CAPÍTULO 78

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CAPÍTULO  78


Con cierta molestia conduje sin un destino, necesitaba pensar mucho y lejos de ir a descansar fui a un parque un poco alejado de la concurrencia habitual. Me detuve en aquel lugar, en el cual por la hora no transcurría casi nadie. Crucé los brazos por la brisa fresca que golpeaban mis brazos descubiertos y suspiré, intentando convencerme de que todo saldría bien. Las cosas se habían tornado tan predecibles en cierto punto.

—Tu padre me contó de la situación... —escuché a mis espaldas, reconociendo su voz. —No hay avances como se esperaba.

Eso era cierto, pero no pretendía responder.

—¿Intentas huir de la situación? —Entonces giré para encontrarlo con las manos en los bolsillos, mirándome con seriedad.

Sonreí levemente con ironía por su presencia, dando a entender la respuesta aunque no la aceptara, bajando la mirada.

—¿Que haces aquí? —pregunté sin ánimos. —Luego de como te habló mi padre creí que te irías a tu casa, sería lo correcto.

No respondió, solo suavizó su expresión sacando las manos para abrir los brazos, dejándome sorprendida.

—Tambien soy bueno consolando.  —sonrió levemente, intentando reconfortarme.

Sentí mis ojos humedecerse por el frío que comenzaba a sentirse y sonreí.

—¿Que es esto? —desvié la mirada. —hasta hace veinte minutos me ignorabas y ahora estás aquí como si nada sucediera.

—Algunas cosas ameritan olvidarnos de todo, aunque sea un momento.

—Si, olvidarnos de todo. Olvida lo que pasamos juntos y regresa a ser el mismo idiota de antes. Eso significa que tampoco te da el derecho de hacer esto. —intenté irme, pero se acercó rápidamente para detenerme.

—Tienes razón en muchas cosas, lo siento.

—Eso no arregla nada. —apesar de mi insistencia no me soltaba. —¿Por qué lo haces? ¿Crees que lloraré? ¿Crees que soy así de lamentable?

—Sé que no. —bajó el tono de voz e intenté alejarme aunque fueran un par de pasos.

Me tomó con más seguridad para halarme hacia él y abrazarme de un modo en el que me sintiera segura.

—¿Por qué? —murmuré contra su pecho, aún sin corresponder. —Te dije que no lloraré. No necesito que hagas esto.

—No te permitiré llorar de nuevo, porque no me lo perdonaría. —susurró cerca de mi, aunque no lo pudiese ver.

Sus palabras me sorprendieron haciendo que cerrara los ojos y en ese acto pude sentir algo debido a la cercanía. Me preguntaba, ¿Por qué era así conmigo? Creía que lo nuestro solo eran aventuras que terminaban en noches de pasión, cosa que ya había terminado y debíamos continuar como antes, pero sus acciones y palabras parecían reflejar otra cosa. Sin mencionar que eso se había acabado por su propia decisión.

Entonces ¿Por qué su corazón latía tan rápido y fuerte, mientras el mío estaba en calma?
Aquella calma que mantenía con tanto esfuerzo llevándome a debatir entre mis pensamientos y sentimientos que creaban un conflicto digno de una guerra interna.
Dejé de pensar un momento para rendirme ante sus brazos y tranquilizador sonido de su corazón, presionando mi rostro sobre él y envolver mis brazos para finalmente corresponder.

—Sabes que estoy aquí. —susurró, acariciando mi cabello. —Todo saldrá bien.

Fue cuando me separé para mirarlo e hizo lo mismo, pero antes depositó un beso en mi frente, sorprendiendome aún más.

ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora