Capítulo 41 · Que Estés Bien.

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➤NAIN ·


Seguimos por un momento así, abrazados y en silencio —aunque las caricias no faltaban—, su mano libre se pasaba por encima de mi cabello, yo seguía con un nudo en la garganta sin soltarlo, sin poder moverme.

—Mami, ¿qué pasa? —dijo súper bajito, haciendo que mis lágrimas salieran por fin de mis ojos—. Qué tú estés así, ahora... Me tiene confundio’ quiero ayudarte, ¿puedo hacerlo?

Asentí pegándome más a él, y Omar hacía lo mismo mientras yo lloraba —lo más discreta posible—, y es que tampoco quería que me mirara así pero, ya no estaba para seguir aguantando todo y guardándolo.

—No quiero estar aquí —susurré, limpiando las lágrimas que ya habían humedecido mis mejillas—. Quiero irme a otro lugar, no quiero seguir más aquí... Ya no quiero...

—Los panas están en un airbnb, ta’ lejos pero si tú quieres, nos vamo’ de una pa’ allá.

Nos separamos, al verme la cara, pasó su mano por mi mejilla y negó viendome a los ojos.

—Tú no vuelves a llorar si sigues al lado mío.

—Tú sabe’ que yo no estoy llorando por ti, ¿verdad? —no quería que sintiera culpa, no tenía nada que ver con él y necesitaba dejarlo en claro.

Negó nuevamente, con una sonrisa triste y deslizó sus manos desde mis hombros hacia abajo.

—Sé que tú llevas cargando par de cosas y, yo estoy puesto pa’ escucharte... Si tú quiere’ hablamos de eso, baby...

—Me voy a cambiar —retrocedí sonriendo, en verdad me incomodaba un poco—. No creo que ir en bra, con un pantaloncito de pijama, descalza y despeina’ sea una buena impresión, ¿no?

—Te ves linda así... Na’ más ponte un hoodie, que yendo en la motora, te va a dar frío —decía con una sonrisita en sus labios, asentí.

—Vuelvo rápido.

Asintió mientras que yo iba directo al interior de la casa, corriendo de puntitas y subiendo cada escalón con mucho cuidado. Entré a mi habitación quitándome el pijama y cogí unos leggins negros —me ponía todo bien rápido—, encima del bra, un hoodie beige sin estampado y los jordan-off white para combinarlos. Me hice un moño, me puse algo de perfume, cogí una carterita y salí sin hacer mucho ruido.

Me fijé en todos los lados posibles donde alguien podía verme antes de salir de la casa, y por suerte, nadie estaba despierto —como otras veces, que hacían guardia—, me salí con la mía.

Llegué con Courtz, me esperaba sentado en el mismo lugar dónde yo había estado antes, me miró y sonrió.

—¿Lista?

—Vámonos porque si despiertan, ¡uy!

—Nain pero, ¿y tus medicamentos? —la mirada que tenía ahora, era algo que me mataba—. No hay que ser rebeldes, dale... Vuelve por ellos, te los tienes que tomar.

—Los llevo aquí —le mostré la cartera—. Dale, ya... Vámonos.

「 De camino 」

Lo abrazaba por la cintura, iba pegadita a él —con mis manos dentro de su hoodie—, Omar de vez en cuando, metía una mano y la unía con la mía, o acariciaba simplemente y después, volvía a acelerar. Era un poco raro para mi pero, se sentía bonito.

Mi cabello era un caos, el viento estaba muy helado y de tan rápido que íbamos, los ojos se me llenaban de lágrimas, incluso ardían.

TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora