CAPÍTULO 63

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CAPÍTULO 63


Habían pasado varias semanas desde no veía a Amy, y justamente pensaba en ella.

—Intenté, e intenté pero no encuentro nada... —escuché a mi padre, ya que me había reunido con él por cuestiones del juicio.

—¿Eh? —lo miré, sin comprender lo que decía.

—Los planos que Jeremy hizo, para las mejoras del producto.

—Eso es totalmente fundamental, de otro modos estaremos en problemas. Recuerdas que es justamente para determinar la propiedad, papá, debes conseguirlo lo antes posible. —suspiré, llevando una mano a mi rostro con evidente agotamiento.

—Lo sé, pero como iba a saber que sucedería esto. Tú hermano era ordenado y diligente, quizás lo guardó en otro lugar. —acomodó todo el desorden del papeleo que hizo para buscar dichos planos.

—Está bien, ¿Quién nos podría ayudar? —pensé un momento, observando hacia el pasillo ya que las persianas estaban entreabiertas, y pude divisar a alguien pasar.

—No lo sé. —también liberó un suspiro agotado.

—Trataba más tiempo con Ryan, ¿Cierto? —él asintió. —Entonces, se lo preguntaré.

Me levanté, pero  me detuvo tomando el teléfono de la oficina.

—Puedo llamarlo desde aquí.

—No te molestes, de todos modos voy de salida. También tengo trabajo que hacer. —sonreí levemente, dirigiéndome a la puerta.

Por fortuna no dijo nada más y me dirigí a su oficina. Entré sin tocar para encontrarlo recargado en el escritorio, sosteniendo con una mano algunos documentos y la otra en el bolsillo. ¿Siempre se veía tan sexy a la hora de trabajar?

—¿Si? —me miró y sonrió casi al instante. —¿En qué puedo ayudarla, abogada?

—Tengo dos preguntas para tí... —me acerqué un poco. —La primera y la más importante, ¿Sabes algo acerca de los planos que hizo Jeremy para el producto? Al parecer desaparecieron por arte de magia.

Ante mi pregunta quedó pensativo, con el ceño levemente fruncido y que desde el perfil que lo observaba, aumentaba su atractivo.

“Maldito Ryan”

—No... —me miró. —la verdad es que no sé nada, él siempre cargaba sus cosas, pero los planos nunca los vi. A juzgar por tú expresión, es algo fundamental para el juicio.

—Correcto. Con esos planos podría ganar sin problemas.

—Entiendo. —dejó los documentos para acercarse unos pasos y observarme. —¿Cual es la otra pregunta?

—Nada, no es importante. —desvié la mirada.

—¿Quieres terminar lo que comenzamos en tu oficina? —preguntó con su tono jodidamente sensual y lo miré sorprendida.

—¡Claro que no! Estamos en la empresa de mi padre, controlate. —me molesté y lo escuché reír.

—Solo bromeo. Vamos, dímelo. —tomó mi mano para besarla y posarla en su mejilla.

—¿Siempre... —aquella pregunta se me dificultaba como no tenía idea, algo que no estaba en mis planes, pero surgió al verlo. —siempre adquieres esas poses en la oficina?

—¿Cuales poses? —preguntó, con desconcierto.

—Esas, en las que te ves profesional y a la vez arrogante. —rió nuevamente, frotando su cuello y desviando la mirada. —Justamente así.

ENTRE TUS BRAZOS |+18| [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora