jake? Él te había comentado que Steven solía caminar más encorvado y como si tratara de permanecer invisible ante el mundo. Ese hombre que tu viste caminaba bastante seguro, y de andar encorvado no tenía nada, aunque también parecía distinto. ¿Pero qué pasaba si Jake con esa mujer era muy diferente a como era contigo?

¿Qué pasaba si Jake de verdad te estuviese engañando? Y peor aún, ¿cuánto tiempo llevaba haciéndolo?

Estabas tan sumergida en tus pensamientos mientras te habías puesto a ordenar el lugar y luego a prepararte algo para la cena, que no te diste cuenta que ya había oscurecido y Jake había llegado al departamento.

Llamó tu nombre sin embargo al notar que no respondías, frunció el ceño confundido dejando su chaqueta y boina colgadas en la entrada en el perchero, junto con sus llaves y dobló las mangas de su camisa como sabía que te gustaba, además de desabrochar los dos primeros botones y soltar un poco su corbata. La verdad es que a Jake le gustaba arreglarse para ti cuando iba a verte, en especial si había pasado tanto tiempo.

–¿Mi dama?–Te preguntó posando su mano en tú brazo luego de dejar una bolsa en el sillón, sin embargo diste un salto dándote vuelta con el cuchillo en tu mano provocando que Jake alzara ambas manos.–Tranquila mami, soy yo... ¿qué pasa? Le hablé cuando llegué pero no contestó, ¿está bien?

–Ah... perdón, no te escuché entrar.–Le dijiste dejando el cuchillo a un lado y pasando la parte trasera de tu mano por tú mejilla, lo cual le hizo fruncir el ceño a Jake.

–¿Dama está llorando? ¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿Qué le pasó?–Te preguntó preocupado dejando su mano en tú espalda, sin embargo te apartaste limpiando tus manos en un paño de cocina y volteándote hacia él.

–¿Quién era la mujer con la que estabas hoy?–Le preguntaste mientras Jake te veía algo confundido pero a la vez preocupado.

No te había visto en dos semanas, primero porque Marc y Steven habían estado ocupados y no había encontrado el momento de tomar el control, y segundo porque Khonshu le había enviado a hacer misiones por las noches. Lo único que quería era poder estar contigo, y ahora que podía algo te estaba acomplejando, lo cual le dolía, sobre todo ver que pensabas que era él estando con otra mujer que no fueras tu.

–¿Disculpe?–Te preguntó no molesto, si no que herido de verte tan mal.

–Que quién era la mujer con la que estabas, o-osea no estoy segura de si eras tu, pero su forma de caminar, o-o no sé, de comportarse se parecía a ti. Dijiste que Steven caminaba encorvado y como si quisiera pasar desapercibido, pero la persona que yo vi no era así entonces no sé si eras tu, o-o quizás Marc.–Le dijiste tratando de mantenerte lo más tranquila posible.–Ahora que lo digo en voz alta suena ridículo pero no he podido dejar de pensar en eso en todo el día y—

–Dama.–Dijo provocando que te quedaras callada, y dio unos pasos hacia ti para dejar sus manos en tus brazos.–Nunca, pero nunca me atrevería a estar con otra mujer que no sea uste'. Hoy día a quien vio hace rato fue a Marc, él y Steven empezaron a salir con la ex esposa de Marc, Layla. Empezaron a salir otra vez durante estas dos semanas que no la vi y no pude avisarle.

No podía encontrar el momento perfecto para venir a verla ni comunicarme, y perdóneme por hacerla sentir así y asustarla. Sé que es difícil ver una cosa así, sobre todo porque están ellos dos y no saben de su existencia o la mía, pero yo le prometo, le juro por lo que más quiera que yo jamás, JAMÁS me atrevería a hacerle una cosa así.–Dijo Jake viéndote fijamente a los ojos y con expresión preocupada sin apartar la mirada de ti.

Inhalaste profundamente tragando el nudo en tu garganta y bajaste la vista avergonzada.

–Jake perdóname, sonó muy tonto, debí haberme imaginado que podría haber sido él, de verdad lo sient—

–No, no, no. Hey, mírame mami.–Dijo tomando tú rostro con ambas manos para hacer que le vieras a la cara.–Uste' no tiene nada de por qué pedir perdón, ¿'tá bien? El que le tiene que pedir perdón soy yo por todavía no hablar con ese par de pendejos y por hacerla pasar por estas cosas, pero no me pida perdón, ¿Okey?

Tu solo asentiste con una pequeña sonrisa, y Jake sonrió de vuelta besando tu frente antes de acercarte y abrazarte con fuerza.

–Puta madre que la extrañé dama, no podía esperar el momento de al fin tenerla aquí pegadita a mi.–Te susurró al oído haciéndote reír mientras te alejabas para verle a la cara.

–Yo también te extrañé.–Le dijiste con una sonrisa antes de acercarte para besarlo con ternura.–¿Tienes hambre? ¿Quieres que te prepare algo para comer?

–No dama, déjeme a mi cocinarle a uste', así que siéntese ahí tranquilita con una cerveza que yo me hago cargo.–Te dijo besándote rápidamente y sentándote en la isla de la cocina, para luego sacar las cosas de la bolsa que trajo y dejó en el sillón.