Moon Knight V

Un pendejo, imbecil y bla bla bla (MARC)

Prólogo: Vas a mudarte a Nueva York por trabajo y le das la última oportunidad a Marc para que confiese sus sentimientos.

Advertencia: Marc es un poco bobo pero luego se da cuenta de que está haciendo las cosas mal.

–Es que tú si eres pendejo Marc Spector. A ti no te parió la pendeja de Wendy, te parió un teletubbie tonto, y de paso sacaste doctorado para ser el imbecil supremo en Harvard.–Le dijo Jake desde el espacio mental provocando que Marc pasara ambas manos por su rostro donde estaba recostado en su cama.

–Jake ya basta, tampoco seas así, solo entró en pánico.–Le dijo Steven con un tono de voz más suave.

–¿"Entró en pánico"? Este pinche cerdo va a entrar en pánico cuando le meta tremendo putazo en el hocico, acaba de dejar ir al amor de su vida, de NUESTRA vida porque el muy pendejo no se atrevió a confesarle si amor, Y SE LO DEJARON EN BADEJA DE ORO PARA QUE LO HICIERA.

Marc inhaló profundamente y se dio vuelta en la cama hundiendo el rostro en la almohada abrazándola mientras recordaba lo que había sucedido hace tan solo unos minutos.

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Marc y tu eran amigos desde pequeños, habían hecho prácticamente todo juntos, por lo que cuando se fue a vivir a Londres por Steven, lo seguiste ya que él también era amigo tuyo.

Las cosas más adelante cambiaron ya que el británico de enteró acerca de Marc, y más tarde los tres (incluida tú) se enteraron de Jake, y estuviste con ellos en todo momento.

Sin embargo siempre habías sentido cosas por los tres, especialmente por Marc, y tenías la secreta esperanza y sensación de que él también solo que nadie se había atrevido a decir nada.

Hace poco habías conseguido un trabajo en Nueva York el cual aceptaste, y cuando les contaste a Marc tenías la esperanza de que quizás admitiera sus sentimientos o te diera alguna señal de que te quería más que a una amiga, sin embargo no funcionó.

Nunca le dijiste qué día te ibas, por lo que fuiste a despedirte ya que tu vuelo salían
en unas horas.

Marc escuchó como tocaban la puerta por lo que fue a abrir, y te encontró fuera de esta.

–¡T/N! Que sorpresa, ¿qué haces aquí?–Te preguntó con una sonrisa haciendose a un lado para dejarte pasar.

–Me vengo a despedir.–Le dijiste jugando con tus manos viendo hacia ellas entrando en el departamento, y luego te volteaste hacia él levantando la vista.–Mi vuelo a Nueva York sale en un par de horas, hay un taxi esperándome abajo con mis maletas.

La sonrisa de Marc se borró y frunció el ceño cerrando la puerta tras de sí.

–¿C-cómo que te vas? ¿Por qué no nos dijiste antes? ¿Por qué no me avisaste?–Te preguntó sintiendo un nudo formarse en su garganta y como si de pronto se volviera difícil respirar.

–Eso no importa ahora, lo que importa es que me vengo a despedir.–Le dijiste viéndole a los ojos sin apartar la mirada de él.–A no ser que me des una buena razón para no irme.