La Mejor Actuación | Ineffable Husbands

7

Segundo encuentro

'Pasaré por ti a las 7:00 p.m. El señor Sheen quiere verte hoy, espera que no tengas otros planes.'

El dolor ni siquiera se había ido del todo, aún podía sentirlo, y había pasado casi una semana de aquella vez. Era mi trabajo después de todo, y me pagaría muy bien, así que no podía quejarme, era mejor que trabajar en alguna otra cosa ilegal.

— Joven Tennant, suba, por favor. — el chofer se veía muy amable.

Esperaba afuera de mi casa, un auto negro apareció, las ventanas eran totalmente oscuras, abrí la puerta y me topé con la sorpresa de que atrás estaba el Sr. Sheen.

Me senté muy nervioso, el auto arrancó, él no me decía nada.

— Este es el nuevo guion para tu nuevo drama, sé que será diferente para ti, pero debes tomarlo en serio.— dijo entregándome un sobre, dentro estaba un libreto completo de un personaje masculino para una nueva serie de televisión.

— Daré lo mejor de mí, en verdad Sr...—

— David... —

— ¿Qué ocurre? —

— Tenemos que comenzar hoy. —

— ¿Qué? Pero... apenas me entregó el guion y yo... —

— No hablo de eso. —

— ¿Qué? Entonces... —

— Déjanos aquí, por favor... — le dijo al chofer, bajamos del auto y este se retiró.

Estábamos en la acera de una calle concurrida de la ciudad.

Tomó mi mano, me estremecí muy nervioso.

— No te pongas tenso, ya te lo he dicho. — me dijo en voz baja, casi susurrando, mirando a todos lados.

— Lo siento... —

— Te ves realmente hermoso hoy. — me dijo en voz alta, y me ruboricé.

Demonios, era todo actuación, solo tenía que actuar, tenía que hacerlo bien, era por lo que estaba con él en ese lugar, para dar mi mejor actuación.

— ¿Qué estamos haciendo aquí? — pregunté intentando sonar natural.

— Ya sabes, una cita... como siempre... — dijo jugando con mi mano, definitivamente, él era un excelente actor.

Comenzaba a sentir el sudor del nerviosismo en mi rostro.

— Tienes que calmarte... — me dijo, me sentía avergonzado de estar haciéndolo mal. Algunas personas que pasaban nos miraban y comenzaban a sacar sus teléfonos.

— Mírame. — me dijo sujetando mi rostro de la barbilla, y me besó.

Me sentí muy sorprendido, apenas pude con mi expresión de sorpresa, era un beso tan cálido, tan real, como si realmente estuviéramos enamorados, me sujetaba de una forma muy tierna, despacio, sentí su lengua por un corto segundo, jugar con mi labio superior y luego se separó.

Cerré los ojos con fuerza ante lo ruborizado que me sentía, por mucha actuación que hubiera de por medio, ese beso había sido impresionante.

Caminó al interior de un restaurante conmigo de la mano, no sabía a donde mirar, pero tenía que actuar, tenía que hacerlo bien.

— Señor Sheen. Pase por aquí, tenemos su mesa lista. —

¿Había reservado con anticipación? Las personas al interior del restaurante nos miraban con mucha sorpresa, no tenía idea de qué cara poner, así que opté por actuar con normalidad, era lo más sencillo. Al llegar a la mesa nos sentamos uno frente al otro.

— Te ves nervioso... — me dice mientras revisa la carta.

— Lo siento, es que... aún estoy confundido... —

Repentinamente, me entregó la carta.

— Cúbrete los labios mientras no actúas, pueden leer lo que dices... —

— ¿Qué? —

— Que si te vas a salir del personaje, debes hablar con los labios cubiertos. —

— De acuerdo.— levanté la carta a la altura de mis labios.

Lo observé detenidamente, se veía tan serio, realmente era importante para el que fuera creíble.

— Solo tengo una duda, ¿Por qué yo? ¿Por qué un hombre? Si no quiere casarse con ella pudo buscar otra mujer y... —

— No es así de simple, mi padre hubiera buscado otra mujer y ya, él es increíblemente homofóbico, no soy homosexual, pero no me agrada eso de él. No hablemos del tema.—

Se retiró la carta que cubría sus labios y cuando se acercaron a atendernos pidió algo que no logré entender bien.

— Amor, espero que ya no te sientas tan adolorido de la última vez. — dijo en voz alta, mire a todos lados, nervioso y también muy avergonzado.

— ¿Qué? — me miró furioso y entendí que tenía que actuar —... no, no te preocupes, ya me siento mejor... —

— Prometo que la próxima vez haré lo que tanto te gusta. —

Tragué saliva, él en verdad quería que se supiera que éramos algo, o que pensaran que lo éramos. Lo decía todo tan explícitamente y yo no podía seguir el juego porque me daba vergüenza que todos me vieran como el chico que le gusta que le hagan, cosas.

Llegó la comida, durante varios minutos en silencio él comía mirando por la ventana y yo no podía dejar de pensar en mi vida y en cómo mejorar para él.

— ¿Por qué estás tan callado, bebé? —