ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]

CAPÍTULO 85

CAPÍTULO 85

El malestar se acumulaba acompañando la frustración que sentía al ver que ya no tenía opciones para el caso. Cerré el expediente con fuerza mientras bebía un refresco y pensaba que todo estaba perdido, no tenía nada que sirviera de evidencia para competir contra el video presentado y eso era lo peor.

Aquello me llevó a recordar el caso de Italia y la contraproducencia de las situaciones. Sin pensarlo arrojé el vaso contra la pared para que se esparcieran sus pedazos, y así, suspirar.

—¡Que frustrante! —expresé con un tono realmente molesto y comenzar a levantar los vidrios rotos.

Al terminar recibí la llamada de mi padre, la cual respondí de inmediato.

—Hola, papá.

“Buenas tardes Lily, ven a cenar con nosotros. No aceptaré un no como respuesta, te estaremos esperando dentro de una hora.”

Solo dijo aquello y colgó, sin darme ninguna oportunidad de queja o negación.

—Al menos no tendré que preparar la cena.

Al terminar de recoger los pedazos me hice un pequeño corte en un dedo, hice una mueca de desagrado, pero no era suficiente para que me produjera algo serio. Tomé una ducha y luego de cambiarme me coloqué una pequeña curita.
Conduje con cuidado mientras escuchaba un poco de música para levantar mi ánimo y que mis padres no notarán mi preocupación por el caso.

—Buenas noches. —saludé a mi padre en cuanto abrió la puerta.

—Buenas noches... —me abrazó y dió permiso. —Extrañaba estás visitas. —confesó señalando el comedor y allí encontré a mi madre.

—Hola mamá. —también la abracé y luego tomé mi lugar.

—Espera un momento... —me detuvieron. —Aún falta que llegue alguien.

—¿Que? —me confundí y en breve tocaron la puerta.

Fue mi madre quien abrió para dejar ver a Ryan, cosa que me sorprendió tomando en cuenta el último encuentro de todos en la casa de los Rogers.

—¿Hay algo que quieran decirme? —pregunté con duda, sin comprender que sucedía.

—Hablaremos mientras cenamos, adelante Ryan. Puedes sentirte como en tu casa. —dijo mi padre y lo miré totalmente incrédula. Aquello lo dijo con “¡Amabilidad!” ¿Que estaba sucediendo?.

—¿Que está sucediendo? —me preguntó en tono bajo, acercándose para que mis padres no escucharan.

—Me pregunto lo mismo. —respondí del mismo modo. —Vamos.

Mis padres se sentaron lado a lado, dejando el lugar a mi lado desocupado para Ryan. En cuanto me senté tomé un poco de agua para calmar la preocupación que me generaba la situación, algo que probablemente haría que colapsara en cualquier momento.

—Ryan, ¿Pudiste trabajar bien en mi ausencia? —preguntó al comenzar a cenar. Miré a Ryan e hizo lo mismo para luego responder.

—Si, no hubo ningún problema, solo fue un día. Además, su salud es más importante. —respondió con tranquilidad, algo que me sorprendió.

—Bien... —asintió con una leve sonrisa. —Lily...

—No preguntes sobre el caso. —interrumpí. —Es lo que menos quiero recordar en este momento, ¿Puede ser?

—Está bien, no te preocupes. Hablaremos en otro momento sobre eso...

Asentí en concordancia para continuar comiendo, mientras entabló una conversación con Ryan entre otras cosas. Me mantuve al margen, ocultando mi nerviosismo hasta que terminamos y ayudé a mi madre a limpiar lo que había.