Cuentos e historias de amor (STEVEN)

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Prólogo: Steven ha estado muy interesado en historias de amor, y al verte que trabajas en un caso de divorcio no puede evitar sentirse mal.

lughingjack
Advertencia: Aquí la rayis es abogada.

Steven últimamente había estado tomando mucho interés por las novelas y películas románticas, por lo que pasaba la mitad del día leyendo, y la otra mitad viendo películas de ese estilo.

En ese momento estabas sentada en la mesa de la cocina de su diminuto departamento con algunos documentos, papales y una carpeta encima, además de tu laptop mientras trabajabas en el caso de divorcio de tu clienta. Su marido había sido un completo idiota y un imbecil, y estabas enfocada en quitarle lo más que pudieras para compensar lo que tu clienta había tenido que soportar por 20 años.

–No preocupe Señora Olivia, ahora mismo estoy trabajando en ello y le aseguro de que va a salir todo bien, quien atenderá su caso es una jueza conocida por no tener mucha apreciación por el tipo de persona que su marido es, así que es muy probable que nos dé el favor a nosotras.–Le dijiste con una sonrisa hablando por teléfono, mientras Steven te dejaba una taza de té/café en la mesa, y luego se sentó a tu lado.

Mientras tu hablabas y veías los papeles en la mesa, Steven vio tu libreta donde tenías escrito más o menos lo que planeabas pedir ante el juicio para que se quedara tu clienta.

Steven señaló hacia la libreta como una forma de pregunta si podía leer, a lo que tu solo asentiste con la cabeza.

Empezó a leer y frunció el ceño preocupado viendo que el hombre prácticamente se quedaría sin nada y en la calle, después de 20 años de matrimonio con la mujer que hablabas por teléfono.

–Claro... no hay problema, nos vemos mañana entonces y le llevaré las ideas que tengo, estoy segura de que le van a gustar. Ahora voy a redactar mi propuesta para la jueza y algunos argumentos que podrían sernos de gran ayuda... si... bien, nos vemos. Buenas noches.–Te despediste con una sonrisa antes de colgar.–¿Todo bien, Steven?

–¿Querida que... por qué... de qué se trata tu caso?–Preguntó confundido viendo los papales encima de la mesa.

–Oh es un caso de divorcio, ahora estaba viendo todo lo que se le podría quitar a ese hombre dentro del margen legal y voy a comenzar a escribir—

–¿Por qué se van a divorciar? No entiendo... el matrimonio es algo bonito que dura para toda la vida.–Te dijo viéndote hacia los papeles con expresión dolida.

–Yo sé mon cher, para nosotros es algo bonito porque nos amamos, pero mi clienta ha sufrido mucho con este hombre y al fin reunió el valor para divorciarse.–Le dijiste poniéndote de pie para abrazarlo por la espalda besando su cuello.

–Ah... entonces se lo merece...–Murmuró.

Steven se quedó callado, y pronto le sentiste sollozar muy bajito provocando que fruncieras el ceño.

–¿Steven? ¿Mon cher qué tienes?–Le preguntaste sentándote a su lado tomando sus manos en las tuyas.

–Nada... es solo que... no entiendo... ¿por qué harían una cosa así? ¿Cómo pueden dejar de amarse? Son pareja en un momento, y luego ya no... se supone que si se casan es porque se aman, y el amor es algo bonito...–Murmuró levantando la vista hacia ti.

Una sonrisa se formó en tu rostro y te acercaste para besar su frente apartando unos rizos desordenados que caían en su rostro.

–Oh mi corazón... has estado leyendo y viendo muchas cosas románticas, esto es la vida real, lamentablemente no todo es como en los cuentos e historias que lees.–Le dijiste sin dejar de sonreír y con voz suave.

–Eso no nos va a pasar a nosotros... ¿o-o si?–Te preguntó de pronto viéndote asustado.

–¿Tu te quieres divorciar de mi?

–¡¿Qué?! ¡No! ¡No claro que no! ¡Te amo más que a nada en el mundo! No puedo imaginar mi vida sin ti en ella.–Exclamó sentándose al borde de su silla para acercarse más a ti.

–Y yo también te amo más que a nada, y mientras ninguno de los dos lo quiera, no nos vamos a separar.

–Que bueno porque cuando nos casamos y te dije que quería llegar a viejitos y arrugados contigo, lo decía enserio.–Te dijo con una sonrisa boba y mejillas sonrojadas.

–Yo también lo dije enserio mi amor.–Reíste suavemente y te acercaste para besarlo con ternura.–Ahora debo seguir con esto.

–Claro... yo mejor preparo la cena.–Dijo poniéndose de pie para ir al refrigerador y sacar algunas cosas.

–¿Steven?–Dijiste captando su atención.

–¿Si querida?–Preguntó volteándose hacia ti.

–Te amo.–Le dijiste con una sonrisa.–Mucho.

–Yo también te amo, mon amour.–Dijo acercándose para besarte tu frente, y luego volvió a la cocina sin poder dejar de sonreír, mientras a ti te pasaba lo mismo volviendo a trabajar.

Moon Knight VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora