CAPÍTULO 23
Por los siguientes días solo nos cruzamos en la empresa y algunas reuniones que teníamos solo los tres, con Dylan. Todo era completamente profesional.
—¿Eso es todo por hoy? —pregunté, frotando mi cuello con cansancio, aquellas reuniones me agotaban completamente.
—Eso es todo. —confirmó Dylan, levantándose de su lugar. —Ahora me retiro y nos vemos en una semana.
Los hermanos Anderson se la ingeniaban para rotar el trabajo entre ellos, dándose esa responsabilidad pasando una semana.
—¿Agotada? —llamó mi atención Ryan, luego de que su primo se retirara.
—Quizas. —me limité a responder, acomodando algunas cosas mientras me levantaba.
—Que poca resistencia.
Me detuve al escuchar aquello, evité mirarlo pero sonreí automáticamente.
—¿Que sabes? Ocupate de tus asuntos y de limpiar los rumores que te dije qué se generarían. —entonces lo miré. —Luego podrás juzgar mi resistencia, cuando deba salvar tu estúpido trasero de los errores que cometiste.
No apartó la mirada y sonrió divertido.
—Creía que tu vocabulario había cambiado, pero continua intacto.
Evité regañarme por tal cosa, era cierto que en el pasado solía hablar groserías cuando me molestaba, pero había cambiado. Claro que había cambiado, pero Ryan tenía la habilidad de irritarme con pocas palabras.
—¿Sabes? Me pregunto, ¿Por qué recuerdas tantas cosas de mi? —lo miré con seriedad. —¿Me extrañaste?
Fue cuando borró su sonrisa haciendo que me sintiera satisfecha por lo dicho, y sin decir más me retiré del lugar.
De regreso a mi departamento me detuve en una tienda para hacer algunas compras necesarias, era una habitual que siempre concurría desde niña aunque tenía sus cambios con el pasar de los años.
Mientras recogía lo necesario reconocí a alguien a la distancia, acercándome para saludar.
—¿Selena? —detuvo su andar para voltear a verme al igual que su compañía.
—Hola Lily, que sorpresa encontrarte aquí. —inmediatamente me abrazó a lo cual correspondí.
—Lo mismo digo, ¿Como has estado? Veo que tu hijo crece saludable y rápido. —miré al niño que se encontraba comiendo unas galletas.
—Cariño, te he dicho que no debes abrir el paquete antes de pagarlo. —suspiró, sin ánimos de regañarlo y reí. —Como puedes ver, llevo una vida de casada, ama de casa y trabajo. He querido visitarte pero entre la casa, el trabajo y que supe que también estuviste muy ocupada, no he podido llamarte. —sonrió.
—No te preocupes por eso, tendremos tiempo. Justamente ahora mismo salí del trabajo y vine por algunas cosas. —también tomé unos paquetes de galletas para cargarlos en mi carrito y sonreír al niño que me miraba maravillado por los dulces.
—Perfecto, podemos ir a un café en cuánto salgamos de aquí. —sugirió.
—Me encantaría, realmente necesito distraerme y Vanessa está muy ocupada últimamente. —hice énfasis en "muy" para luego lamentarme por mi posible error.
—¿Por qué? —sonrió divertida, mientras nos dirigiamos a la caja. —¿Una relación?
—Sabes de su empleo y competencia con su madre... —evité responder. —muchas veces está allí, pensando en diseños, ya sabes.
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ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]
Romance~~Cuanto tiempo sin vernos, cuánto tiempo sin saber de ti. Desde que me fui sé que fuiste feliz, aunque en un principio todo fue igual para mi; sentí que mis días se convirtieron en grises debido a la lejanía pero fue la mejor opción a tomar~~ Aquel...