hipo

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Enid pateó una piedra mientras caminaban, ocasionalmente miraba a Wednesday con una sonrisa idiota en su rostro. Se sintió aliviada de que la otra chica no estuviera enojada con ella.

- ¿Que pasó? - Wednesday levantó una ceja cuando pilló a Enid mirándola fijamente. El rostro de la niña menor se puso rojo y se rió nerviosamente.

- Estoy feliz, eso es todo. - Enid se encogió de hombros.

- Estás a punto de ser aún más feliz - sonrió Wednesday, tirando de la mano de Enid y llevándola al otro lado de la calle. - Porque llegamos. - Dobló la esquina y señaló la tienda de Frozen Yougurt. El rostro de Enid se iluminó y prácticamente arrastró a Wednesday por las grandes puertas de entrada.

Enid se estremeció tan pronto como puso un pie en la tienda. Al darse cuenta de esto, Wednesday se quitó la chaqueta de cuero y la puso sobre los hombros de Enid. La menor la miró en estado de shock.

- Pero esto es tuyo, Merlina. - Dijo suavemente, intentando quitarse la chaqueta de los hombros. Wednesday se limitó a reír y sacudir la cabeza.

- Quiero que lo uses. - Wednesday ayudó a Enid a pasar la chaqueta por sus brazos, sintiendo mariposas en el estómago al ver a la menor usando su prenda.

- Banana. - Enid abrió una gran sonrisa, divisando la máquina de helado de plátano, cogiendo un recipiente. Wednesday hizo lo mismo, vigilando a Enid mientras vertía una gran cantidad de helado en el pequeño recipiente.

- ¿Qué sabor vas a coger? - preguntó Enid, volviendo corriendo a Merlina, sosteniendo su olla con ambas manos.

- No tengo idea - Wednesday se encogió de hombros y le entregó su olla a Enid. - Sorpréndeme.

- ¡Bueno! - tarareó Enid, cambiando su olla por la de merlina y escaneando lentamente el pasillo de maquinaria. Merlina le había confiado esta misión y Enid estaba decidida a elegir el sabor de helado perfecto.

Sus ojos se posaron en la foto de una fresa encima de una de las máquinas y sonrió. A ella le gustaban las fresas. Yoko le había dejado probar una fresa cubierta de chocolate una vez, y Yoko tuvo que esconder las fresas de Enid porque la niña seguía rogando por más.

¡Eso! Fresa cubierta de chocolate. Enid se golpeó internamente el puño por su extraordinario descubrimiento.

Primero, llenó la mitad del recipiente con helado con sabor a fresa. Luego, dio unos pasos hacia un lado y lo cubrió con helado con sabor a chocolate. Con una amplia sonrisa, Enid se volvió y saltó a merlina.

- Fresa cubierta de chocolate. - Dijo Enid entregándoselo a Wednesday y recogiendo el suyo. Merlina la miró y se rió.

- Eres demasiado inteligente para tu propio bien. - Bromeó ella. Enid arrugó la nariz y regresó a los refugios. Wednesday la siguió y vio a Enid añadir trozos de plátano a su helado.

- Me encantan los plátanos - Enid se rió suavemente y levantó la copa para mostrárselo Merlina. - ¿Vas a poner algo?

- No, - Wednesday negó con la cabeza y señaló hacia el mostrador. - Creo que es bueno así.

- Pero esto es aburrido - Enid sacudió la cabeza y se dio la vuelta, tomando un osito de gelatina del mostrador de ingredientes y colocándolo encima del helado de merlina. - ¡Señor Oso! - Ella asintió una vez.

Antes de que Wednesday pudiera responder, Enid rápidamente se giró para agarrar otro osito de gelatina. Lo colocó al lado del Señor Oso y suspiró aliviada.

- ¿Qué? - Se rió Merlina y arqueó una ceja.

- El señor Oso se sentía solo. Así que le compré otro Sr. Oso -, Enid asintió una vez, señalando las jaleas.

 wenclair - YellowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora