Capítulo 62 · Felices Para Siempre.

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➤COURTZ ·


Después del choque, nos vimos rodeados de paramédicos, policías por todos lados y gente ayudándonos a salir de la guagua.

Un cabrón borracho nos había impactado de frente y por suerte —quizás—, Nain no resultó herida y no tenía un solo rasguño, en cambio yo sí, pues mi cara se había estampado en el guía pero, no era nada grave.

Luego todo pasó bien rápido, yo solo velaba por Nain y no ponía atención a más nada.

De un momento a otro, nos encontrabamos en la clínica dónde me pidieron cambiarme y ponerme todo para poder entrar junto a Nain que ya estaba a casi nada de tener al bebé.

Me hicieron lavar mis manos y quitarme las pantallas, no llevaba nada más. Entré a la sala de parto y ahí estaba mi nena, quejándose del dolor.

—¡Omar! —dijo al verme llegando con ella, yo besé su frente.

—Todo va a salir bien, mami.

Asintió con lágrimas deslizándose por sus mejillas, le sonreí mientras las limpiaba y tomé su mano.

—No puedo...

La voz quebradiza de Nain me hizo sentir inútil, no podía hacer nada, simplemente sostener su mano y no soltarla —ni tampoco podía hacerlo—, ella me mantenía ahí pegadito, con mi cara al lado de la suya mientras la doctora encargada de ayudar a Nain, se colocaba en medio de sus piernas junto a unas enfermeras.

—Okay, mamá... Estamos a nada de traer a este bebé al mundo, y tienes que ser fuerte... Hacerlo con ganas y, papá... Ayudarle a ella para que sea más ligero este proceso, ¿está bien?

Asentí mirando a Nain.

—Estoy contigo, mi amor.

Las enfermeras levantaron las piernas de Nain, había otras más ayudando con todo esto. Pues algunas tenían tijeras en mano, jeringas y toallas, había de todo.

—¿Tenemos latidos del bebé? —preguntó la mujer a una de las enfermeras que estaba pendiente a un monitor.

Simplemente asintió, tanto Nain como yo estábamos en alerta.

—¿Cómo está la paciente? ¿Qué tenemos?

—Todo perfecto, podemos comenzar.

Ahora todas las miradas fueron sobre mi, yo cogí la mano de Nain y pasé mi brazo libre por debajo de su nuca.

—El papá está listo —sonrió la doctora y miró a Nain—. ¿Lista?

—Lista —respondió mi nena asintiendo rápidamente.

—Respira y puja... Uno, dos...

Y Nain lo hacía, ella respiraba e intercambiaba el ritmo hasta que las mujeres comenzaron a acercarse y por instinto, lo hice yo también sin soltar a Nain. Eso ahí se abría, la nena gritaba y las otras dos enfermeras le ayudaban sosteniendo sus piernas, yo empezaba a asustarme, no sabía como reaccionar pero, seguía mirando.

—Otro más, otro más... Con fuerza, uno, dos...

Le presionaban por encima para que bajara, yo sabía eso porque ella me había explicado antes y pendiente a lo demás, le vimos la cabeza.

—Uno más, uno más... Uno más, vamos...

—Mami, ya está ahí... Ya está ahí —le sonreí, Nain cerró los ojos con fuerza y volvió a hacerlo.

Yo vi como la doctora sacó al bebé, Nain suspiró y sus ojos fueron directo a la mujer que tenía a nuestro bebé en brazos.

—¡Felicidades, papás! Es un niño.

TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora