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Nos besamos de nuevo, sin parar durante varios minutos, solo el cansancio en mis ojos hizo que me detuviera cerrándolos con fuerza y él se alejó mirándome con ternura.

¿Quieres... descansar?

Asentí, me recosté mirando al techo, deslizó sus manos por mi torso desnudo dejando la crema, trabajar sobre mis heridas, estuve algunos minutos así a punto de quedarme dormido, luego me vestí con un pijama muy cómodo que él me entregó.

Recostado sobre la enorme cama, justo en el centro, abrazando mi cuerpo y cubierto hasta el cuello, sentía que ese frío desgarrador y afilado, iba desapareciendo.

Te dejaré descansar... ¿Sí?

No me dejes aquí solo...

Sin pensarlo, había dicho la misma frase de mi madre, y la misma frase de la canción...

''No me dejes aquí solo''

Se acercó lentamente y se recostó a mi lado, por debajo de las mantas se acomodó abrazándome, me aferré a él de una forma desesperada como si le estuviera diciendo a gritos que nunca quería alejarme de él, abrazándome su cuerpo con mis piernas y brazos.

Solo cierra los ojos... todo va a estar bien...

Me acarició el cabello hasta que me quedé dormido.

A la mañana siguiente... fue extraño, porque sentía que al abrir los ojos estaría solo, pero él estaba ahí a mi lado.

Gracias por no dejarme solo...— le dije.

Quiero estar contigo todo el tiempo que pueda antes de que las cosas se pongan feas...

Desayunamos juntos, habían muchas personas en la casa, más que asistentes parecían una especie de servicio secreto, por la forma en la que hablaban y caminaban, y Michael estaba realmente ocupado. Después tuvo que irse a su trabajo a fingir que su vida estaba normal, yo aún no entendía del todo su plan pero lo único que podía hacer era confiar en él y esperar que regresara a verme.

El tiempo pasaba, el plan que Michael tenía mente no parecía algo sencillo, ya era casi un mes que yo seguía viviendo en esa casa durante la planeación y sus reuniones, todas las personas que llegaban a la casa traían más seguridad con ellos y yo solo podía observar desde lejos.

Sus empleados siempre me ofrecían muchas comodidades y eran muy atentos conmigo. El médico le había dicho que yo estaba bien, que no tenía ninguna enfermedad, yo me sentía abrumado con tanta atención. Era nuevo para mi.

Durante los primeros días recibía mensajes de Will y Simón, preguntándome cómo estaba, pero los de seguridad me habían explicado que no debía responder a sus mensajes, siempre decían lo mismo 'Es para garantizar su seguridad', todo era tan misterioso y me sentía muy confundido todo el tiempo.

Todas las tardes Michael llegaba a la casa y tenía reuniones a puertas cerradas, no me permitían entrar ni escuchar nada, era algo muy confidencial y peligroso, tanto que ni siquiera yo podía saberlo y no me hablaba de eso, 'por mi seguridad'.

Todo se calmaba en las noches cuando él llegaba a mi lado y dormíamos abrazados.

Pasaba esos días intentando tocar un piano que estaba en el centro de una habitación, revisando cada uno de los libros de la enorme mansión, viendo si alguno me parecía interesante, una de sus empleadas amablemente se ofreció a enseñarme a tocar el piano y al estar solo gran parte del día, terminé aprendiendo un poco.

La Mejor Actuación | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora