Escapando de una boda (MARC)

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Prólogo: Marc y tu han sido amigos desde siempre, sin embargo no puede soportar verte casarte con alguien más, y mientras hablan momentos antes de que debas ir al altar sus sentimientos ocultos salen a la luz.

Cuando Marc te prometió que siempre estaría ahí para ti, en las buenas y en las malas, jamás se imaginó que sería llevándote al altar para que te casaras con otra persona que no fuera él.

¿Qué estaba pensando cuando aceptó? Aunque tampoco es como si pudiera decirte que no, realmente jamás te había dicho que no a nada, eras su mejor amiga y siempre habías estado con él, sin embargo Marc siempre había querido algo más.

Desde siempre Marc había tenido sentimientos por ti, sin embargo no sabía cómo decirte, ni mucho menos se sentía merecedor de ti, por lo que prefirió ocultarlos, solo que ahora por su propia culpa y por no habértelo dicho antes estaba sentado viéndote moverte nerviosa alrededor de la habitación asegurándote de que tu vestido de novia estuviese perfecto.

Marc estaba sentado en un sillón del hotel donde se llevaría acabo la boda, mientras tú estabas frente al espejo arreglando cada mínimo detalle y dándole un pequeño retoque a tu maquillaje.

Enserio que te veías hermosa, perfecta. Y cuanto deseaba poder ser él quien te estuviera esperando en el altar, sin embargo ese no era el caso. No. Él estaba esperando a que estuvieras lista para llevarte al altar.

–¿Estás seguro de que si me veo bien? ¿No me falta nada?–Le preguntaste volteándote hacia él viéndole nerviosa.

Marc parpadeó un par de veces saliendo de su trance, y se puso de pie para acercarse a ti con una sonrisa.

–Te ves hermosa T/N, eres la novia más bonita del mundo.–Te dijo con una sonrisa dejando sus manos en tus brazos.

Una sonrisa se formó en tu rostro, sin embargo pronto se borró provocando que se preocupara.

–¿Qué pasa?

–¡Me falta algo prestado!

–¿Eh?

–Las novias siempre deben llevar algo azul y yo llevo un adorno de ese color, algo viejo que son mis zapatos, algo nuevo que es el vestido, ¡pero me falta algo prestado!–Le dijiste viéndole afligida llevando ambas manos a tu rostro.–¡¿Cómo pude ser tan tonta?! ¡¿Cómo se me va a olvidar algo así?

–Ya, tranquila, no te preocupes.–Te dijo con una sonrisa quitando tus manos de tu rostro para que le vieras, y luego se quitó su collar de alrededor de su cuello para ponértelo a ti.–Ahí tienes, algo prestado.

–Pero Marc tu nunca te quitas tu collar.–Le dijiste viéndolo alrededor de tu cuello, y luego levantaste la vista hacia él.

–Si, pero es para ti, así que...–Dijo viéndote con una sonrisa.–Enserio te ves muy hermosa...

Ambos se quedaron viendo por unos momentos, sus rostros a centímetros del otro, sus narices rozando y sus frentes casi juntas, mientras los dos se veían a los ojos.

Honestamente siempre habías sentido algo por Marc, pero supusiste que él no sentía lo mismo de vuelta por eso preferiste olvidarte de eso, aunque al parecer tu plan para intentar quitarlo de tu mente y corazón fue demasiado lejos y ahora te encontrabas vestida de novia para casarte con alguien más.

–¿Marc?

–¿Estás segura de que quieres hacer esto?–Te preguntó viéndote ligeramente afligido sin poder apartar la mirada de ti.

–¿A qué te refieres?–Le preguntaste de vuelta sintiendo tu corazón latir con fuerza en tu pecho.

–¿De verdad te quieres casar con él?–Te volvió a preguntar.

Tragaste saliva nerviosa mientras tus manos apretaban su traje en su pecho, y las suyas en algún momento habían llegado a tus caderas.

–No...–Le dijiste en voz baja viéndole nerviosa.–Me encantaría... amm...

–¿Qué cosa?–Te preguntó tomando tu rostro con ambas manos sin apartar su mirada de ti.–Dime qué te gustaría.

–Quisiera que fueras tú en el altar...–Le dijiste en voz tan baja que si no hubiese sido por su cercanía, no te habría escuchado.

–Yo también quiero lo mismo.–Te dijo con una pequeña sonrisa.

Soltaste un suspiro aliviada con una sonrisa, sin embargo antes de que pudieran besarse, escucharon que llamaban a la puerta provocando que se separaran.

–¿T/N estás lista?–Te preguntó tu abuela abriendo la puerta, sin embargo se quedó ligeramente boquiabierta al verlos tan juntos.–¿Mi niña qué haces?

–Y-yo...–Trataste de hablar, sin embargo Marc tomó tu mano ofreciéndote una sonrisa.–No puedo casarme...

–¡Yo sabía!–Exclamó tu abuela con una sonrisa provocando que tanto Marc como tu intercambiaran miradas confundidos, antes de verla a ella.–¡Si es que yo sabía! ¡Lo soñé! ¡Anoche lo soñé pero no quise creerlo! Tienen que irse rápido antes de que tu ex prometido te venga a buscar.

–¿Qué? ¿De qué hablas?–Le preguntaste mientras ella se acercaba a ustedes para empujarlos hacia la puerta.

–¿Cómo que lo soñó?–Le preguntó Marc mientras tú abuela los guiaba por un pasillo hacia su auto.

–Es que ojo de loca no se equivoca muchacho, siempre me dijeron que era media bruja.–Les dijo ella abriendo una puerta a donde su auto estaba estacionado, y le entregó las llaves a Marc.–Mi niña te dejé un bolso en el maletero, ahí tienes ropa y un poco de dinero que he estado juntando para tu regalo de bodas, así que este es el mio. Marc a ti no te pude guardar ropa mi niño porque no tenía, pero ahí te deje un dinerito para que te compres.

–¡¿Lo tenías todo planeado?!–Le preguntaste viéndole confundida, mientras Marc reía por lo bajo.

–Ay mi niña yo siempre supe que iban a terminar juntos, las miradas no engañan. Ahora mejor váyanse y me avisan cuando lleguen, ¿Okey?–Les dijo ella dándole un beso en la mejilla a cada uno.–Nos vemos.

Marc y tu intercambiaron miradas, y él solo se encogió de hombros y abrió la puerta del auto para ayudarte a subir acomodando tu vestido.

Luego se fue a dar la vuelta para subirse, sin embargo tu abuela le detuvo.

–Toma, lo vas a necesitar más adelante.–Le dijo ella entregándole una cajita con un anillo tal y como sabía que te gustaba dentro guiñándole un ojo.

–Gracias...–Dijo él con una sonrisita y le dejó un beso en su mejilla antes de subirse guardando la caja en su traje.

Marc encendió el auto y tu te despediste con la mano de tu abuela, antes de que empezara a conducir.

–Voy a vender este anillo y con eso nos vamos a pagar unas buenas vacaciones.–Le dijiste quitándote tu antiguo anillo y dejándolo en el bolsillo de tu vestido.

–Tú abuela enserio nunca deja de sorprenderme.–Te dijo tomando tu mano para besarla con ternura.

–Yo creo que ella piensa que mi vida es su telenovela.–Le dijiste haciéndole reír, antes de acercarte y besar su mejilla mientras Marc no podía dejar sonreír, conduciendo lejos de ahí.

Moon Knight VDonde viven las historias. Descúbrelo ahora