36

218 47 21
                                    

— Entonces cometí un error al elegirte para este trabajo...

Me giré dispuesto a irme, muy triste, con las lágrimas cayendo.

Pero tomó mi mano evitando que me fuera.

Déjame terminar de hablar... decía que cometí un error al elegirte a ti para este trabajo, porque eres tan hermoso... y tan distinto a todas las personas que he conocido... que era imposible que no me enamorara de ti.

Me estaba diciendo algo que tanto anhelaba escuchar, algo que me hubiera hecho tan feliz escuchar antes, y en ese momento no podía parar de llorar.

Era el momento que tanto había esperado, tanto tiempo deseando que él sintiera algo por mí, tantas noches pensando en él, tantos sueños e ilusiones.

Pero lo que su padre me había hecho era una forma de decirme que le alejara de él.

No quería perderlo para siempre, pero su rostro ahora estaba asociado a todo lo que me causaba dolor.

Tenía su confesión, por fin sabía sus sentimientos, hacía a mí, se había enamorado de mí, comencé a llorar más fuerte, todo estaba saliendo mal, todo estaba de mal en peor. Sentía coraje de no poder tener algo real nunca con él, su padre había hecho qué abusaran de mí para que me tuviera asco, y yo me tenía mucho asco.

Y no podía decirle nada, de eso, solo tenía que irme.

Lo mejor será que no nos volvamos a ver nunca más — le dije, no quería decir esas palabras, pero había sido abusado por horas y mi cuerpo ya no aguantaba estar de pie, mi mente no soportaba tanto dolor, mi corazón no soportaba toda la confusión, todas las emociones, todo en tan poco tiempo.

David, te estoy diciendo que yo...

Por favor, no quiero volver a verte.— me giré saliendo el lugar, se quedó confundido y yo con el corazón roto por saber que le gustaba al hombre de mis sueños y que nunca podría estar con él.

El chofer me dejó en el departamento, me despedí de él, sabía que no volvería a verlo. Al entrar, estaba decidido a dejar ese lugar, no quería pensar en Michael nunca más ni vivir en el sitio que él me había conseguido, no quería tener nada que ver con él.

¡Carajo! ¡Me había dicho que sentía lo mismo por mí!

¡En el peor momento de mi vida! Me odiaba tanto.

Tome todas mis cosas, mi ropa, dejé la tarjeta de Michael en ese sitio y tomé un taxi a casa de mi madre.

Al llegar, sentí que volvía a ser yo, el yo de antes.

¿A quién quería engañar?

Nunca iba a ser el de antes.

Todas las marcas en mi cuerpo me confirmaban que yo ya no era el mismo de antes, y que jamás volvería a serlo. Entré a mi habitación y me imaginé al pequeño David que había crecido en ese lugar, comencé a llorar de nuevo recordándolo todo.

Ese pequeño niño no imaginaba todo lo que le tocaría vivir, me recosté y llore abrazando mi almohada. Dejé salir todo el llanto lleno de espasmos y gritos desesperados en mi almohada, estaba furioso de lo que me habían hecho, estaba triste, mis párpados estallaban de dolor, me metí a la ducha y no quería salir de allí, sentía que nada iba a quitarme la sensación de las sucias manos de ese hombre tocándome

Y dejando el agua caer, lloré de nuevo, lloré por todo, lloré por mí.

Tenía algo de dinero guardado, era todo lo que me quedaba, quería comprarme un teléfono, pero no tenía fuerzas para salir de nuevo, así que, me dormí, hasta el día siguiente, cuando desperté, aún no tenía fuerzas.

Las marcas no se habían ido, de hecho se notaban aún más, intenté maquillarme y salí a buscar un teléfono, quería recuperar mi número y decirle a Will que...

¿Qué iba a decirle?

No podía decirle nada.

¡Mierda! No podía decirle la verdad.

¿Qué le iba a decir?

¿Qué no pude hablar con Michael porque me secuestraron y me habían...?

No, no podía.

Recuperé el número, se activaría en algunos minutos, caminaba a pasos apresurados, todo me asustaba, una vez en casa sabía que era en vano tener el teléfono, no tendría el valor para contarle a Will, lo que realmente había pasado.

La señal llegó de pronto, el número se activó.

Mensajes entrantes.

'Tenemos que hablar de lo que pasó, hace tiempo que quiero hablar contigo sobre algo importante.'

Era un mensaje de Michael de antes de hablar con él.

'¿Y si me cuentas como te fue...? Estoy muy preocupado por ti.'

Ese mensaje era de Will.

Cociné para mí, quería tratarme bien por una vez, cada bocado me costaba una vida, una eternidad, pero me lo debía, tenía que alimentarme, mi cuerpo ya había sufrido demasiado a manos de otros como para hacerlo sufrir yo también.

Llamada entrante de Will.

Hola... ¿Dav? Al fin contestas, estaba preocupado, me salía que tu número no estaba disponible y estaba preocupado.

Lo siento, es que perdí mi otro teléfono...

Y... dime ¿Cómo te fue?

Lo único que podía decirle era que me tuve que alejar de Michael porque las cosas no habían salido bien, nada más que eso.

Las cosas no salieron bien... ya no quiero verlo más, le dije que no trabajaré con él, se acabó todo.— le dije con la voz entrecortada, llorando, pero no estaba llorando por eso, estaba llorando, porque estaba hablando con uno de mis mejores amigos de la vida y no podía decirle que habían abusado de mí.

Lamento escucharlo ¿Quieres hablarlo? Podría ir a verte y...

No, lo siento, pero quiero estar solo. — no era verdad, pero no quería que viese mi rostro destruido.

Entiendo, si cambias de opinión, puedes escribirme ¿Sí?

Si... — suspiré, — A simón solo dile que terminé mi relación con Michael.—

Sí, eso le diré, oye Dav, estarás bien, todo estará bien.

Mi labio comenzó a temblar aguantándose el llanto ante esa frase.

'Todo estará bien.'

Emmm.... Gracias por decirme eso... y.... Y hasta... hasta luego. — corté y de nuevo el llanto se apoderó ed mi, no me servía de nada llorar, pero era lo único que podía hacer.

Pasaron días, tres o cuatro, o más, había perdido la noción del tiempo, mi vida no iba a ninguna parte, llamaba a la clínica para saber de mi madre, el doctor me había dicho que aún no podía hablar y solo tenía los ojos abiertos, para mí eso era una mejora, era algo.

Michael no me había escrito de nuevo y agradecía eso, había respetado mi decisión, sí, el hombre que me había confesado sus sentimientos, y por el que yo sentía lo mismo.

Recordaba lo que vivimos juntos, y eso también me hacía sollozar, lo había perdido todo.

Tenía que desaparecer de su vida. Olvidarlo.

El dolor no se iba, y los recuerdos tampoco.

Tocaron el timbre, me sentí lleno de miedo, estaba más que asustado, todo mi cuerpo se tensó, no había salido de casa en días, me duchaba tres veces al día porque todo el tiempo me sentía asqueroso y era como si no pudiera quitar la sensación de ese hombre de mi cuerpo. No podía sacar de mi mente las horas de abuso.

Mire por la ventana, tenía miedo de qué fuera Michael, o el chofer, o peor, enviados de sus padres a hacerme daño, o a matarme, mis manos temblaban.

La Mejor Actuación | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora