La Mejor Actuación | Ineffable Husbands

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— Siempre haré lo mejor que pueda. — dije feliz, por fin había una sonrisa real en mi rostro.

— ¿Y dónde estás ahora? —

— En el hospital... con mamá, ella... no ha mejorado. —

— ¿Me dejarías trasladarla a una clínica? Sabes que es lo mejor para ella. —

Ella merecía todo lo mejor en el mundo, y además, en el hospital muchas personas se me quedaban viendo y me reconocían, en una clínica todo sería más privado.

Tenía que aceptar todo lo que Michael quisiera darme, eso me hacía sentir menos miedo, en realidad no mucho menos, pero, ayudaba a calmarme un poco, todo el tema de su familia era tan turbio que me costaba quitármelo de la mente, no era fácil.

— Creo que es lo mejor, quiero verla mejorar, y... no está ocurriendo. —

— Voy a ordenar el traslado ¿De acuerdo? Pero hoy, ¿Cómo piensas celebrar el estreno del primer episodio del show? —

— ¿Celebrar? —

— Claro, ¿No tienes amigos? — preguntó, automáticamente pensé en Simón y Will.

— Bueno, tengo un par de amigos y... —

— Que se diviertan. — me dijo antes de cortar la llamada de pronto.

Me quedé con el teléfono sobre mi oído, confundido. 

El chofer me llevaba al departamento mientras mensajeaba a mis amigos para invitarlos a ver el primer episodio conmigo, ellos aceptaron emocionados, me sentía feliz de saber que no estaría solo.

No dejaba de pensar en la forma en la que Michael había cortado la llamada, era como si a él hubiera gustado, a lo mejor, celebrar conmigo.

Quizá.

Tal vez.

A lo mejor.

Quizá esperaba que le dijera que no tenía amigos, o quizá simplemente quería verme.

O quizá NO y solo eran ideas mías.

Eran ideas mías.

Definitivamente.

Cuando mis amigos llegaron y vimos el primer episodio juntos, sus rostros se iluminaron y eso me hacía sentir muy emocionado con el trabajo. Me felicitaron, me abrazaron, hasta se me llenaron los ojos de lágrimas, de saber que ellos estaban felices por mí.

La calidez que sentía en las personalidades de ambos me llenaba de vida, dentro de toda la tormenta en la que estaba empapado y enfermándome día tras día, ellos me devolvieron la sonrisa y la sensación de cariño que tanto necesitaba en ese momento.

Primero bebimos vino, y reímos mucho, hablamos de los viejos tiempos.

Luego bebimos más que solo vino.

Y horas después bebimos mucho más.

A la mañana siguiente los tres estábamos con una resaca infernal, y es que a media noche se les había ocurrido la grandiosa idea de comprar más alcohol y la mezcla de muchas bebidas a las cuales no estaba acostumbrado (y al parecer ellos tampoco), nos había dejado muy mal a los tres.

Tenía entrevistas durante todo el día, así que tuve que levantarme aún con la sensación de malestar, ducharme rápidamente y salir al auto donde el chofer me esperaba para continuar el día a pesar del dolor de cabeza.

Tener el estómago vacío me lo había puesto todo peor al beber la noche anterior. 

Ellos se fueron a casa y el chofer me llevó a todas las entrevistas que tenía, trataba de no dormirme en el auto, pero mis ojos me rogaban un descanso.

No sabía como había aguantado, tantos lugares diferentes, tantas preguntas diferentes, algunas entrevistas eran con el resto del reparto de programa y me miraban riéndose como si mis ojos delataban que había estado bebiendo, simplemente les sonreía, después de todo, había estado bebiendo con amigos. Maquillaje, fotos, preguntas, la sensación de somnolencia, ganándome poco a poco.

Al finalizar el día, cuando ya estaba anocheciendo, fui a la clínica, el chofer me había mencionado que Michael había ordenado el traslado de mi madre, y yo quería ir a verla lo más pronto posible, así que el chofer me llevó.

La habitación era mucho más amplia, entraba más luz por las amplias ventanas. Mientras tomaba su mano, rogaba mentalmente porque ella mejorase y despertase, sí, de nuevo, pidiendo por lo mismo, esperanzado en lo mismo, por más estúpido que fuera pedirle eso, era mi madre, nadie que haya sido criado con amor y cariño quiere perder a su madre.

— Mamá, ahora me hacen muchas entrevistas, y me toman muchas fotos, creo que me veo bien en ellas, he perdido algo de peso, pero no te preocupes, es parte de este mundo, tener que verme bien, ya sabes, y estoy muy contento con lo que estoy logrando...— le sonreí, aunque no podía verme, ni oírme —... Y eso me emociona mucho, ¿Recuerdas a Will y Simón? Ellos me dicen 'Superestrella' — reí de nuevo — ... Quiero que me veas cumplir mis sueños, o que me veas intentándolo, en verdad estoy esforzándome mucho y... quiero hacerlo todo por ti... ¿Sabes algo? Cuando salgas de aquí, te lo daré todo, mamá... todo, podrás pedirme lo que quieras, en verdad, mamá...—

Al salir de la habitación, me sequé los rastros de las lágrimas con desgana. Suspiré mirando al techo. Me sentía peor que mal con la resaca, un dolor de cabeza punzante y constante molestándome, además me dolía mucho el estómago, estaba terriblemente agotado, apenas podía mantenerme en pie y el haber estado llorando me había dejado la visión borrosa.

Di dos pasos al frente y me frené automáticamente al verlo.

Michael, me estaba sonriendo, me puse nervioso.

— Hoy voy a cenar con mi novio. —