➤NAIN ·
Habían pasado par de semanas, en las que por las noches —tal vez de madrugada—, me pasaba el rato hablando con Omar, o soportando todas esas boberías que me enviaba siempre que andaba por algun lado. Por qué sí, el tipo me enviaba emojis esperando que yo respondiera con un «hola» pero no lo hacía, yo seguía fumando bien relajada en la tina del baño, borrando fotos que tenía ahí, con Julián.
Se me escapaban las lágrimas, no podía evitar sentirme mal por hacerlo, los recuerdos me invadían en cada foto donde yo sonreía estando con él, conversaciones que una vez tuvimos, las peleas, ahora todo eran recuerdos lindos pero tristes también, perderlo fue algo que me llevó a la depresión en cuestión de nada.
—Puñeta, son las 2:40am —quité el tapón de la tina, me levanté y me metí a la regadera, dejando el phillie en el lavamanos.
Dejé que se me cayera toda esa espuma y comencé a ponerme mis jabones.
Terminé en par de minutos, salí enredándome en la toalla y secando mi cara con otra, descalza fui por la habitación y justo cuando terminaba de ponerme la ropa interior, escuché como gritaban mi nombre desde afuera, súper fuerte.
—¡¡¡NAAAAAIIINNN!!! —esa mierda tenía que ser un megáfono—. ¡¡SAL PUÑETA!! ¡¡ANTES QUE LLEGUEN LOS PUERCOS Y NOS LLEVEN PRESO’!!!
Abrí la ventana de mi cuarto, saqué la mitad de mi cuerpo y les grité.
—¡Cabrón, son las tres de la mañana! ¡¿Qué carajo’ te pasa?!
—¡¡ES LA HORA EN QUE SALEN LOS DIAAABLOS!! ¡¡VENTEEE!! ¡QUE DESDE HOY NO VUELVES PA’ CASA HASTA QUE SE ACABE EL PARTY! —decía Hydro con ese mierda pegada a la boca, gritando—. ¡DALE, BAJA AHORA!
—Okay, pero apaga esa jodienda —negué molesta, bajando con una bata de pijama encima, en color rosa.
Fue que vi la sala llena de personas que amo, Julio y sus nenes, su novia y mi mai. Todos sonriéndome, un bizcocho encima de la mesa y la foto de mi hermana Debbie al lado, sentí como se aguaron los ojos, corrí a abrazarlos y entre llantos y risas, les hablé;
—¡Muchas gracias!
—¡Feliz cumpleaños, mi amor! —la voz ronca de mi hermano, me erizó la piel.
—¿Cuando fue que tú llegaste? No me tiraste al dm, ¿estuviste mintiendo en to’ estos días que andabas por allá?
—Yo quería estar aquí el día en que cumpliste años, justo a la hora en que naciste... Tenía que sorpresa, especial y con la gente que te quiere.
—¡¡NAAIINN!! —volvieron a gritar, sacándome una sonrisita llena de vergüenza.
—Anda, ve ahora con ese cabrón... Va a despertar a los vecinos, ve con Hydro.
Miré a todos, volví a abrazarlos de uno por uno y agradeciendo con una sonrisa. Me sequé las lágrimas y salí, yendo directo hacia donde estaba Héctor con los demás cabrones, tirando humo al garete.
Fui a paso rápido hasta donde estaba, al verme, extendió ambos brazos y me le colgué del cuello. Él me apretó con algo de fuerza mientras me hablaba al oído.
—¡Feliz cumpleaños, diablita! Te amo, baby —decía bajito, para que nadie lo escuchara—. Nos vamo’ pa’ una villa con to’s los nenes... Coge ropa que allá nos vamo’ a quedar como por tres días, avísale a Casper.
Sonreí—. ¿Lo hablaste con él?
—Apenas ayer, por la noche...
—Son las tres de la mañana —murmuré mirándolo a los ojos.
Asintió rápido—. El brother me llamó pidiendo que hiciera algo pa’ ti, que no te quiere en casa porque te vas a deprimir y yo lo menos que quiero es eso, so... ¿Qué tanto tú esperas? Coge tus cosas, ve por lo que sea que necesites en estos tres días y vámonos ya.
—¿A dónde nos vamos?
—Un airbnb...
—Dreezy, ¿en serio? —pregunté entrecerrando los ojos y asintió.
—Ahí viene Lynnie, pregúntale a ella.
Me di la vuelta venía mi mejor amiga con una maleta hecha, sonriéndome y sonriéndole a Hydro, quién no le quitaba los ojos de encima. Llegó conmigo y me abrazó con fuerza, me felicitó también y después fue con Héctor a darle un abrazo.
—¿Nos vamos ya? Quiero fiesta.
—Móntate en el can-am, yo vine solo pa’ llevarme a las dos —dijo Héctor sonriéndome, pero justo antes de que fuera al lado de Lynnie, me tomó por el brazo y volteé con él—. ¿Estás bien, Nain?
Asentí—. No me esperaba algo así, menos a esta hora pero, estoy contenta... Siempre y cuando solo estén mis panitas, los de antes.
—Ya me aseguré de eso.
Volví a la casa, busqué algo de ropa y salí de nuevo, despidiendome de todos en casa y regresando con Héctor, quién seguía hablando con Lynnie, ambos recargados en el can-am, era obvia la atracción entre ellos, pero no quería decir nada, prefería que ellos avanzaran en a su ritmo.
—Ta’ to’ ready —llegué con los dos, al verme se apartaron.
—Sube, yo guardo esto en la guagua de Woody, dale... Vayan acomodándose —me decía Hydro sonriendo, mientras que Lynnie lo había dejado ahí.
No dije nada, no mencioné el tema y simplemente subí.
✧
Cogimos camino al airbnb, algunos en motoras con sus nenas, otros simplemente solos. Todos nos conocíamos —conocían a Yeruza—, y sabían de mi por él, ya que siempre nos veían juntos dentro del caserío, nada más.Hydro me dió unas gafas que tenía para ver bien, me entregó un vaso con quién sabe qué y me lo bebí de una. Lynnie llevaba par de cervezas, mientras que él guiaba súper acelerado.
Mi sonrisa me delataba, extrañaba esto, la última vez había sido con mi hermano, Debbie y Ángel. Había sido de los mejores días de mi vida y lo recordaba con alegría y nostalgia, con ganas de que ella estuviera aún aquí, conmigo.
De pronto, sentí la mano de Héctor sobre la mía.
—¿Todo bien? —pude leer sus labios, más no escucharlo.
Asentí sonriéndole, miré detrás de mi. Lynnie ya estaba dormida y su cabeza se movía para todos lados.
—¿Ya vamo' a llegar?
—Falta poco.
Chequeé la hora y había un mensaje de Omar, intenté no ser tan obvia al leerlo —pues si Hydro lo ve, no sé que vaya a pasar—, escondía un poco y bajé el brillo para poder leer.
“¡Happy birthday, bonita!”
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TENTACIÓN ‹ OMAR COURTZ › Completa.✔
FanfictionCourtz se había cansado de todas esas relaciones que terminaban destruyéndolo por completo, no quería pasar por lo mismo y ahora su hobbie era, tener en su cama a cualquier mujer para únicamente, satisfacerlo. En cambio, Nain tuvo un par de relacion...