50 | FIN

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Era una tarde de domingo, todos los ojos estaban puestos en los noticieros que anunciaban el traslado de uno de los hombres más buscados por la ley internacionalmente, ojos expectantes y asombrados de una de las capturas más asombrosas de los últimos años.

Uno de los criminales más despiadados y despreciables del mundo pagaría por sus acciones, el castigo otorgado a su repugnante existencia era nada más y nada menos que la pena de muerte. Una sentencia drástica y poco común.


Pero esa era una salida fácil para un criminal que había ocasionado tanto daño, durante muchos años, liderando negocios turbios e ilegales que arrastraba su linaje por generaciones. Una persona que había arrancado la paz a muchas familias, arruinado las vidas de muchos, que desaparecía personas a su gusto, también ordenada a realizar atrocidades a personas inocentes. Al parecer de muchos, esa insignificante sentencia, no era justa.


Todo parecía ir como se suponía que debía ser, lo custodiaban cuatro vehículos de seguridad, los mejores, con años de entrenamiento, respaldando su participación en aquel traslado y justificando los roles de cada persona encargada, nada podía salir mal, nada podía salirse del plan.



Pero eso depende del plan al que nos referimos, ¿Al de la policía? ¿O al plan de Michael?



Debió ser una increíble sorpresa para la policía, y para las organizaciones poderosas como la Europol, al igual que para todos los televidentes, cuando el vehículo que transportaba al hombre desapareció sin dejar rastro, en unos cortos minutos de interferencias y conexión perdida. Como por arte de magia, como si toda la tecnología fallara coincidentemente en aquel instante, como si las cosas estuvieran, de algún modo, planeadas.


Inmediatamente, se encendieron alarmas en muchas oficinas, en muchos departamentos de inteligencia, en todas partes, comenzó a esparcirse la lamentable noticia de que el criminal ahora era un prófugo, que había encontrado la manera de escapar de su destino.


Siendo un hombre tan poderoso, y muy peligroso también, la idea de un escape sonaba creíble para la mayoría de la audiencia, y era una pena que un ser tan malvado lograra salirse con la suya.


Mientras la policía se inquietaba, indagaba e investigaba a los responsables de cada uno ed los vehículos que custodiaban al criminal, terminaron perdiendo la cabeza y buscando culpables en todas partes, intentando de alguna forma asimilar aquel error, cada vez caían más y más en cuenta de que aquellos vehículos habían ayudado al hombre a escapar. Y que a lo mejor el criminal lo tenía todo planeado y ellos no habían anticipado esa posibilidad, todo el mundo los odiaría, mucha gente estaría en problemas, muchos perderían sus trabajos.


Pero eso es lo que pensaba la policía, y eso era bueno, eso debían pensar.


La realidad era que un hombre con tantos enemigos y un hijo con sed de venganza, no le iban a permitir tener un destino tan tierno como la pena de muerte, no a alguien tan desalmado, que merecía más dolor.

La Mejor Actuación | Ineffable HusbandsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora