CAPÍTULO 20

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CAPÍTULO 20






Era lunes por la mañana y ya me encontraba en mi oficina, con una expresión pensativa, moviendo de un lado a otro mi asiento. Aún sin saber que respuesta dar.

Unos golpes en la puerta me hicieron reaccionar para dar permiso.

—Señorita, el señor Rogers la requiere en su oficina. —avisó la secretaria.

—Está bien.

Cerré los documentos que tenía para salir e ir al lugar. Luego de recibir la aprobación para pasar lo encontré igualmente de pensativo que yo.

—¿Me llamaste? —me acerqué a su escritorio.

—Necesito una respuesta. —dejó su bolígrafo sobre la mesa para unir sus manos y mirarme a la espera de mi respuesta. —Creo que tuviste el tiempo suficiente para pensar, además, no creo que afecte nuestra relación profesional ¿Verdad?

—Estamos de acuerdo en lo último y está fuera de discusión. Con respecto a lo otro, está bien, te ayudaré pero necesitaré absolutamente todos los detalles hasta los más mínimos para tener en cuenta todo y analizar la situación, si no te importa.

Su expresión se suavisó con una leve sonrisa, inclinándose en su asiento y asentir levemente, sin apartar la mirada.

—Bien, entonces tenemos un trato. —se levantó acercándose y extender su mano. —Podemos comenzar lo antes posible.

—Bien. —tomé el agarre para concretar nuestro trato, pero su tacto se sentía tan sutil que lo solté de inmediato.

Por un momento sentí que había accedido a un trato peligroso del cual no sabía lo que sucedería, y su actitud era confusa.

—¿Te parece bien luego del trabajo?

—Está bien. Estaremos en contacto.

Sin más salí de su oficina para regresar a la mía y resolver algunos asuntos que tenía pendientes. Aceptando un trato con Ryan no podía darme el lujo de tener pendientes o luego me arrepentiría de un trabajo mal logrado.

Aquel día salimos temprano, o ese era mi caso, regresando a mi departamento para descansar. Intentaba relajarme recostandome en mi cama, liberando un suspiro pacífico intentado descansar la vista cuando mi móvil sonó muy cerca de mi oído.

—¡Maldito sea el que llama! —exclamé de malhumor, tomando el móvil para mirar al remitente. —Bueno, le atiné. ¿Si? —la última pregunta fue dirigida a él, tomando la llamada.

“¿Estás disponible?”

—Depende. —giré en mi lugar, está vez luchando para que mis ojos no se cerraran.

“Pretendía ir a verte, pero surgió algo, ¿puedes venir a mi casa?”

Entonces abrí mis ojos como platos, ¿De que estaba hablando?.

—No iré, no quiero cruzarme con tu esposa y que comience un escándalo como lo hizo en la empresa. —me negué de inmediato.

“No te preocupes por eso, no está aquí. Para ser más específico, no está en el país. Se fue a visitar a su familia”

—¿Y crees que me importa su vida? —cuesioné levantándome para buscar ropa cómoda. —Con lo primero era suficiente. Está bien, dime tú dirección.

“Bien, te la enviaré”

Colgó para inmediatamente enviar un mensaje con la dirección. Liberé un suspiro pesado para cambiarme de mala gana, ya que llevaba ropa liviana dentro de la casa y no estaba dispuesta salir pero debíamos intentar resolver “ese asunto ” lo antes posible.

Salí rumbo a su casa, la cual no conocía y esperaba encontrarme con una mansión u algo parecido pero en su lugar me encontré con una casa, grande pero sencilla a la vista.

ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora