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Comencé a llorar mirando fijamente por la ventana, de reojo podía notar como por más que quería enfadarse conmigo no pudo hacerlo, él sabía que me estaba esforzando por no llorar.

Mis lágrimas comenzaban a caer aunque no hubiera un fuerte llanto de mi parte, simplemente mis ojos mirando hacia la ventana y las lágrimas cayendo una por una silenciosamente mientras mi respiración delataba que me estaba aguantando quebrarme.

A pesar de mirar al frente, noté el instante en el que su mirada cambió, ahora me miraba sintiéndose ¿Conmovido? Por mí. Me sentí culpable por eso. Se levantó y acercó su silla a la mía y de la nada, así, de pronto, me abrazó.

Esa fue la primera vez que sentí un abrazo real de su parte.

- Si quieres vamos a otro lado. - me susurró en el abrazo, ese era él, era él realmente, no era actuado, era él.

- Quiero estar cerca del hospital, por favor. - dije, mi cabeza descansaba en su hombro, nos comenzaban a mirar desde afuera, y desde el interior, comenzaban a tomar fotos.

Me sentía terriblemente mal por arruinarlo todo para él, con mi llanto, creerían que algo andaba mal de la relación, yo no iba a permitir que eso ocurriera. Le di un beso, así si existieran fotos mías llorando con él, sabrían que no es ningún problema en nuestra relación, él me rodeó por el hombro.

- Estoy preocupado por ti. - dijo en voz alta, pero luego se acercó a mi oído, ligeramente y me susurró - y lo digo en serio. -

Lo miré sorprendido, pero sin salirme del personaje, por fin una mínima manifestación de su parte, algo que indicaba que existía una diminuta emoción de él hacia mí.

- ¿De verdad? ¿Lo dices en serio? - le susurré cubriendo mis labios, seguían mirándonos de todas partes.

Suspiró.

- Después de todo trabajas para mí, debo preocuparme por mi actor, especialmente si estás haciendo un trabajo muy importante. - me susurró también cubriéndose los labios.

¡Mierda! No le importaba yo.

No había ningún sentimiento.

Solo le importaba preocuparse por que su actor esté bien.

Y él me gustaba mucho.

Ya no podía negarlo.

Por más que debía hacer el trabajo lo mejor que pudiera, no podía negar lo evidente.

Tuvo que llamar a sus guardaespaldas para que las personas dejaran de acercarse a nosotros, nos quedamos en ese restaurante mientras las horas pasaban.

No entendía nada de sus actitudes ni de sus palabras y me sentía terriblemente confundido con lo real y lo actuado. No podía creer que había cancelado sus planes por estar allí conmigo y únicamente todo por el bien de su 'actor'.

Y eso me hacía sentir bien, pero al mismo tiempo no, porque él no sentía nada por mí, solo le importaba mi persona porque era mi trabajo estar con él.

Comenzaba a anochecer y había menos personas rondando la calle, el restaurante estaba totalmente vacío, la operación de mi madre no finalizaba, no había ninguna llamada y yo estaba inquieto, moviendo la pierna involuntariamente, muy ansioso.

- David, vamos a mi casa. -

Eso no es preocuparse por su 'actor'.

Más confusión para mí.

La Mejor Actuación | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora