CAPÍTULO 19

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CAPÍTULO 19


Era perseguida por todo el departamento por mi amiga que parecía una niña pequeña esperando que le diera un dulce.

—Deja de hacer eso. —me quejé.

—Solo espero una explicación. —se cruzó de brazos, con decisión, pero su expresión no la ayudaba ya que tenía una sonrisa picara.

—Ya te lo dije allí, gané el caso de desviación de fondos de la empresa y almorzariamos con Dylan solo que recibió una llamada por su hijo. Ya teníamos nuestros pedidos y no podíamos desperdiciar la comida, ¿No? —comí unas galletas.

—No lo sé, tú dime. —tomó el paquete para comer. —O mejor, dime porqué estabas en ese estado, tú no te ahogas a menos que te sientas incómoda con algo en particular y a juzgar por la expresión de Ryan, debió ser algo travieso.

Evité reír por sus especulaciones, más aún porque tenía razón pero no debía darle importancia.

—Y juzgar por tus preguntas, estuvieron de mirones todo el rato. —negué.

—Vamos, dime. —chilló con desesperación.

—Te diré que no es nada de eso, debemos tratar un asunto importante. No preguntes, es algo pendiente que dejó mi hermano. —bajé la mirada.

—Entiendo. —se acercó para abrazarme. —Lo siento, lo siento, no te pongas así. —me miró a los ojos para limpiar las lágrimas amenazantes, algo que aún me sucedía al recordar a Jeremy.

—Estoy bien. —intenté sonreír.

Cambiamos completamente la conversación para centrarnos en cosas que nos distrajeran y así estuvimos hasta el anochecer, donde se retiró para preparar algunas cosas que debía entregar al día siguiente.

Antes de ir a la cama tomé una relajante ducha y cuando me recosté noté que tenía un mensaje.

Ryan Rogers: tratemos lo antes posible lo que querías platicar. ✓✓

Suspiré dejando de lado el móvil, claramente era algo importante a tratar pero no sabía por dónde debía comenzar. Otra señal de mensaje llegó y lo tomé.

Ryan Rogers: si estás de acuerdo, podemos hacerlo mañana ✓✓

Al día siguiente sería sábado y no habría inconveniente, aunque también era cierto que quería descansar.

Yo: me parece bien. Nos vemos ✓✓

Dejé el móvil disponiendome a dormir sin interrupciones y al día siguiente desperté por el sonido del timbre.

—¿Vanessa? —cuestioné desorientada, intentando abrir los ojos sin éxito pero el insistente sonido me obligó a levantarme.

Lo único que hice fue lavarme el rostro e ir a la puerta, el sueño que no podía quitarme desapareció al instante, al ver a quien estaba en la puerta.

—¿Ryan? —abrí los ojos por la sorpresa.

—¿Que haces en pijama a las diez de la mañana? —frunció levemente el ceño.

Entonces me observé, dándome cuenta de que llevaba mi pijama puesto. Me lamenté mentalmente azotando la puerta y correr para tomar una ducha y cambiarme.

—¿Le cerré la puerta en la cara? —me cuestioné mientras cepillaba mi cabello, deteniendo mi acción. —No importa, se lo merece. —resté importancia, terminando de alistarme.

Salí con tranquilidad hasta la sala para observar la puerta, dudando en abrirla de nuevo o no. Con lentitud lo hice, encontrando a un chico de brazos cruzados caminando de un lado a otro.

ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora