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David, la operación apenas finalizó, todo salió bien, escucha, ella se encuentra en cuidados intensivos en este momento, está muy delicada y deberá estar en constante monitoreo, espero que puedas estar más tranquilo con esta información.


Respiré aliviado de que estuviera viva, me sentía muy tranquilo con eso, pero al mismo tiempo angustiado de que estuviera muy delicada, era como estar en medio de la nada y no saber qué ocurriría, comencé a temblar de nuevo.


G... Gracias por llamarme. — le dije, la llamada finalizó, Michael me miraba intrigado, esperando que dijera algo.

La... la operación terminó y, ella está... está en cuidados intensivos. — mi voz también se escuchaba temerosa y él lo notaba.

Vamos al hospital, llamaré al chofer. — dijo levantándose del sofá y caminando hacia el pasadizo.


Me quedé sentado, petrificado, asustado, no sabía qué hacer en ese momento, eran aproximadamente las dos de la madrugada, tenía mucho frío y estaba cansado, también asustado y muy confundido.

Subimos al auto, junté mis manos para evitar que siguieran temblando, no lo conseguía. De pronto él sostuvo mi muñeca, separándolas y juntando nuestras manos lentamente, lo miré asombrado.


Tranquilo David.

Asentí, pero no podía estar tranquilo.


Confirmé instantáneamente que esa amabilidad era humana, no era actuación ni falsedad, era compasión de cualquier ser humano que ve a otro en pánico.

Y lo estaba, tenía demasiado miedo, me repetía constantemente en la mente que ella estaba bien, que todo había salido bien, pero, lo único que yo quería era poder verla fuera de ese hospital. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que ella había estado bien, era realmente tantos años de sufrimiento para ella.

Al llegar, él me esperó en el auto mientras yo entré temeroso, las luces de los hospitales en la madrugada emiten la sensación más aterradora del mundo, no porque hubiera algo que diera miedo en sí, solo lo más evidente, la muerte, que ronda por los pasillos.

Ver a mi madre en esa situación ya no era sano para mí, que estaba cargando con el peso de todo en mi espalda y verla en ese estado me hizo quebrarme, lloré a su lado, algo que había estado evitando hacer.

Ella no se movía, el respirador parecía hacer todo el trabajo y yo, no comprendía si debía estar feliz, porque estaba viva o triste, porque estaba en ese estado, lloré inconsolable, sus ojos cerrados siempre me generaban inquietud y sus signos vitales en el monitor eran lo único que me mantenía con esperanzas.

Al volver al auto ya no tenía emociones en el rostro, mis párpados estaban hinchados y sumándole todo el cansancio que sentía, veía todo borroso.

Me senté, sin decir nada, él me miraba, esperando alguna palabra de mi parte.


David...


No dije nada, sentía que si hablaba, si decía cualquier cosa, me pondría a llorar de nuevo, y no quería eso.


Quédate conmigo, esta noche. — dijo.

¿Qué? No... no debes preocuparte por mí, yo estaré bien.

La Mejor Actuación | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora