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Semanas pasaron, en las que terminábamos de filmar el programa y saliendo del set visitaba a mi madre en el hospital. No ver ninguna mejora de su parte no me hacía bien, necesitaba verla mejor, no dependía de mi pero cada vez que iba a verla se me rompía más y más el corazón de pensar en que ella seguía igual de delicada.

No tenía noticias de Michael, ya ni siquiera revisaba el teléfono, simplemente sabía que él me buscaría cuando me necesitara, y eso me ayudaba a no ilusionarme más.

¿A quién quería engañar? Su nombre se negaba a abandonar mis pensamientos, se adueñó de cada rincón de mi mente.

Una tarde llegué a casa temprano, no podía sacarme de la mente la forma en que sus manos me tocaba, la forma en que me hacía suyo, no podía evitar recordarlo todo, sus labios, sus ojos, sus manos sujetándome fuertemente a su gusto.

Me recosté en mi cama y no pude evitar tocarme, imaginándolo, recordando todo, a detalle, todas mis experiencias sexuales en la vida le pertenecían a él, no pude evitar masturbarme susurrando su nombre, deseando que fuera él quién estaba tocándome.

- Por favor Michael... no te detengas. - y así me vine, suspiré sintiendo todo húmedo en mi mano - ¿Por qué me tienes que gustar tanto? - me quejé frustrado, me duché, sintiéndome tenso y agotado, no había comido bien hace mucho tiempo, estaba muy débil y también sentía que había perdido peso.

Horas después era hora de cenar pero no quería comer nada, me recosté en el sillón mirando el teléfono, mi representante me mandaba todos los artículos en los que aparecía mi nombre, había altas expectativas sobre mi actuación en el programa, por ser novio de Michael, no debía decepcionar.

Mientras observaba el teléfono le llegó un mensaje de Will.

'Hola Dav, ¿Cómo estás?'

Hacía mucho que no los veía, ni a Simón, ni a Will, tenía que pasar tiempo con ellos, quería hacerlo, los extrañaba y no me gustaba sentirme solo, todo se había vuelto, Michael, trabajo y hospital, necesitaba estar con mis amigos, como en los viejos tiempos.

Los invité a casa, salí a hacer compras recordando los refrescos y snacks que les gustaban hace años cuando estábamos todo el tiempo juntos.

Cuando estaba regresando a casa luego de hacer las compras me sentía inquieto, esta vez no me seguía un paparazzi, era una camioneta muy extraña, negra de lunas polarizadas, cuando volteé a ver se desvió en otra dirección, caminé rápido a casa a esperar a mis amigos.

- ¿Cómo has estado? ¿Cómo está tu madre? -

- Yo, creo que estoy bien... mi madre todavía no se recupera, no hablemos de eso, por favor. -

Se miraron entre ellos.

- Perdón, no quería...-

- No te preocupes, Simón, todo estará bien, ella estará bien. - le dije, sonriendo.

- ¿Y cómo va todo con Michael? - me preguntó Will.

Claramente, no iba a decirle que me había estado tocando pensando en él, y mucho menos que él y yo no éramos una pareja real, pero que me gustaba de verdad. No podía decírselo, no podía decir nada de eso.

- Él me gusta mucho. - dije sin pensar... me asusté - claro, quiero decir, claro que me gusta, es mi novio, me refiero a que yo...-

- Le quieres mucho. - me sentía nervioso, porque a pesar de toda la actuación y lo mucho que me gustaba Michael, no quería enamorarme, porque eso solo podía significar que si las cosas no eran mutuas, me dolería mucho como terminaría todo eso.

La Mejor Actuación | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora