Capítulo 45 · Serio.

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➤NAIN ·

Llegamos al airbnb dónde nos habíamos estado quedando antes, Omar me obligó a quedarme en la guagua porque él quería entrar a ver si todo estaba como lo había pedido —supuestamente—, lo obedecí quedándome arriba, retocando mis labios y luego, vi que salió con una sonrisa en el rostro que me puso ansiosa al instante.

—Ven conmigo, mami —extendió su mano hacia a mi, yo la tomé rápidamente—. Prepárate pa’ una rica noche con el OUSI, baby.

Me reí—. ¿Qué vamo’ a hacer aquí, papi?

—Cositas.

—¿Qué tipo de cositas? —íbamos juntos, tomados de la mano hacia adentro.

—Ya tú verás ahora pero, antes de to’... Te voy a cubrir los ojos porque, tienes que ver primero lo que está afuera —dijo sacando un antifaz para dormir y me lo entregó—. Póntelo mami, y sin trambo’ ¿okay? Vamo’ hacerlo bien.

—Está bien, dale...

A pasitos rápidos, atravesamos la casa y salimos a la terraza, Omar me guiaba tomándome de la mano hasta ir por la arena y bueno, no era algo que no pudiera reconocer al estar fuera y frente a la playa.

—¿Date en la playa?

—Quítate eso de los ojos.

Él me soltó, oí como se alejaba de mi y tuve que quitarme ese antifaz de un tirón, porque lo ansiosa no se me quitaba. Ver ese gesto tan tierno que había tenido conmigo, me hizo sentir un millón de cosas —y que no pude ni demostrar una sola—, me quedé congelada, inmóvil, completamente en shock.

Y es que, dos sillas de madera frente a la playa y una neverita, la fogata y luces a cada lado, era algo perfecto en este momento donde yo solo pedía, calma.

Además de eso, Omar tenía un pequeño ramo de flores en sus manos y me sonreía como un niño pequeño, enamorado y totalmente nervioso.

Con las manos temblando, al igual que todo mi cuerpo y casi sin habla, me acerqué a él y brinqué a sus brazos. Inmediatamente me sostuvo, lo besé como loca por toda la cara y él entre risas, habló:

—So, ¿te gustó, mami?

—¿Lo dudas? —lo miré a los ojos—. ¿Dudas?

Negó—. Na’ más quiero escuchar que me digas sí.

—Papi, sí... ¡Me encantó! —dejé un beso rápido sobre sus labios y volteé a donde estaba todo eso—. Después de tanta cosa, lo único que necesitaba era algo así... ¿Tú sabe’ que yo amo estar en la playa? Relajadita, tranquilita... Yo es lo que amo, me encanta el ruido de las olas y acompañado de to’ eso que me tienes ahí, diantre’ Omar —mi pecho se hinchaba rápidamente, y es que mi emoción me había ganado por mucho.

Omar seguía conmigo en brazos, yo observaba esa zona que estaba lista para ir y tomarnos alguito o simplemente hablar, y es que, el plan tal vez era ese.

—Le pedí al pana que me dejara esto aquí porque, adentro hay algo pero... Eso lo verás al final.

—¿Y qué es? —volteé hacia el interior de la casa y Omar se giró conmigo riendo.

—Mami, no tienes que ver... Por algo te cubrí los ojos cuando pasamo’ por ahí —esa sonrisa, bendito.

—Okay, pues entonces dale... Que ya me intriga saber que es lo que hay allá adentro...

—Sin prisa, baby... Cógelo suave, que e’ la última vez que vamo’ a estar juntos.

Saber eso, me deprimía bastante.

—Si, yo sé.

Me bajé de encima suyo, Omar me abrazó rodeando mi cuello con su brazo, pegándome a él y besando mi frente mientras íbamos hacia la fogata. Yo con ese ramo de flores —que eran tan diferentes todas y se veían tan hermosas—, y él en silencio, guiándome con mucho cuidado. Siendo algo sobreprotrector conmigo, que aunque me gustaba, en ocasiones así, me sentía algo rara.


「 Un rato después 」

➤COURTZ ·

Nos manteníamos en silencio después de haber hablado sobre planes a corto plazo, cosas que yo haría como artista y bueno, ella escuchaba atenta a todo. Hasta que me fijé en ella, noté que mis ojos la intimidaron un poco y sonreí, intentando bajarle esos nervios.

—Nain, yo quiero que tú me aclares lo que hay contigo y Hydro —mis ojos estaban sobre ella, como bala.

—¿Qué hay con él?

Moví la cabeza a ambos lados, buscando las palabras correctas, mientras ella con algo de miedo, esperaba a que dijera algo.

—Yo he notao’ como el tipo te mira, mami... Hydro no es de esos que le cuenta a to’ el mundo sus cosas personales, y tú te la pasabas ahí con él... Sé que son bien panas pero, explícame, ¿por qué es que dicen que hay algo raro con ustedes?

—No hay na’ con él.

—Acho’ es que nadie dice na’ y yo quise arriesgarme contigo, que tú me lo dijeras...

—¿Qué te diga qué? Si ya te dije que no hay na’ con Héctor, es porque no hay na’... ¿Quieres que te mienta y diga cosas que no son?

—No quiero que me mientas, na’ más es eso.

—Yo no soy así.

Bufé, sin pensarlo y sin querer hacerlo, simplemente se me escapó y como si fuese sido una bomba.

Nain se levantó de golpe, dándose la vuelta y yéndose sin siquiera verme. Todo pasó tan rápido que me quedé mirándola ir por ahí encojona’ y tras reaccionar, corrí tras ella.

—Mera, baby... ‘Perate...

—Qué cojone’ los tuyos de hablarme así después de to’ cabrón —la oía hablando, bien bajito y sin dejar de caminar.

—Nain, no es que yo esté acusándote de algo... Estoy preguntándote na’ mas, baby... Dame break pa’ explicarte bien, por favor —seguía detrás de ella y Nain simplemente iba hacia la calle.

—Llévame pa’ casa de mami...

—Tú me escuchas primero antes de irte —logré alcanzarla y la tomé del brazo, sin lastimarla—. No me vas a dejar como un pendejo, sin respuestas tampoco, Nain... Ya deja de hacer estos showcitos de nena proque ya tú eres una mujer y eso de hacerte la loca, no te va.

La solté, ella se quedó mirándome con los ojos llenos de lágrimas —al instante me arrepentí de haberle hablado así—, cogí aire con fuerza hasta llenar mis pulmones y exhalé despacio, bajándole a esto y hablé mirándola directo a esos ojitos que me tienen mal.

—Lo único que te voy a pedir, mami —la tomé de la mano, acariciaba sus nudillos—. Es que me digas si hubo algo con él, si no hay problema en que alguien se entere de esto... Yo te quiero, baby.

Ella no apartaba la vista, yo tampoco.

—Estas cosas yo no las hago... Después de tanta mierda, yo dejé de hacer estas cosas... Na’ más buscaba sexo contigo —sus ojos se abrieron de par en par—. No te lo voy a negar, no te voy a mentir... Buscaba chingar contigo y más na’ quería eso... Y me terminé enchulando contigo.

Esa carita cambió, todo ese semblante de seria cambió. Ahora parecía ocultar esa sonrisita que marcaba unos hoyuelos cerca de las comisuras de sus labios.

—Ya he pasao’ por tanta mierda que lo menos que quería contigo era un problemón... De esos, tú sabe’ que involucran feelings, y en verda’ ya no quería que me jodieran, ahora quería ser yo pero, tú Nain... Yo no sé que tú tienes, que yo quiero estar contigo na’ más.

No decía nada, seguía de brazos cruzados mirándome.

—Si tú lo que quieres es jugar, pues dale... Me presto, pero...

Rió negando y me cogió por la cara con las dos manos, llevándome hacia ella.

TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora