Moon Knight V

¿Qué pasó anoche? (MARC)

Prólogo: Marc y tu se odian, sin embargo un día despiertan los dos desnudos en tu cama y sin recordar nada de la noche anterior.

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Advertencia: La rayis aquí también es avatar de un dios (el que ustedes prefieran)

Marc y tú no se llevaban muy bien, al contrario, se detestaban mutuamente, se odiaban muchísimo y prácticamente no podían estar juntos por mucho tiempo en la misma habitación, sin embargo esta vez tuvieron que hacer una misión juntos a pedido de los dioses de quienes eran avatares.

Estaban los dos quedándose en un hotel, en habitaciones separadas obviamente y solo hablaban cuando era  estrictamente necesario ya que no querían ni verse.

La misión terminó resultando ser todo un éxito, y para festejar decidieron compartir una bebida en el bar del hotel, y ya después de eso no recordaban nada.

Soltaste un pequeño quejido comenzando a despertar, e inmediatamente llevaste una mano a tu cabeza al sentir el fuerte dolor cubriendo tu rostro con ambas manos.

Lentamente abriste los ojos parpadeando un par de veces, y viste a tu alrededor que estabas en tu habitación, sin embargo cuando te volteaste hacia el otro lado en la cama, viste a Marc durmiendo pacíficamente cubierto por las frazadas.

Soltaste un grito al verlo cubriendo tu pecho con las sábanas, y Marc dio un salto cayendo de la cama al suelo dándose un fuerte golpe.

–¡¿QUÉ MIERDA HACES AQUÍ?!–Le gritaste tratando de cubrirte lo mejor posible.

–¿Pero qué...?–Murmuró sentándose en el suelo y frunciendo el ceño al verte.–¿Que qué hago yo aquí? ¡¿Qué haces tú en mi habitación?! ¡Y sin ropa!

–¡¿Tú habitación?! ¡Es mía, idiota! ¡TÚ estás en mi cuarto! ¡¿Qué haces aquí?!–Exclamaste olvidando un poco el dolor de cabeza.

–¿Tú cuarto?–Preguntó confundido viendo a su alrededor, y luego cerró los ojos apoyando su cabeza en la cama también comenzando a sentir el dolor.–No puede ser...

–¡¿Por qué estás desnudo?!

–¡Yo también podría hacerte la misma pregunta!–Se quejó de vuelta viéndote con el ceño fruncido.

Ambos apartaron la mirada y se quedaron en silencio unos momentos intentando evitar la incomodidad que se había formado en el ambiente.

Marc aclaró su garganta rompiendo el silencio, sin embargo no levantó la vista hacia ti sintiéndose avergonzado.

–¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche?–Te preguntó algo inseguro.

–¿Por qué? ¿Tú no?–Preguntaste de vuelta tratando de hacer memoria.

–Te acuerdas, ¿si o no?–Insistió viéndote molesto.

–Yo no te voy a andar diciendo lo que pasó, es tu problema si te acuerdas o no.–Le dijiste viéndole mal.

–Osea que no te acuerdas.–Dijo viéndote fijamente.–Esto es... es increíble, lo último que me faltaba. ¿Qué carajos pasó anoche?

–Yo creo que el estar ambos desnudos es una clara señal de lo que pasó.

–No me digas, no me había dado cuenta.–Murmuró molesto apartando la vista de ti.

Nuevamente se quedaron los dos en silencio sin realmente saber qué hacer.

Ninguno recordaba lo que había sucedido la noche anterior, aunque con simplemente ver que estaban desnudos y su ropa estaba repartida por toda la habitación era fácil deducir lo que había ocurrido la noche anterior.

–¿Qué estás esperando?–Le preguntaste viéndole con el ceño fruncido.

–¿Ah?

–¡Vete de mi habitación, Marc!–Le dijiste viéndole algo afligida.

–¡Ah si! Claro...–Dijo dando un pequeño salto escaneando el cuarto con su mirada para localizar su ropa.–¿Segura que quieres que me vaya?

–¡SI!

–Claro... perdón...–Murmuró tomando una almohada para ponerse de pie dejándola sobre su parte baja.

Caminó hacia donde estaba su ropa tirada en el suelo de tu lado de la cama mientras tu apartabas la mirada de él, sin embargo cuando iba al baño diste un pequeño vistazo riendo con las mejillas sonrojadas al ver su trasero y su gloriosa espalda.

Aún mejor de lo que te habías imaginado.

Marc cerró la puerta dándote un último vistazo en la cama donde ya habías apartado la mirada, y luego se encerró dejando la almohada en el piso.

Soltó un suspiro pasando ambas manos por su rostro y luego las dejó sobre el lavabo levantando la vista hacia él espejo.

–Mierda...–Murmuró antes de lavarse la cara.

Mientras tanto tu en la habitación buscaste tu ropa y te vestiste rápidamente antes de abrir la ventana para que entrara el aire, y poco después escuchaste la puerta del baño abrirse.

Marc salió y aclaró su garganta tomando su teléfono del piso, mientras tú estabas de pie junto a la ventana algo incómoda.

–¿Podríamos... no hablar otra vez de esto?–Te preguntó jugando con el móvil en sus manos.

–Si, obvio... mejor no hablar del tema. Nunca.–Le dijiste tratando de mantenerte relajada y mostrarte calmada.–Tampoco es como que recordemos nada de anoche...

–Ni que se vaya a repetir...

–Ay no, obvio no. Nunca.

–Jamás.

–Noup.

Ambos se quedaron en un silencio incómodo por unos momentos, antes de que Marc volviera a hablar.

–Bueno yo... mejor me voy a mi habitación, nuestro vuelo sale en un par de horas así que... nos vemos después.–Dijo tomando la llave de su cuarto del suelo junto a la puerta.

–Si, está bien. Nos vemos más tarde.–Le dijiste evitando verle a la cara.

–Te escribo para juntarnos en recepción e ir al aeropuerto.

–Está bien.

Nuevamente se hizo un silencio en la habitación, hasta que Marc aclaró su garganta y abrió la puerta.

–Nos vemos.

–Adiós...–Te despediste mientras él salía, y luego cerró detrás suyo.

No fue hasta que Marc salió de la habitación que dejaste ir el aire que no sabías estabas conteniendo, y pasaste ambas manos por tu rostro antes de tomar tu almohada para gritar en ella.

Mientras tanto cuando Marc salió, apoyó la espalda en la puerta y pasó su mano por su rostro antes de darle un último vistazo a tu habitación cerrada y luego se fue a la suya.