CAPÍTULO 83

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CAPÍTULO 83



A primera hora de la mañana recibí una llamada que me hizo sentar en la cama.

—¿Si? —respondí de inmediato al ver de quién se trataba.

“Buenos días señorita, ¿La desperté?”

Hasta podía asegurar que sonreía.

—Sin vueltas, por favor. —intenté levantarme.

“Bien, espero que estés sentada para escuchar lo que tengo que decir.”

Entonces caí de nuevo sobre la cama, mientras me impacientaba por lo que sea que tenía que decir.

“Hiciste bien en dudar... Sebastián Sharp y Henry Russo, son la misma persona.”

Al escuchar aquello quedé en silencio, no sabía cómo tomar aquella noticia y a la vez, finalmente, todo tomaba forma. Las piezas faltantes se armaban para complementar el rompecabezas que tanto me costaba analizar, y finalmente podía diagramar la situación conforme a sus verdaderos componentes. Aunque eso no significaba que sería fácil.

“¿Lily?”

Su llamado me sacó de mis pensamientos, haciendo que regresara a la realidad.

—Estoy aquí, ¿Sabes cómo escapó? —froté mi frente.

“No, supongo que con la ayuda del Milano y de tú tío.”

—No digas eso, ese hombre es un desconocido, no es mi tío. —interrumpí con seriedad.

“Familia es familia, no puedes negarlo... Y, seguramente huyó sin problemas. Hay que encontrar la manera de deportarlo o provocar su arresto.”

—En el juicio puse en duda la certificación de los abogados, pero seguramente hicieron un buen trabajo y del mismo modo lograron traer a Sebastián. Hay que detenerlos a todos, Walker ya abrió una farmacéutica y queda más que claro quien está detrás de todo esto. —fruncí el ceño.

“Definitivamente hay que detenerlos, ya nos ayudaste una vez y en caso de no poder utilizar las leyes en estos momentos, sabes que nos haremos cargo como mejor sabemos.”

Aquello lo dijo en un tono muy peculiar, conociendo sus intenciones con Sebastián.

—Podrás tomar tu acción, el día que puedas verme de rodillas ante ellos. Solo necesito ganar el caso y todo lo implicado caerá, Walker es el que mantiene la máscara.

“De todos modos viajaré a Londres, me mantendré al margen mientras pueda y no te preocupes, tendrás nuestro apoyo.”

—Te lo agradezco, nos veremos en algún momento. —colgué, dejando caer el móvil sobre la cama y suspirar. —Sebastián. Esto es perfecto.

Aquello no lo dije en un tono alentador, todo lo contrario, sonó agotado y reprimido.

Tomé una ducha para relajarme e ir directamente a mi lugar de trabajo, y cuando estaba apunto de entrar a mi oficina mi jefe me llamó.

—Buenos días. —Saludé, entrando a su oficina.

—Buenos días, toma asiento, por favor. —cerró unos documentos y me miró. Tomé asiento como lo dijo y esperé a que hablara. —Quería hablar sobre lo que te pedí.

—Oh... —reaccioné, recordando el caso de Ryan. —Si, estoy en ello.

—No te preocupes, Ryan me lo explicará todo en la reunión de hoy. —agregó, sorprendiendome. —Ya no te preocupes más por eso, puedes ocuparte completamente del caso de tu padre. Es muy importante que ganes.

ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora