flores amarillas

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- Merlina, mira al cielo. - Enid empujó a la chica que estaba a su lado, intentando despertarla. Wednesday gruñó y se dio la vuelta en la cama. Esto sólo animó a la niña más joven. Se arrastró encima de Wednesday, colocando una pierna a cada lado de su torso.

- Despierta - se rió Enid, tocando la mejilla de Wednesday y señalando la ventana. - Vas a perder, merlina.

- ¿Perder el qué? - La voz ronca de la mañana de merlina finalmente llenó el silencio. Abrió los ojos y se encontró con una Enid sonriente, que ya intentaba que se pusiera de pie. Wednesday gruñó, pero se dejó levantar.

- El cielo - Enid volvió a levantar cabeza y señaló la ventana. - hermoso. Como tu. Tenemos que valorarlo, ¿verdad? - Se giró hacia la otra chica e inclinó la cabeza hacia un lado. Aunque acabo de despertar,

Wednesday logró esbozar una suave sonrisa. Se frotó los ojos y se sentó con las piernas cruzadas, mirando por la ventana durante unos momentos.

- Realmente muy bonita, ¿eh? - Ella rió suavemente. Enid asintió, arrastrándose hasta el lado de Wednesday y apoyándose en su hombro.

- Entonces, ¿por qué no lo vemos mejor? - Merlina sonrió suavemente y se puso de pie. Enid observó, confundida, mientras Wednesday rebuscaba en sus cajones. La chica de ojos negros le entregó a Enid un par de calzas y un suéter. Enid ladeó la cabeza.

- Ve a vestirte y veamos el amanecer, - merlina la empujó hacia la puerta. El rostro de Enid se iluminó y asintió con entusiasmo, corriendo por el pasillo hacia el baño. Wednesday rápidamente hizo su higiene matutina y se puso jeans y una sudadera, y se puso un gorro sobre su cabello desordenado por la mañana.

- TOC Toc. - Se rió Enid, parándose frente a la puerta. Wednesday arrugó la nariz y se puso las botas antes de sacar a Enid del baño.

- Yo también tengo una sorpresa para ti. - recordó merlina. Señaló las Converse de Enid y le indicó a la chica que se las pusiera

- ¿Sorpresa? - Enid se sentó y se puso los zapatos. Miró los cordones confundida y luego miró a Wednesday.

Inclinándose, Wednesday se rió entre dientes mientras empezaba a atarle los zapatos a Enid. - Sí, una sorpresa. Está en el parque. - Se ató dos veces los cordones de los zapatos y ayudó a Enid a levantarse. - Vamos, te gustará.

- Me gustas - sonrió Enid con orgullo, sosteniendo el pomo de la puerta. Ella sorprendió a merlina cuando se dio vuelta y puso su mano sobre su hombro. - Hay chocolate amargo en tus ojos,
Merlina. Los veo.

A Wednesday se le cortó el aliento en la garganta cuando Enid la miró a los ojos. Esta chica tenía una manera de invocar sentimientos más profundos. Para alguien tan inocente, Enid ciertamente sabía lo que estaba haciendo.

Las dos chicas se inclinaron al mismo tiempo. Wednesday rodeó la cintura de Enid con sus brazos y la acercó más. Sintió a la chica más joven sonreír contra sus labios. Era suave, dulce, gentil. Pero aun así fue perfecto.

- Cuando separaron los labios, Enid esbozó una gran sonrisa. - Quiero ver la sorpresa - miró esperanzada a Miércoles, que aún se estaba recuperando. La más grande podría jurar que Enid podía oír los latidos de su corazón contra su pecho.

- oh, sí, la sorpresa. - Merlina se aclaró la garganta. - Vamos, vamos al parque.

Enid sonrió emocionada y agarró la mano de Wednesday, empujándola hacia la puerta. Riendo, Wednesday siguió a la chica menor, asegurándose de cerrar la puerta del apartamento detrás de ellas.

- Más despacio, Nid. - Se rió, estrechando la mano de Enid, haciéndola caminar en lugar de correr. - La sorpresa no irá a ninguna parte.

- ¿Qué es? - preguntó Enid, nada más entrar en el ascensor. Wednesday agarró la mano de Enid justo antes de que presionara el botón equivocado.

 wenclair - YellowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora