Capítulo 21 · Tú sabe'.

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COURTZ ·


📍Isla Verde, PR.



Ya era casi media noche, todos estaban en nota, todos estaban con nenas encima. Había armas por todos lados, marihuana en cada mesa —en cada grupo de chamaquitos—, yo me mantenía en la buena, bebiendo tranquilo y sintiéndome como un pendejo, aunque sí, estaba rodeado de mujeres en este momento.

—¿Y dónde e’ que está?

—¿De quién tú hablas, brother? —Chimi ya no daba para más.

—De la nena, Nain... ¿No han bajado?

Negó—. Subió con Casper y desde entonces no... No la he visto, pero tranquilo que en cuanto baje, ella viene pa’ acá.

Asentí, quizás su hermano estaba hablando con ella.

—Hola, soy Elisa —una nena llegó poniéndose frente a mi, besándome la mejilla con toda la confianza y sonrió—. ¿Bailas?

—No, hoy no...

En verdad si, si quería bailar y joder. Necesitaba un partycito de hace rato, hoy más que nada, quería un perreo de Nain, un beso, un toque, algo de ella, no de otra.

—Ay, vamos nene... ¡Desde que llegaste has estado como perdido, mirando pa’ todos lados! ¿Qué pasa? —me tomó de la mano, jalándome un poco y se giró, poniéndome ese booty encima—. Na’ más un perreito, ¿o es que tienes miedo?

Se movió aún mirándome a la cara, pegándose más y yo ahí, sin decir absolutamente nada, mirándole el culo.

—¿Ves que no pasa nada? —oí esa risita suya y siguió moviéndose lento, sobre el bicho mío—. Si además te gusta, ¿pa’ qué decías que no? Mira como estás ahora...

En mi cabeza había en repeat un «no, no, no» que no me dejaba quieto. Me jodía la mente escucharlo, sentirlo y además, había algo raro en mi pecho que no me permitía disfrutarlo, porque seré sincero, la nena lo mueve bien, ella sabe como hacerlo pero, mi mente no está siguiéndole el juego.

—Papi, estás sudando... ¿Esto te calienta?

—Acho’ en verdad que no.

La sonrisa que tenía en el rostro desapareció, yo sintiéndome aún más incómodo, la eché para el lado y me volteé, dándole la espalda por completo. Me tomé un trago grande de lo que tenía en mi vaso y fue que miré a Nain pasar, por detrás de todos esos adornos de cumpleaños bien rápido, como si no quisiera que alguien se diera cuenta.

—¿Pa’ dónde es que tú vas, mami? —murmuré llevándome a la boca el vaso que tenía casi a la mitad y caminé en dirección a ella.

Lento, poco a poco para que nadie se diera cuenta que iba por ella. Observaba desde la terraza a Nain, caminando en la playa —entre la poca luz que llegaba a la orilla—, con ese short de mezclilla rasgadito y un brasier rojo, completamente descalza y sola.

“Me escapé”.

Caminé rápido, escondiéndome de las luces que había arriba en la casa, bajé las escaleras y llegué con ella. Tenía un vaso en la mano izquierda, su celular en la derecha y estaba inmóvil, mirando hacia el mar.

TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora