Abrí los ojos, me había quedado dormido de tanto llorar, la luz del día indicaba que era aproximadamente medio día, me senté, cerré los ojos con fuerza ante el dolor que sentí, era insoportable, seguía sintiéndolo todo tan reciente, tan fuerte, se había quedado marcado en mi cuerpo.
Me puse pie temblando, sintiéndome asustado, y lloré de nuevo. Caminé apoyándome en las paredes buscando una salida, cada paso que daba era una pesadilla, dolía estar vivo, en ese momento solo pensaba que hubiera preferido que me mataran.
No había nadie en el lugar, bajé las escaleras soltando lágrimas en cada escalón, mis ojos estaban tan hinchados del llanto y de los golpes que tenía mucho miedo de pisar mal y caerme, bajé muy lentamente.
Salí y lo primero que noté fue que estaba en un área alejada de la ciudad, había un campo muy grande de césped seco frente al edificio abandonado, toda la zona eran edificios antiguos y vacíos, con ventanas rotas y pinturas, reconocía el lugar, años atrás solía ir con Will y Simón a pintar las paredes de los edificios abandonados.
Caminaba cojeando, el sol lastimaba la poca visión que me permitían mis párpados hinchados, y me había lastimado mucho la pierna al forcejear con el hombre, los golpes con la vara de metal, en realidad, todo me había dejado de esa manera.
Mi nariz comenzaba a gotear, la sangre caía pero decidí ignorarla y me limpiaba con el brazo, sintiendo como la sangre seca en mi rostro se quedaba pegada en el mismo.
Vi un auto, acercarse por la carretera y corrí a detenerlo, solo quería ir a casa, quería dormir, quería llorar. En realidad quería dormirme para siempre.
Se detuvo, el hombre me comenzó a hacer preguntas, era un señor mayor y se preocupó por mi, pero le dije que le pagaría para que no me preguntara nada. Se veía muy asustado al verme así, pero yo no quería hablar de eso, le pedí que me diera la polera que llevaba puesta, me quedaba grande y eso era bueno porque me podía cubrir, al menos un poco, el rostro.
Al llegar al departamento, el recepcionista estaba tan ocupado que al verme no notó nada extraño, la capucha me cubría todo lo desastroso, y con oír mi voz supo que era yo, eso me hizo sentir tranquilo. Le entregué al hombre mayor el dinero que tenía guardado. Se veía muy asustado pero yo no quería responder preguntas, solo necesitaba llorar.
Tenía que ir a la clínica, no por mi, en realidad quería ver a mi madre. Y sabía perfectamente que no podría contarle lo que me habían hecho, no iba a poder hacerlo nunca.
No podía salir con el rostro lleno de moretones y todo el cuerpo destruido. Solo quería estar cerca de ella, quería tomar su mano y sentir que ella estaba conmigo, que no estaba solo.
No tenía mi teléfono, no podía llamar a nadie, y no me sentía bien para hacerlo tampoco. Entré a mi habitación y comencé a llorar en soledad, aterrado, trataba de convencerme de que ya todo había pasado, que ya no estaban haciéndome daño, que eso era todo, que ya estaba solo, que dejara de llorar y que estaría bien. Pero las imágenes regresaban una a una.
Vi la tarjeta que Michael me había dado, estaba sobre la mesa de noche, instantáneamente sentí mucha rabia recorrer mi cuerpo, no quería pensar en él, y no quería culparlo, sabía que su familia era peligrosa, pero al mismo tiempo tan solo pensar su nombre, me dolía mucho.
Me sentía asqueroso y usado. Entré a ducharme. Ahí también lloré, abrazando mi delgado e indefenso cuerpo, pidiéndome perdón a mi mismo, por lo malo que había sido conmigo.
Estuve duchándome durante horas, nunca volvería a sentirme limpio en mi vida.
Nunca.
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La Mejor Actuación | Ineffable Husbands
FanfictionDavid buscará un trabajo inusual para poder lidiar con su complicada vida, no esperaba conocer a un actor famoso que necesitará que actúe para él. "Te necesito tanto como tú a mí." Michael Sheen & David Tennant Contiene escenas +18 Inspirado en Li...