Sentimientos ocultos (STEVEN)

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Prólogo: Steven y tu temen que si confiesan sus sentimientos por el otro no sea lo mismo de vuelta, por lo que la mujer mayor que atiende la librería donde ustedes van se encarga del asunto.

XimeMirrorball13

Steven y tu se conocieron en una librería que ambos frecuentaban bastante.

Al principio eran solo miradas, luego comenzaron a saludarse, después pequeñas charlas acerca del día y el clima, y ya luego de un tiempo comenzaron a hablar acerca de los libros que leían y se hicieron amigos.

Comenzaron a ir juntos a leer y siempre se sentaban en la misma esquina en un sillón cómodos para leer, a veces se intercambiaban los libros, hablaban acerca de ellos, etc.

Los dos como era de esperarse empezaron a sentir cosas por el otro, sin embargo les daba miedo decirlo ya que temían que les fueran a rechazar y que no sintieran lo mismo de vuelta, es por eso prefirieron mantenerse como amigos e intentar ignorar lo que sentían por el bien de su amistad, sin importar lo difícil que fuera.

La cosa es que la señora mayor que atendía la librería, siempre los observaba y notaba la forma en que se miraban cuando creían que el otro no estaba prestando atención, y honestamente ya no podía más con ello.

Aquel día llegaste a la librería, y extrañamente no había nadie, sin embargo solo entraste y saludaste a la mujer para irte a buscar un libro.

Unos minutos después de que llegaras apareció Steven, y también saludó a la mujer para después encontrarse contigo en uno de los pasillos.

–¡Querida! Llegaste temprano, ¿llevas mucho aquí?–Te preguntó con una sonrisa boba acercándose a ti.

–Oh no, llegué recién. Solo estaba buscando un libro nuevo.–Le dijiste con una sonrisa observándolo con un brillo en sus ojos mientras él buscaba uno también.

Sin embargo en ese momento escucharon la puerta cerrarse y que pusieron el seguro, provocando que ambos fruncieran el ceño y se dirigieran hacia la puerta dejando los libros a un lado.

–¿S-señora Johnson? ¿Qué está haciendo?–Le preguntó Steven acercándose a la puerta de cristal jugando con las mangas de su chaqueta.

–Escuchenme bien jovencitos, los dos. Ya estoy harta de verlos a ambos ignorar sus sentimientos por el otro, al principio era entretenido, mejor que mi novela de la tarde incluso, pero ahora solo es un dolor de cabeza.–Les dijo ella provocando que ambos se quedaran callados observándola con las mejillas sonrojadas.–Los dos sienten cosas muy bonitas por el otro, se aman, sé como luce el amor y lo veo en ustedes. Así que esto es lo que vamos a hacer, ahora voy a ir a almorzar con mi esposo y volveré en una hora, si para ese entonces no han confesado sus sentimientos, entonces los dejaré encerrados aquí hasta que lo hagan, ¿de acuerdo?

Steven y tu se quedaron en silencio, y la mujer ni siquiera se molestó en esperar una respuesta y se fue con un hombre mayor igual que ella entrelazando su brazos con el suyo.

Los dos se quedaron unos momentos en silencio simplemente parados frente a la puerta, incómodos e intentando evitar verse a la cara.

En un momento te volteaste hacia él, y te encontraste con su mirada provocando que los dos soltaran una risita nerviosa.

–Bueno... amm... supongo que estaremos aquí un buen rato...–Dijiste con una sonrisita adentrándote más en la tienda.

–Si... parece ser que si...–Rio Steven con ligereza siguiéndote para sentarse junto a ti en unos de los sillones manteniendo la distancia.

Ambos se quedaron en silencio, tu jugando nerviosa con tus manos y Steven con las suyas en sus rodillas haciendo pequeños toques de alguna melodía en su cabeza.

–¿Te molesta si—

–¿Puedo hacerte una—

Ambos hablaron al mismo tiempo y soltaron una risita avergonzados volteándose hacia el otro.

–Habla tu primero...–Dijo Steven sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho.

–Claro... S-steven yo... amm... l-lo que dijo la señora Johnson... es... ¿e-es verdad?–Le preguntaste viéndole algo nerviosa.–Digo... e-ella siempre observa todo, y bueno... ¿es verdad lo que dijo?

–Yo iba a preguntarte lo mismo...–Dijo soltando una pequeña risita, al igual que tú.–Quiero decir... q-querida yo... hace mucho que... perdón es que es difícil... querida desde hace mucho, d-de hecho desde que te conocí yo... ¡¿Por qué es tan difícil decirlo?!

Steven soltó un suspiro frustrado pasando ambas manos por tu rostro, por lo que te acercaste para poner una mano en su hombro, sin embargo antes de que pudieras decir algo levantó la vista y tomó ambas de tus manos para acercarlas a su corazón.

–Querida desde que te conocí no he podido dejar de pensar en ti, cada vez que me levanto en la mañana tu eres mi primer pensamiento del día, y cuando me voy a dormir eres lo último en lo que pienso. Jamás me había sentido así por nadie y-y me daba miedo decírtelo y que no sintieras lo mismo, pero ahora que la señora Johnson dijo eso yo... pensé que tal vez... q-que quizás había una pequeña posibilidad...–Dijo Steven comenzando a hablar con mucha energía, sin embargo pronto su voz fue haciéndose cada vez más baja.

Tu te le quedaste viendo unos momentos mientras los nervios solo crecían en su interior, y pronto una sonrisa se formó en tu sonrisa lo cual le dio un poco más de tranquilidad.

–Tú también me gustas desde el primer momento en que te vi, solo... yo tampoco creí que sentirías lo mismo por mi.–Le dijiste con una sonrisa acercándote aún más a él.

–¡¿Cómo no podrías gustarme?! ¡Querida eres perfecta! Sería un tonto si no sintiera algo por ti.–Te dijo con una gran sonrisa boba.

Ambos soltaron una pequeña risita bajando la vista, para luego volver a verse a los ojos con un brillo notable en ellos.

Dirigiste tu vista hacia sus labios, y poco a poco te fuiste acercando con cuidado, sin embargo Steven acortó la distancia de una sola vez chocando sus narices por accidente.

–Auch...

–Perdón... lo siento, me emocioné... perdón...–Dijo avergonzado acariciando tu nariz con su mano.

–No importa.–Le dijiste sin dejar de sonreír tomando su rostro con ambas manos, y le besaste con ternura y pasión a la vez.

Steven alzó ambas cejas ante la sorpresa, sin embargo pronto dejó ir un suspiro de satisfacción y te besó de vuelta algo torpe dejando sus manos en tus mejillas también.

Llevaste tus manos para enredarlas en sus rizos, y el británico dejó ir un pequeño gemido en tu boca haciéndote sonreír introduciendo tu lengua en la suya mientras sus manos una quedaba en tu rostro y la otra la llevaba a tu cadera.

Después de quedarse sin aire, se alejaron dejando sus frentes juntas con la respiración algo agitada, además de sus labios ligeramente rojos e hinchados.

–¿Quieres... te gustaría ir a una cita conmigo?–Le preguntaste alejándote un poco para verle a la cara.

–S-si... si... me encantaría...–Respondió aún muy embobado observando cada centímetro de tu rostro y admirándote por completo.–A-aunque va a tener que ser más tarde porque no creo que podamos salir de aquí aún...

–Mejor, así puedo seguir haciendo esto.–Le dijiste antes de volver a besarlo.

Moon Knight VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora