CAPÍTULO 87

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CAPÍTULO 87


Salí rumbo a la empresa de mi padre luego de recibir una llamada del señor Rogers para tener una reunión importante.

—Buenos días. —saludé llegando a la sala para encontrarme con los socios e inversionistas principales, como así también con el consultor estratégico.

—Buenos días, lamento haber llamado, pero tú padre necesita descansar y consideramos prudente tu presencia. —respondió el señor Rogers desde su lugar.

—Eso lo sé, no hay problema. —tomé mi lugar para tener una vista panorámica del lugar. —¿Cual es el problema?

—El inversionista de Walker se presentó abiertamente a la prensa. —respondió el señor Hall. —No tiene antecedentes de inversiones anteriores, pero se estima que tiene una fortuna enorme.

—¿Y eso qué? No se necesita solo dinero, también apoyo como los integrantes de ésta reunión. —moví un poco mi asiento. —Los Anderson tienen una gran trayectoria por tres generaciones, ¿O me dirán que lo consideran rival?

—Claro que no, pero hoy predominar otros aspectos. Ese tipo se presentó muy carismático, y muchos lo comparan con una celebridad, obtendrá apoyo de la sociedad muy pronto. —respondió Taylor encendiendo la televisión que justamente daban la noticia.

—Puede tener todo el apoyo de la sociedad, pero le falta mucho para enfrentarnos. —habló alguien tan repentinamente como abrió la puerta.

—Papá, ¿Que haces? —me levanté.

—Es mi empresa, debo estar presente en esta reunión. Y todos en las noticias hablan de eso. —señaló la pantalla para tomar su lugar central.

Volví a sentarme para liberar un suspiro pesado, a pesar de mis palabras las cosas eran más complicadas de lo que parecían y “Henry Russo” podría conseguir mucho poder e influencia en poco tiempo.

—Hablemos de como afrontar a la prensa, toda la atención estará puesta en nuestra respuesta con cara al juicio. —escuché a mi padre, pero me alejé de su conversación para mirar a la nada.

—Xavier Reed, George Walker... El bufete Milano y Sebastián Sharp, todos en mi contra. Debí imaginarlo.

Aquello lo dije en un tono bajo, mientras liberaba un resoplo acompañado de una sonrisa automática, aceptando la realidad.

—Estoy acabada. —murmuré con resignación y todo el agotamiento del mundo, creando un silencio en la sala. Entonces, levanté la mirada para encontrarme con todos, observándome.

Cerré los ojos levemente, masajeando mi frente mientras escuchaba algunos pasos en los pasillos, esperando que nadie hablara o me sentiría peor.

—¿Que dijiste? —escuché a Ryan, aún así no levanté la mirada.

El agotamiento me había caído como balde de agua helada, obligándome a hablar por impulso, pero no era mentira ya que todo parecía en mi contra y lo unico que quería era tomar un poco de aire.

Me levanté con claras intenciones de irme cuando la puerta se abrió repentinamente, dejando ver a un hombre apuesto con dos acompañantes, alguien que conocía muy bien mientras la secretaria intentaba detenerlos.

—Señor, no pude detenerlos.

—Ho sentito bene?  —se acercó extendiendo su mano para que la tomara y lo hice. —Quanto tempo, ragazza. È un piacere rivederti.

[¿Escuché bien? Cuanto tiempo, señorita. Es un placer volver a verte.]

Ante la mirada de todos me sonrió para luego besar mi mano, como todo un caballero.

ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora