TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔

Capítulo 9 · ExpressexxX.

➤COURTZ ·

《 Mera, necesito un favor... 》

《 Claro que sí, voy para allá. 》

《 ¿Te mando el uber? 》

《 Sí. Ya te envio la ubi. 》

✵

Y esas eran mis conversaciones, directas y exprés. Yo no estaba perdiendo el poco tiempo que tenía libre, necesitaba sexo y lo resolvía rápido con cualquiera que quisiera, no me ponía a buscar quién tuviera más culo o tetas, simplemente quería que viniera para hacerle lo que se me antojara y después se fuera, easy.

Al poco rato, escuché como tocaban a mi puerta y fui a abrir, sonreí al verla con una camisa que tenía mi rostro en estilo cartoon.

—Discreta la nena, pero te ves bien... —no podía ocultar que eso me causaba demasiada gracia.

—Soy tu fan número uno... ¿Qué debía traer?

—¡¡Los condones, Julieta!! —respondí cogiéndole las tetas, que eran bien grandes y apenas me cabían en las manos.

—Están en mi cartera —dijo colgándose de mis hombros y besándome el cuello.

—¿Te bañaste?

—Mi amor, obviamente... No iba a venir sucia pa’ que tú me comas, ¿o quieres que haga eso?

—Hmm... No, así más rica —lamí su boca, la cogí por el cuello y la llevé a la cocina.

Le quité la cartera y la dejé por ahí, lo mismo hice con la camisa que llevaba puesta y cuando la vi sin nada encima, hasta suspiré.

—¿Qué pasó, Ousi? ¿Te gusta lo que ves? —decía la modelito, dándose la vuelta y mostrándome lo poco que llevaba.

Un pantie pequeño con olanes en los costados de las caderas en color gris y un bra complatamente traslúcido en conjunto, le sonreí.

—Te ves bien dura.

—Pues dale, vamo’ a hacerlo que tengo una hora y media na’ más —se soltó el cabello y me miró a los ojos—. ¿Sabes qué? Mejor empiezo yo.

Me empujó contra la encimera de la cocina y me besaba mientras aflojaba la correa. Lo hacía despacio pero sus manos se movían rápidamente y después se separó, se mordió los labios y me miró a los ojos mientras se arrodillaba frente a mi, sus manos se deslizaron por mi abdomen y al llegar a esa zona, sonrió traviesa.

—Espero que te guste.

—Y yo espero que lo hagas bien —respondí con seriedad, estaba demasiado tenso viéndola hincada.

—Tú sabe’ que lo haré.

Y empezó a hacer lo que a ella se le dió la gana, con sus manos y su boca obligándome a gruñir y mirar hacia arriba, llenando por completo mis pulmones mientras se lo llevaba a la boca y jugaba con el.

Cerré los ojos después de cogerla por el pelo, ahora yo estaba llevándola a un ritmo que me gustara más, en la que sintiera mejor y más rico.