TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔

Capítulo 54 · Benditx II

➤NAIN ·

Se me cayó el celular de las manos, volteé con miedo, terror y angustia a ver si yo había sido medio sorda o me había confundido con esa voz que escuché casi por encima de mi oreja. Lastimosamente no era así, esta vez no había alucinado ni me había confundido, ahí estaba Héctor junto a mi hermano, Julito. Los dos me veían incrédulos y a mi, en este momento, el único que me importaba era Héctor.

—¿Qué tú estás qué?

—Héctor...

—No, no, no... —negó con su dedo, poniéndolo entre nosotros al yo intentar acercarme, me miró de pies a cabeza—. ¿De Omar?

Julito estaba sin palabras, mirándome fijamente pero, no me importaba lo que fuera a decir él, aunque Héctor sí.

—Yo escuché en Palomino lo que ese cabrón te dijo, vine por eso...

—¿Qué le dijo?

—Julito, no... Héctor, hablemos...

—¿Desde cuando tú estás chingándote al tipo? —su mirada de asco, de aborreción me tenía temblando.

—Cabrón, ¿a ti que te importa eso? —mi hermano lo golpeó suave, por el hombro.

Héctor lo miró a los ojos, Julito se quedó esperando a que dijera algo.

—¿Tú sabías que ellos dos tenían algo y los dejaste?

—¿Qué hay de malo? Ella quería estar con él, ese cabrón quería estar con la nena —se fijó en mi—. ¿Y ahora no se quiere hacer responsable el huele bicho ese?

—Las cosas no son así...

—¿Entonces? ¿Cómo son? —fue Héctor, sus ojos estaban llenos de lágrimas, verlo así me destruía.

—Yo te explico como fue que pasaron las cosas...

—A mi me importa un carajo, ese cabrón va a escucharme ahora mismo —Julito se dió la vuelta y fue escaleras abajo, con Héctor detrás y yo yendo por los dos.

—¡Julio, no! Por favor...

—Ese cabrón juraba Nain, que no te haría daño... Rompió su palabra, a mi me aseguró que no haría na’ malo, ¿y ahora?

Julito seguía caminando, ya estábamos llegando a la marquesina cuando Héctor se dirigió a su guagua y yo, dejé de lado a mi hermano y lo seguí a él.

—Héctor, déjame explicarte como fue que pasó todo... Dame la oportunidad de...

—¿La oportunidad de qué, Nain? ¿De decirme que te chingabas a Omar mientras llorabas por Yeru? ¿Oportunidad de qué? —la manera en que me hablaba me rompía el corazón, yo no dejaba de botar lágrimas pero, mi voz era fuerte—. ¿Ah? ¿Qué oportunidad tú quieres? Tuviste muchas antes de que esto pasara, ¿desde cuando tú estabas chingando con Omar?

Me mordí el labio inferior, no quería responderle pero, sus ojos eran los mismos de Julián y, era como confesarle a él también.

—La primera vez fue en... Isla Verde.

—¿En Isla Verde? ¿Cuando yo vine por ti y te llevé? ¿En tu cumpleaños, Nain? ¿Justo como con Yeruza pasó? ¿De verdad?

—Te voy a ser sincera, Héctor.

—¿Hasta ahora? Ahora que ya to’ el mundo sabe que estabas chingándote al pana de Yeruza... Acho’ y tanto que hablas de las cueros y te convertiste en una —soltó con desprecio, mirándome de pies a cabeza, yo di un paso atrás—. En verda’ no quiero volver a verte... Jamás, jurau’.

No pude decirle nada, simplemente me quedé en el mismo lugar y él se montó en su guagua para irse. Me encontraba sola, en shock por las palabras de mi mejor amigo —hermano de mi ex—, alguien que me importaba demasiado y ahora, por todo este problemón lo había perdido.

—Omar tenía la razón... To’ esto es mi culpa.

Mis manos temblaban y sentía como me faltaba el aire en los pulmones, me sentía mareada y apenas podía moverme, todo mi cuerpo hormigueaba.

—¿Julito? —dije con la voz cortada, mirando en todas direcciones—. Puñeta, Julio... Me va a joder to’.

Fui dentro de la casa buscando las llaves del carro que mi hermano me había regalado cuando regresé de RD, subí por mi celular y comencé a llamar a Omar.

Seguía temblando pero por la adrenalina, me monté y lo encendí, en segundos ya estaba dirigiéndome a Llorens —no sé porque iba hacia allá—, yo simplemente iba con la esperanza de verlo con Chimi, los nenes, las putas y las motoras.

—Coge la llamada, no seas cabrón —decía en voz alta, guiando al mismo tiempo.

Le envié miles de voices a Julio, no podía hacer esta mierda joder todo.

—Julio Alberto, por Dios... ¡No hagas una loquera! ¡El tipo no sabe de eso! Dame break pa’ yo decirle y explicarle, por favor... ¡Regresa pa’ casa de mami! —y así, repetía y repetía.

Claramente no había respuestas de parte suya, a Omar le avisaba que mi hermano se había enterado de lo que pasó en Palomino y que se cuidara, más no había respuestas tampoco y era obvio, ese tipo no quiere saber nada de mi.

—Deja eso... Suelta ya ese tema, na’ más vete de donde quiera que estés, si te encuentras con mi hermano... Ay, bendito... —sentía la cabeza caliente y punzadas que me obligaban a cerrar los ojos del dolor—. Por favor, haz lo que te digo... Si ves a Julito, Omar... Vete de ahí, vete.

Fueron los últimos voices antes de entrar a Llorens y encontrarme a Dei V junto a los chamaquitos que estaban con Chimi. Bajé casi corriendo, él me miró y negó acercándose a mi.

—¿Sábes dónde está Omar? Necesito encontrarlo, tengo que hablar con él y...

—¿De qué? Rampletera.

—¿Rampletera? ¿Qué te pasa, David? —lo miré a los ojos y desvió la mirada.

—Te estabas chingando a Omar, ¿también buscabas que te dediquen canciones? ¿Ser la dizque nena del proceso pa’ que te canten? Como lo hacía Yeru, ¿ah, Nain? ¿Qué carajo’ te pasa? Ese cabrón y Yeruza eran como hermanos y te lo estabas chingando, jodía’...

—Cabrón, así no —intervino Chimi mirándome a los ojos—. No e’ culpa de la nena brother... Yeru la tenía guarda’ y nadie sabía que ellos estaban juntos.

—Como con Ousi —soltó con total desprecio.

—El brother ya no está —habló tan tranquilo, sin dejar de mirarme—. Resuelve rápido... Porque Omar está casi que se tira de un precipicio.

—¿Dónde es que está? No me responde por whatsapp...

—Allá por el estudio de Yankee, con los cabrones esos.

Asentí dándome la vuelta, aturdida y sintiéndome culpable por todo lo que había ocasionado.